Urbaser, el primer grupo de gestión de residuos de España, está a punto de ser adquirido por un inversor chino que, entre otras actividades, será el responsable de la limpieza de ciudades como Madrid y Barcelona, según ha podido saber El Independiente de fuentes próximas a la operación.
Société Générale y BBVA, en representación de ACS -matriz de Urbaser-, ultiman los detalles de una operación con la que Florentino Pérez ingresará en torno a 2.000 millones de euros, que se destinarán a reducir deuda del grupo constructor. Los grupos chinos CNTY y Beijing Enteprise Holding han estado en liza durante gran parte del proceso, que comenzó en diciembre del año pasado, pero CNTY es el que se habría impuesto finalmente.
El grupo asiático, que revisa los últimos flecos del acuerdo, será responsable de la limpieza de Madrid y Barcelona
El cierre de la transacción parece ser inminente, a un precio inferior al que la constructora barajaba en un primer momento, de 2.500 millones de euros. Más allá del importe, la desinversión supone una buena noticia para la constructora que, oficiosamente, puso en venta su filial hace, al menos, cuatro años, ante la necesidad de reducir sus elevados niveles de apalancamiento. De hecho, los títulos de ACS se dispararon ayer en bolsa casi un 5%, un movimiento llamativo que podría anticipar la firma de la operación.
Según observa Guillermo Barrio, analista de Ahorro Corporación, la venta de Urbaser podría ser uno de los principales catalizadores para ACS en Bolsa. Barrio estima que este negocio generó en 2015 un Ebitda (beneficio bruto de explotación) de cerca de 240 millones de euros, lo que representa el 10% del Grupo ACS. Un 30% de sus ventas se generan fuera de España, fundamentalmente en el Reino Unido, Francia y América del Sur.
ACS destinará el ingreso de la venta a reducir su deuda neta, que se sitúa en 3.741 millones
Si el precio de la operación se cierra en torno a los 2.000 millones de euros, tal como apuntan fuentes conocedoras del proceso, la cifra se situaría en el rango medio de las valoraciones que las distintas casas de análisis dan a esta división. Así, por ejemplo, Ahorro Corporación le otorgan un valor de 1.800 millones; en cambio GVC Gaesco Finance eleva sus estimaciones hasta los 2.300 millones. En cualquier caso, Rafael Fernández de Heredia, analista de esta firma, considera que esta minusvalía "no sería dramática", ya que "la prioridad de la compañía es reducir deuda y éste es un activo que está a la venta desde hace mucho tiempo".
Del mismo modo, Carolina Morcos, analista de Renta 4, cree que la noticia sería bien recibida por el mercado, ya que supondría un paso adelante en el cumplimiento del plan estratégico de la compañía, que ha puesto mucho énfasis en los últimos tiempos en la reducción de la deuda y de los costes financieros.
Société Généralé y BBVA han asesorado a ACS en la venta desde el pasado mes de diciembre
La venta de Urbaser, especializada en la gestión de residuos, estuvo a punto de ser adquirida por el grupo chino CNTY a finales de julio. La operación, que en ese momento llegó a valorarse en hasta 2.500 millones, se aplazó ante la falta de consenso sobre la estructura de financiación. Fosum y Beijing Enterprises Holding eran los otros grupos interesados en la filial de ACS.
Objetivo: limpiar balance
Con la operación ACS logrará dar un nuevo empujón a su política de reducción de deuda. El grupo presidido por Florentino Pérez se ha marcado como objetivo la obtención de ráting por parte de las agencias de calificación para poder emitir deuda, y para ello quiere sanear el balance.
La compañía, a base de desinversiones, venía consiguiendo en los últimos ejercicios embridar su endeudamiento. Cerró el ejercicio 2015 con una deuda neta de de 2.624 millones de euros, un 30% menos que un año antes -gracias singularmente a la venta de activos de su negocio de renovables a principios del año- y un 72% menos que 9.300 millones que acumulaba al arranque de 2012.
ACS, sin embargo, ha elevado en lo que va de año la deuda un 42%, hasta los 3.741 millones de euros en junio, por las compras de acciones de sus participadas Hochtief y Cimic. Con la venta de Urbaser, el grupo de construcción y servicios volverá a enjugar su endeudamiento. La deuda asociada a Urbaser se acerca a los 800 millones, que asumirá a partir de ahora el comprador. La hasta ahora filial de ACS arrastra un crédito sindicado de 600 millones que al año pasado renegoció para alargar su vencimiento dos años y prorrogarlo hasta 2020.
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