Desde este domingo, Barcelona será el centro del mundo de la tecnología. La nueva edición del Mobile World Congress servirá para testar hacia dónde va el mercado, qué novedades van a adelantar sus aplicaciones y cuáles, pese a prometer mucho, terminarán por ser abandonadas sin que nadie tenga muy claro si realmente tenían potencial.
El evento alcanza tal magnitud que es casi imposible abarcarlo todo. Para estar atentos a lo más importante habrá que poner la lupa en lo verdaderamente destacado: el retorno de Nokia, la nueva creación de Huawei, la incógnita de Samsung, la pubertad de la realidad virtual y las tan anticipadas redes 5G. Y, por supuesto, el órdago de Telefónica.
Hola, Nokia
El otrora gigante finés quiere volver a la primera línea de los smartphones tras el hundimiento al comienzo de la década actual. Fundada en 1865, Nokia ha recorrido un largo camino desde que comenzara su vida en el negocio de la madera. Pocos directivos escandinavos se lo hubieran creído si hoy, 150 años después de su fundación, les decimos que tienen que volver a reinventarse dentro de un sector en el que lo han sido todo. El domingo, a media tarde, veremos si han logrado hacerlo.
Nokia mantiene todavía una capitalización más que interesante, rondando los 28.000 millones de dólares, más de 26.400 millones de euros, gracias sobre todo a su fortaleza en el negocio de las redes de comunicación. Pese a ello, su división de dispositivos móviles, la más visible para el gran público, necesita de mucha chapa y pintura.
De ahí que se hayan puesto manos a la obra para presentar tres dispositivos en este Mobile World Congress. Nokia, bajo su matriz HMD Global, desvelará el Nokia 5 y el Nokia 3, los dos nuevos terminales con los que competir en la abarrotada gama media en la que los móviles chinos se mueven como pez en el agua.
Ambos vestirán Android Nougat y estarán al alcance de casi todos los bolsillos. El Nokia 5 tendrá una pantalla de 5,2 pulgadas y en sus tripas tendrá un chip SnapDragon 430, lo que dotará al dispositivo de una memoria RAM de 2GB, todo aderezado con una cámara de 12 megapíxeles. Del Nokia 3 poco se sabe, salvo que sus funcionalidades serán algo inferiores. El precio, como hemos dicho, será económico: 199 y 149 euros, respectivamente.
El verdadero reclamo de Nokia en este evento será la resurrección del mayor icono de la marca: el 3310. A comienzo de la década de los años 2000 la marca escandinava vendió 125 millones de unidades del terminal, que pesaba 133 gramos y tenía una pantalla monocroma de 84x48 puntos. La vuelta al mercado del dispositivo hará las delicias de los nostálgicos, que lo podrán adquirir por 59 euros.
Batalla en la cumbre
Apple nunca se deja ver por estas lides, sabedora de que no necesita marcos especiales más allá de los creados en Cupertino. Pero sí que estarán en el Mobile World Congress los otros dos pesos pesados de la telefonía móvil: Samsung y Huawei. Y llegan en posiciones bien distintas a sus puestas de largo del domingo.
La firma coreana está inmersa en una crisis de imagen que, sin embargo, no ha afectado demasiado a sus cuentas. En Seúl han salvado bien los muebles tras la crisis de los Galaxy Note 7 explosivos, que incluso tuvieron que ser retirados del mercado tras la venta de 2,5 millones de unidades.
Samsung quiere dejar atrás ese agujero en su imagen y para ello va a realizar un amplio despliegue en el Mobile World Congress, incluida una gran presentación en el Palacio de Congresos de la Ciudad Condal, que se quedará pequeño para acoger a medios llegados de todo el mundo. Poco se sabe, sin embargo, de qué desvelará la compañía durante esa exhibición. Conforme se ha ido acercando el evento se ha ido apagando el rumor de la llegada del Galaxy S8, dejando paso a los que apuntan que será el momento de que Samsung presente la Galaxy Tab 3, su tableta estrella.
Huawei, por su parte, también va a echar el resto. Como ya ocurriera el año pasado, la firma china tendrá uno de los espacios más amplios de toda la feria. No han reparado en gastos para poner de largo su nuevo terminal de gama alta: el P10. La evolución de las cifras de ventas de la firma de Shenzhen sigue disparada y ya ocupan el segundo puesto en cuota de mercado en España, donde el P8 Lite ha sido el móvil más vendido del año 2016, según Kantar WorldPanel.
El P10 tendrá como telonero al nuevo smartwatch de la compañía asiática, del que tampoco hay demasiadas funcionalidades confirmadas. Habrá que esperar, en cualquier caso, para ver qué presenta Huawei para romper el binomio que llevan años protagonizando Apple y Samsung en la cumbre de la telefonía.
Telefónica arriesga
El gigante de las telecomunicaciones español pretende dar un golpe de efecto en el Mobile World Congress. No es habitual que su presidente, José María Álvarez Pallete, haga apariciones tan multitudinarias, pero estará el domingo en la Ciudad Condal para presentar la apuesta de la compañía por la privacidad.
La operadora desvelará una herramienta online con la que los usuarios podrán conocer en tiempo real qué información están facilitando en cada momento a Google, Facebook o Twitter. Esos datos son oro para estos gigantes de internet, pues con ellos construyen los perfiles para vender cada vez con mayor precisión la publicidad online.
Telefónica, como el resto de operadores similares, tiene acceso a los datos reales de dónde están sus clientes en cada momento, qué webs visitan, qué compran, qué películas ven... Y ahora con la nueva aplicación la compañía les mostrará toda esa información para que sean conscientes de todos los datos que están cediendo a los dominadores de la Red.
El objetivo de la firma española es que sus propios clientes puedan decidir qué hacen con esa información. Darles la posibilidad de bloquear la cesión de los datos a Faceboook o Whatsapp, o que puedan exigir que se les pague por ello directamente en efectivo o con descuentos y servicios. Si las compañías de internet hacen negocio con esa información, ¿por qué el propio usuarios no puede sacar tajada de ello?
El domingo Telefónica pondrá en marcha toda su maquinaria para desvelar cómo va a lograr presentar batalla a los pesos pesados de la tecnología. Armas para hacerlo no le van a faltar.
Realidad virtual
La realidad virtual tiene un verdadero desafío en el Mobile World Congress de Barcelona. Es el momento de que los desarrolladores empiecen a crear funcionalidades que los usuarios puedan utilizar en su vida diaria, más allá de las típicas gafas en las que ver algún que otro vídeo o en las que jugar a videojuegos.
Es cierto que en estos dos campos sí que se ha avanzado bastante, de la mano de actores tan potentes como PlayStation, pero no parece que la realidad virtual haya cumplido todavía con las expectativas que lleva años creando.
Sí que es cierto que ya se están emitiendo contenidos audiovisuales en formatos adaptados para la realidad virtual, como es el caso del último All Star de la NBA que se jugó hace sólo una semana. Este puede ser un camino más que interesante para los creadores, pues la industria de los contenidos es un filón más que aprovechable.
Google o el gigante de las comunicaciones Verizon serán dos de los que mostrarán sus cartas en Barcelona, si bien habrá que estar atentos para descubrir en qué dirección va a caminar la industria. El dominador de las búsquedas optará a los premios Oscar con Pearl, el primer cortometraje creado en realidad virtual.
Las redes 5G
El Gobierno, en su último Consejo de Ministros, le ha pegado un buen espaldarazo a las redes 5G. El Ejecutivo ha aprobado el nuevo reglamento sobre el uso del dominio público radioeléctrico, que es algo que a priori no dice mucho pero que es una medida clave para la industria.
Con esta decisión se facilita el despliegue de redes de alta tecnología y se facilita la instalación de dispositivos para el manido Internet de las Cosas (Internet of Things, o IoT, por sus siglas en inglés). También se han eliminado cargas administrativas y se han simplificado los procedimientos para obtener una autorización de uso de una frecuencia.
Los grandes de la comunicación presentarán sus apuestas para el 5G en el Mobile World Congress de Barcelona, empezando por actores tradicionales como Vodafone o Telefónica y acabando por recién llegados como Huawei.
El desarrollo de estas redes de última generación va a poner a prueba a todos los actores de la industria. Ya no se trata de una conexión fija, sino que tendrán que demostrar que pueden llevar esas redes hasta los coches en marcha o las oficinas más recónditas. Los dominadores habituales del sector van a tener que estar muy atentos para no perder sus posiciones de privilegio, y a buen seguro que un buen puñado de ellos aprovechan el World Mobile Congress para marcar territorio.
Las previsiones apuntan a que se superarán los 100.000 visitantes y que estarán presentes más de 2.200 empresas para mostrar sus nuevos productos. El futuro, al menos durante unos días, está en Barcelona.
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