El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantuvo una comida con el cómico David Broncano mientras se negociaba su fichaje por Radio Televisión Española (RTVE). El encuentro tuvo lugar a mediado del mes de marzo, cuando aparecieron las primeras informaciones sobre la incorporación del cómico al medio público. El jefe del Ejecutivo quiso tranquilizar al humorista asegurándole que el contrato saldría adelante, tal y como ha podido saber en exclusiva El Independiente.

El programa La Resistencia, que dirige David Broncano, terminaba su contrato con Movistar+ este año. Los movimientos desde RTVE comenzaron a principios de diciembre del año pasado, cuando a oídos de la cupula del ente público llegó que el humorista tenía una suerte de preacuerdo para llevar el formato a Telecinco.

Broncano lo tenía prácticamente claro, pero el hecho de tener que introducir publicidad en mitad del programa fue uno de los motivos que le terminó convenciendo para fichar por RTVE por dos años. También la mediación del propio Sánchez. El contrato se ha terminado oficializando por 14 millones de euros al año durante dos temporadas que irán para la productora El Terrat, propiedad de Andreu Buenafuente y cerebro del programa. De ahí saldrá el sueldo del presentador.

El fichaje de La Resistencia se politizó con el paso de los días y Moncloa tenía un gran interés en que se produjese para competir con el programa El Hormiguero. La implicación directa del presidente Sánchez con la comida que revela este periódico deja constancia de ello y subraya el cariz político del contrato.

El uso partidista de su figura preocupó a Broncano, quien no quería verse inmerso en una guerra entre bandos políticos. Además, quería asegurarse la continuidad de varias personas de su círculo más cercano que trabajan junto a él. Entre los nombres que puso sobre la mesa estaban los de Jorge Ponce, Marcos Martínez, más conocido como Grison, Ricardo Castella y Sergio Bezos.

Pedro Sánchez quiso tranquilizar al cómico, por lo que le emplazó a mantener un encuentro entre ambos con comida de por medio. El presidente del Gobierno le transmitió que no tenía por qué preocuparse y que el fichaje saldría adelante con total seguridad, algo que Broncano transmitió a su equipo.

Este periódico se ha puesto en contacto con el equipo de comunicación de la Moncloa para recabar su versión. Enmarcan el encuentro dentro de la "agenda privada" del presidente por lo que no pueden hacer más comentarios por el desconocimiento de la misma.

Un fichaje tormentoso

El fichaje de David Broncano por RTVE ha sido uno de los más lentos y tortuosos a los que se ha enfrentado la Corporación a lo largo de su historia. A raíz de hacerse pública la intención de la cadena de incorporar el programa La Resistencia a su parrilla no cesaron las noticias sobre los detalles del contrato. Tanto su intención -competir directamente con Pablo Motos y El Hormiguero- como su duración y su coste –inicialmente tres temporadas y 14 millones por año- fueron objeto de debate y ardua discusión durante semanas dentro y fuera del ente.

El pasado 11 de marzo fue la primera vez que el fichaje estrella se elevó al Consejo de Administración de RTVE. Una reunión que marcaría un antes y un después en la relación de la por aquel entonces presidenta, Elena Sánchez, y la alta directiva de la Corporación. En pleno empate técnico durante la votación del contrato, Sánchez decidió no mojarse y posponer la votación para revisar la posibilidad de reducir el contrato de tres a una temporada.

Este gesto fue entendido por varios de los directivos de la Corporación como un desprecio y una evidente falta de confianza de Elena Sánchez en su trabajo. En concreto sobre una negociación que se había extendido varios meses y cuyas condiciones finales habían sido aprobadas y supervisadas por ella misma antes de ser comunicadas al órgano administrativo. Todo ello desembocó en un plantón multitudinario de la cúpula directiva a Sánchez tan solo un día después de la reunión.

La elevada tensión que se había generado en las tripas de RTVE a raíz de tirar la caña a David Broncano terminó de estallar días después en la siguiente reunión del Consejo de la cadena. La asamblea, más que conflictiva, terminó con la dimisión de su entonces presidenta, Elena Sánchez, minutos después de haber cesado a uno de los precursores del fichaje del humorista, el director de Contenidos, José Pablo López.

Dadas las circunstancias, la nueva propuesta de contratación se pospuso al día siguiente. En la nueva junta, el Consejo eligió a una nueva presidenta interina (Concepción Cascajosa, consejera a propuesta del PSOE) y puso sobre la mesa las nuevas condiciones negociadas con el equipo de La Resistencia.

Con el contrato reducido a dos años y 14 millones por temporada (87.000 euros por programa), de nuevo se producía un empate técnico y Cascajosa "dada la inseguridad jurídica" decidió encargar un informe a la Abogacía del Estado para saber cómo proceder en dicha situación y en qué casos podría dar uso a su voto de calidad. Además, Elena Sánchez -quien decidió no presentarse a dicha reunión- seguía siendo consejera, y su voto podía ser decisivo.

El informe, adelantado por El HuffPost, señalaba que, en ese contexto, la contratación de Broncano necesitaba de mayoría absoluta, aunque en caso de empate la nueva presidenta podía ejercer su voto de calidad. Es decir, dejaba en manos de la presidenta saliente la decisión. En un primer momento, Elena Sánchez comunicó que delegaría su voto en José Manuel Martín Medem, contrario al fichaje, aunque al final faltó a la cita sin hacerlo. Con el texto jurídico en la mano, con el empate a cuatro la nueva presidenta de RTVE podía desempatar y desbloquear el fichaje estrella.

Así, tras la aprobación del Consejo de Administración de RTVE y previa comida entre Pedro Sánchez y David Broncano para tranquilizar a este último, La Resistencia aterrizará en la televisión pública este mes de septiembre por dos temporadas, 18 meses asegurados, 155 programas y un coste total de 28 millones de euros.