Será finalmente Teresa Ribera. Será la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la cabeza de lista del PSOE para las elecciones europeas del 9 de junio. El partido hizo oficial la decisión de Pedro Sánchez a través de un comunicado lanzado a los medios poco antes de las 11 de la mañana de este miércoles.

La nota solemnizó lo que ya todos esperaban en el PSOE desde hace tiempo, especialmente desde que hace diez días, como ya contaba este diario, las señales fueran absolutamente inequívocas. La negativa de Josep Borrell a repetir como número uno, aduciendo que quería agotar su mandato como jefe de la diplomacia europea sin las distracciones de una campaña en medio de un contexto internacional extraordinariamente convulso, situaron a Ribera como la opción más evidente. Más segura. Ella misma se dejó querer y el presidente apuntó hacia ella.

Ahora, la elección de Sánchez ya es oficial. La decisión de la ejecutiva socialista se comunica justo a dos días de que se reúna la comisión federal de listas. Eso sucederá el viernes, la víspera de que el máximo órgano de dirección del PSOE, el comité federal, respalde la totalidad de la candidatura para las europeas, con Ribera a la cabeza. La número uno de los socialistas el 9-J agradeció la propuesta en un mensaje en X y se mostró honrada de seguir los pasos de Borrell. "Queremos más Europa, más justa y solidaria, más social, verde y feminista. Sabemos que esta es la agenda que garantiza progreso y bienestar", escribió.

En 2019 Borrell renunció a su escaño en la Eurocámara y aguantó hasta el final, para ocupar el cargo de jefe de la diplomacia europea

La vicepresidenta seguirá por el momento en el Ejecutivo. Solo tendría que dejar su cargo si asumiera su escaño como eurodiputada, en julio. Pero lo probable es que Sánchez la promueva como comisaria de Energía en el nuevo Ejecutivo comunitario. Y en ese caso podría continuar en el Consejo de Ministros hasta que se constituya el próximo Colegio de Comisarios, el 1 de noviembre, si no hay retrasos, o un mes más tarde, si los hubiera. Los miembros del Ejecutivo de la UE habrán de superar antes el examen (hearing) en el Parlamento Europeo. En 2019, Borrell no recogió su acta y permaneció en el Gobierno de Sánchez hasta el final, hasta el 30 de noviembre, justo antes de convertirse en el nuevo alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad

Como siempre señalaron en su entorno más directo, la vicepresidenta tercera estaba dispuesta a asumir el reto de partir a Europa si el presidente del Gobierno así lo decidía, aunque no fuera la alternativa que más le satisficiera, porque ya vivió durante años fuera de España. Ella, una mujer de partido y leal al líder, no podía decirle que no. Ni iba a decirle que no. Despejada la duda de Borrell, por tanto, la elección más plausible era la suya. Porque Sánchez, con ella, quiere lanzar el mensaje de que en absoluto da por perdidas las elecciones del 9-J, en las que el PP partiría con cierta ventaja y que Génova se toma como un plebiscito contra el propio presidente, que se celebrará con la ley de amnistía ya en vigor y casi un año después de las últimas generales.

El jefe del Ejecutivo sitúa la lucha contra la emergencia climática, uno de los pilares de su Gabinete desde su aterrizaje a la Moncloa, en el centro de la batalla del 9-J. Los socialistas, reiteran en el comunicado, ratifican su "apuesta por liderar la transición energética en Europa", un campo en el que, junto a la justicia social, España es "líder". La nota recuerda que leyes impulsadas por Ribera como las de Cambio Climático o el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima o la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo han sido "definitivas" para apuntalar el fuerte crecimiento económico de España, a la cabeza de Europa.

Ferraz elogia los méritos de la vicepresidenta

El PSOE también incide en que la gestión de la vicepresidenta tercera ha hecho posible que la espiral inflacionaria provocada por la guerra de Ucrania haya castigado en menor medida a España. Primero, por la solución ibérica, el tope al gas, que el PP, recuerda, calificó de "timo ibérico", y después por las rebajas impositivas en la factura de la luz o la bonificación de los carburantes. También Ribera consiguió la reforma del mercado eléctrico durante el semestre de presidencia española de la UE. Y "lideró la unidad de acción" de los Veintisiete en la COP28 de Dubái. Ella también fue la responsable de la organización de la COP25 en Madrid, en 2019, "en tiempo récord", al apartarse Chile por las fuertes protestas en el país.

Ribera es la tercera mujer que capitanea la lista europea por el PSOE, tras Rosa Díez en 1999 y Elena Valenciano en 2014

La candidatura de Ribera pretende, pues, situar la emergencia climática en primer plano, frente a las "tentaciones retardistas o el rechazo de la agenda verde por parte de la derecha", a la par que la "justicia social" o un nuevo pacto para la "competitividad industrial en la Unión". Ferraz destaca también de su candidata su capacidad para "lograr consensos, incluso con el PP", como los firmados con los presidentes de Andalucía y Murcia para la defensa de Doñana y del Mar Menor.

La dirección agradece en su comunicado la labor de Borrell y su resultado en los comicios de 2019, en los que obtuvo un 32,86% de los votos y más de 7,36 millones de papeletas. Su lista obtuvo 20 escaños, que fueron 21 tras la salida del Reino Unido de la Unión. Y también cumplimenta a Nadia Calviño, exvicepresidenta primera del Ejecutivo y hoy presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Lo hace porque ambos nombramientos confirman "lo que para el PSOE es un mandato: la presencia e influencia de España en los organismos internacionales multilaterales".

La vicepresidenta tercera y próxima candidata socialista a las europeas, Teresa Ribera, conversa con el titular de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, durante la sesión de control al Gobierno de este 24 de abril de 2024. EFE / J. P. GANDUL

Ribera será la tercera mujer que encabece la lista de las europeas por parte del PSOE. Antes la lideraron Rosa Díez —luego fue la fundadora de UPyD— en 1999 y Elena Valenciano en 2014. En todas las ocasiones anteriores, capitanearon la plancha hombres: Fernando Morán (en 1987, 1989 y 1994), Josep Borrell (en 2004 y 2019) y Juan Fernando López Aguilar (en 2009).

El viernes se rematará y ordenará la lista al completo. Es segura la continuidad de Iratxe García, jefa del grupo de los socialistas en Bruselas

Los socialistas tienen por delante un reto complicado, por la ventaja teórica del PP el 9-J, aunque según el último estudio del CIS, ambos partidos están empatados en intención directa de voto. El 9-J se reparten 61 escaños, dos más que ahora, y los socialistas aspiran al menos a acercarse a los 20 diputados.

Falta por conocer el resto de la candidatura europea y su ordenación. Y si Sánchez elegirá a un dos propio o promocionará a uno de los aspirantes promovidos por las federaciones socialistas. Es segura la continuidad de la presidenta del Grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D) en la Eurocámara, Iratxe García, que fue la dos de Borrell en 2019 y que mantiene su escaño en Bruselas y Estrasburgo desde 2004. La lista se acabará de rematar el viernes, en la reunión de Ferraz con los territorios. Pero lo que ya es inamovible es la elección de Ribera como cartel socialista del 9-J. Tal y como se esperaba.