Las principales fuerzas políticas del país ya han elegido a sus respectivos cabezas de lista para las elecciones europeas. El miércoles lo hizo el PSOE confirmando el que era un secreto a voces, esto es, la designación de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y más que probable futura comisaria europea española, la segunda mujer desde la popular Loyola de Palacio, hace la friolera de 20 años.

Pero mientras tanto, Alberto Núñez Feijóo sigue silente. El líder del PP todavía no ha confirmado ningún nombre, aunque tras la decisión de hacer de Esteban González Pons director de la campaña europea, el camino se despeja para que vuelva a encabezar esa lista la catalana Dolors Montserrat. La situación está tensando al partido y a las baronías, sobre todo cuando la idea es echar los restos en las primeras elecciones de ámbito nacional desde las generales del 23-J. Los nervios están desatados entre los que quiere continuar, los que quieren entrar y los que aspiran a tener una cuota de representación en esa plancha electoral.

Es el caso de los barones territoriales. Algunos de ellos han empezado a lanzar mensajes para que se les tenga en mente a la hora de elaborar esa lista. Lo han hecho el valenciano Carlos Mazón y el murciano Fernando López Miras. El primero ha confesado que además de González Pons, aspira a meter a otro de los suyos en los puestos de salida de la lista en sustitución de José Manuel García Margallo, que parece haber desistido de repetir otra vez. Por su parte, el presidente del ejecutivo murciano advirtió hace tres días que su intención es "trabajar todo lo que pueda" por entender que tener en esa candidatura a un representante de su territorio "va a ser muy importante para todos".

Las direcciones territoriales han comenzado a moverse

No es la única organización territorial que se ha comenzado a mover. El PP de Madrid nombró este martes también a su comité de campaña para las europeas. Lo dirigirá una dirigente de la más estrecha confianza de Isabel Díaz Ayuso, Ana Millán, que ocupa la vicesecretaría de Organización y electoral de la dirección regional.

Todas las miradas se dirigen hacia la planta séptima de Génova. Ya no les vale el argumento de que los socialistas tampoco han puesto sobre la mesa sus cartas tras algunos titubeos y aparentes resistencias de Ribera, hasta el punto de volverse a sondear la disponibilidad de Josep Borrell para encabezar de nuevo esa lista, opción que decayó por la negativa del catalán.

Dirigentes populares sospechan que Feijóo "intentará apurar los plazos todo lo posible", aunque el principal escollo a la hora de tomar esa decisión, esto es, si la prelatura iba a ser de Montserrat o de González Pons, la solventó quintándole al segundo el primer puesto de la candidatura -nadie dirige su propia campaña electoral, aunque vaya en la lista- pero dándole las riendas de la misma y mucho ámbito de libertad para diseñar las estrategias y los mensajes. Una especie de quid pro quo que ha evitado guerras internas entre los partidarios de una y de otro.

Mujeres al frente de las listas de PSOE, PP, Sumar y Podemos

Si finalmente la elección se inclina del lado de Dolors Montserrat, PSOE, PP, Sumar y Podemos presentarán a tres mujeres como cabezas de lista. Populares, magentas y morados ya lo hicieron hace cinco años con Montserrat y María Eugenia Rodríguez Palop, respectivamente. También Podemos, que concurre a estos comicios en solitario, presenta a la ex ministra de Igualdad Irene Montero. Por su parte, Vox volverá a repetir con Jorge Buxadé, de "número uno" e incorporará de tres a Juan Carlos Girauta, ex Ciudadanos, que ya estuvo en la Eurocámara dos años, entre 2014 y 2016.

Feijóo, con los sondeos a favor y más de veinte puestos de salida para repartir según sus cálculos internos, tiene, en todo caso, unos plazos que cumplir, todo ello antes de la celebración de las elecciones catalanas. Ayer se le preguntó cuándo dará a conocer su cabeza de lista, cuestión que no dilucidará, al menos, hasta que Pedro Sánchez comunique el producto de sus cinco días de reflexión, el próximo lunes.

Según el calendario de las europeas, los partidos y coaliciones deberán presentar sus listas ante la Junta Electoral Central entre el 1 y el 6 de mayo, en plena semana de puente en España, sobre todo en Madrid, al ser la fiesta regional el día 2. Hacerlo antes o después dentro de ese plazo no es inocuo. La Junta respeta escrupulosamente el orden de presentación de las listas a la hora, por ejemplo, de colocar las papeletas en los colegios electorales o en los sobres que reciben aquellos que han solicitado el voto por correo y PP y PSOE siempre quieren ser los más visibles.

Sin convocatoria del Comité Electoral

De momento no está siquiera convocado el Comité Electoral del partido, presidido por Diego Calvo, consejero de Presidencia de la Xunta gallega. Es a este órgano a quien corresponde estatutariamente elaborar y aprobar la candidatura del partido al Parlamento Europeo sin necesidad de reunir ni al comité ejecutivo ni a la Junta Directiva y no pocas veces se ha convocado a este órgano de forma telemática y con muy poco tiempo de adelanto. Mera formalidad para una decisión tomada de antemano.