Es una parte importante de la campaña de movilización que la izquierda abertzale quiere mantener viva en apoyo a los presos de ETA. Lo hace a lo largo de todo el año pero con especial intensidad durante los meses de verano. Tras la culminación del acercamiento de los presos de la banda terrorista a cárceles de Euskadi y Navarra, -reivindicación impulsada durante décadas-, el entorno afín a EH Bildu trabaja por afianzar la reclamación del regreso “a casa” de los presos que cumplen condena. Esta vez, desde Sare, la plataforma de apoyo al colectivo de presos, se ha apostado por la moda como una vía de divulgación de su campaña.

Lo hace con una ‘Campaña de verano’ repleta de productos como fórmula de propaganda de su reivindicación que queda plasmada en una amplia oferta de ropa y complementos estivales decorados con su lema y anagrama. El lanzamiento de su particular ‘colección’ en apoyo a los presos de la banda terrorista incluye desde txapelas y viseras, hasta polos, camisetas, mochilas, sudaderas, ‘tazas con mosquetón’, pines o pañuelos de cuadros. El lanzamiento de la colección va acompañada incluso con un vídeo en el que varios modelos exhiben los productos.

Con esta iniciativa Sare logra una importante vía de financiación para mantener la plataforma, además de una difusión de su reivindicación. La venta de productos de merchandising y de ropa no es nueva. Es una fórmula empleada desde hace mucho tiempo por el entorno de la izquierda abertzale para extender sus campañas y reivindicaciones al mismo tiempo que se obtienen ingresos. Actividades populares, comercialización de ropa, sorteos o ferias populares son algunas de las fórmulas empleadas y a las que durante el periodo estival se suma una importante vía de financiación: las fiestas populares.

Campaña de verano

En muchos casos esa explotación de ‘txosnas’ o casetas durante las fiestas también incorpora la venta de productos como los incluidos en la ‘Colección de verano’ de Sare. Ha sido el acceso a las ‘txosnas’ uno de los focos de enfrentamiento reciente entre distintos sectores de la izquierda abertzale. El sector crítico con EH Bildu, agrupado en torno al movimiento GKS, ha denunciado la existencia de un veto de distintas organizaciones festivas –controladas por la izquierda abertzale- para que pueda participar de ese acceso a la gestión de este tipo de instalaciones festivas.

A lo largo del verano plataformas como Sare intensifican los actos en los que está muy presente su ‘colección de verano’ con el lema ‘Etxera’. Precisamente este verano la iniciativa se vivirá con mayor intensidad al celebrarse el décimo aniversario de la creación de Sare. Este domingo, por ejemplo, tendrá lugar en San Sebastián un acto y el sábado está programada una comida popular en apoyo a los presos de ETA para denunciar lo que consideran un “régimen de excepcionalidad” penitenciaria que se aplicaría a los internos de la banda terrorista. Las marchas por las playas del País Vasco es otro de los eventos tradicionales del entorno de apoyo a los presos de la banda.

Uno de los actos que también servirá de exhibición de su fuerza será el programado para el 4 de julio en Pamplona. La concentración tendrá lugar sólo dos días antes del lanzamiento del chupinazo en la capital navarra en un año en el que EH Bildu ha regresado al Consistorio tras prosperar la moción de censura que lideró contra la alcaldesa de UPN, Cristina Ibarrola. Sare ha previsto una “Kalejira” popular en contra de las “medidas de excepción”.

En la actualidad continúan encarcelados 134 presos pertenecientes al llamado ‘Colectivo de Presos Políticos Vascos’ (EPPK). A ellos habría que sumar otra decena de internos críticos con la izquierda abertzale oficial que fueron expulsados del EPPK. Etxerat, el colectivo de familiares de presos de ETA, detalla que de los 134 internos, 98 cumplen condena en prisiones vascas, 6 lo hacen en la cárcel de Pamplona, uno en Lasarte, 24 en régimen de prisión domiciliaria y otros 5 en la cárcel francesa de Lannemezan. A ellos suma en su contabilidad a tres presos “deportados” que se encontrarían en Cabo Verde, Venezuela y Cuba y otros 17 exmiembros de ETA que estarían “refugiados”.

Actos de homenaje y recuerdo

Durante el ciclo de fiestas que con el inicio del verano proliferan en el País Vasco se repetirán los actos de homenaje y recuerdo a los presos de ETA. En muchos casos se llevarán a cabo en forma de ‘brindis por los presos’, comidas de solidaridad o ‘aurreskus’ de honor. El pasado fin de semana se realizó un homenaje al preso de ETA, Juan Carlos Alberdi, fallecido en 1988 en prisión por causas naturales, según determinó el informe forense. Condenado por el asesinato de un policía en 1979, el acto en su memoria fue denunciado por el Colectivo de Víctimas del País Vasco (COVITE): “Es indignante que estos actos de glorificación de terroristas se hagan todas las semanas en Euskadi sin que ninguna institución pública haga nada para evitarlo”, denunció la organización que lidera Consuelo Ordóñez.

Los actos de apoyo a los presos de ETA se suceden al mismo tiempo que el goteo de salida de prisión continúa. Etxerat informó de la puesta en libertad el pasado día 14 de Fermín Martínez Bergara de la prisión francesa de Lannemezan tras 20 años en la cárcel. Detenido en 2004 en Francia, Fermín Martínez Bergara fue condenado a 16 años de cárcel por el robo en 1999 de más de ocho toneladas de dinamita y a 10 años por asociación de malhechores con fines terroristas.

El miércoles día 12 otro preso de ETA abandonó la cárcel al serle autorizada la libertad condicional. Se trata de Xabier Pérez Aldunate condenado por intentar asesinar al rey Juan Carlos durante la Semana Santa del 2004, mientras el ahora emérito pasaba unos días en Palma de Mallorca. El plan era cometer el magnicidio con un rifle de francotirador. Detenido en el 2005, en el 2006 fue condenado a 35 años de prisión.