El presidente del Parlament de Baleares, Gabriel Le Senne, ha pasado de ver solicitado su cese por integrantes de su propio grupo parlamentario Vox, durante el cisma interno que se dio de octubre a febrero de este año, a que lo hagan ahora desde la oposición los socialista del PSIB, al Gobierno central y sus socios. Por el pleno de derogación de la Ley balear de Memoria Histórica y romper una foto de Aurora Picornell, víctima del franquismo. Él ha negado que hubiese intencionalidad y justifica lo sucedido por la "actitud provocadora" de la compañera socialista de la Mesa, Mercedes Garrido.

En plena polémica, Le Senne cumple este jueves un año exacto desde que se abrió la XI legislatura en las islas por consenso entre populares y Vox, que dio paso al Govern de Marga Prohens con sostén externo de los de Santiago Abascal. Figuras que lo conocen y lo tratan lo describen, en conversaciones con El Independiente, como una persona con una marcada convicción religiosa y poca personalidad. Con bajo carácter, que, pese a todo, cae fácilmente en la provocación y en pronunciamientos salidos de tono o de contexto. Apuntan no solo a lo sucedido este martes en la sesión plenaria, también a recientes declaraciones en relación con el Orgullo y la colocación de la bandera LGTBIQ+ en el balcón del Parlament.

El jueves pasado, Le Senne, sin estar agendada, convocó una rueda de prensa para denunciar que el PP se arriesgaba al incumplir otro punto del acuerdo de gobierno. Habló de un acuerdo verbalizado con los populares respecto a cualquier simbología, y al rechazo para cualquier iniciativa que no tuviera consenso de todos los integrantes de la Mesa. En el caso de la bandera LGTBIQ+, solo Le Senne se opuso al entender que no representa a todos, ni si quiera dentro de la comunidad. Una directriz dada por Vox a todos sus concejales y diputados con poder orgánico. Varios ayuntamientos de Castilla-La Mancha, como el de Toledo, no colgará la bandera por ello. La tachó de enmascarar un lobby. Y al PP de "traicionar" la confianza mutua, lo que para gente próxima supone un pronunciamiento desestabilizador "innecesario". Más, cuando no destacó que fuese a haber "consecuencias", dejando la responsabilidad a los grupos.

Muy ligado al Opus

Le Senne (Palma de Mallorca, 1977), a punto de cumplir los 47 años en este mes de junio, lleva el mismo nombre que su padre, el exdirector general de Obras Públicas del primer gobierno democrático balear de Gabriel Cañede (Alianza Popular). Fuentes próximas a él lo describen como "merengue, sin carácter, ni personalidad, ni estructura dentro". "Hace lo que le dicen constantemente, tanto el partido como el Opus. Si toma la iniciativa propia, la caga como se ha demostrado", exponen. Lo describen como hijo de "una familia bien", clásica de Palma, siendo el componente económico y social un todo, pero no esencial. "Cumple con lo que se espera de él", insisten. Relatan que creció en la capital y, pese a su apego a 'la obra', estudió con los jesuitas porque "no había centros del Opus" en la zona. Lo hizo en el colegio Montesión, "donde iban los pijos de Mallorca".

En su círculo de amistad le llaman jesuítico por haberse educado en centros ligados a los jesuitas

En su adolescencia, combinó su asistencia a ese centro con su paso por "un centro universitario del Opus" cuyo nombre no llegan a determinar. Después, dio el salto a Madrid, a ICADE, donde se licenció en un doble grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Tras especializarse en la asesoría jurídica de empresas, trabajó un lustro como abogado y analista de mercados de capitales para el grupo Zeltia [ahora PharmaMar]. "No dio la talla" y luego volvió a Palma "donde pasó sin pena ni gloria" y ejerció quince años como abogado en el Ilustra Colegio de Abogados de baleares (ICAIB) especializándose en derecho civil, procesal y mercantil.

"Es el recorrido clásico de muchos chavales de su generación y la actual". "Pocos se quedan en Madrid, es muy caro. No acabas de despuntar y el dinero que te permitiría vivir en Palma con todas las garantías, allí no te da. Por eso muchos acaban volviendo: tienen la seguridad de los padres, una casa, se pueden organizar mejor..." sostienen voces próximas al político. "Si en Palma no eres nadie, imagina en Madrid", sentencian con dureza, señalando que nunca ha sido conocido por su profesión en la isla, sí por el paso político de su padre. En su entorno, apuntan las mismas, le llaman amistosamente jesuítico por ese paso por ICADE. "Es muy del Opus, de los que se casan. Supernumerario", añaden.

Esa falta de personalidad, dicen, se refleja con su posición en las listas de las pasadas elecciones, en las que "entró cuando Jorge Campos fue destinado a Madrid" al Congreso, dado que iba como 7 y allí Vox consiguió un diputado menos. "Él siempre ha tenido un perfil muy bajo", y eso "implicó que entrase" en el Parlament. Su ubicación como propuesta para la presidencia, inciden, puede tener una lectura concreta: "el control de su actividad".

Supervisado por Bambú

A diferencia de otros miembros de Vox, los pasos políticos de Le Senne no vienen del PP como su padre. Al menos oficialmente. Sí pasó previamente por el Partido Libertario. Así se define él, como "libertario" a la par que católico. Desde 2023 milita en Vox, y antes de desempeñar su cargo ejerció de vicesecretario jurídico de las siglas en Baleares.

El propio Le Senne reconocía en la rueda de prensa del jueves el contacto permanente con Montserrat Lluís: es la vicesecretaria de Acción Política de Vox, la encargada de tutelar los gobiernos autonómicos, a los presidentes parlamentarios elegidos, como Le Senne, o Marta Fernández en Aragón, y también los gobiernos municipales. Mujer de confianza de la dirección nacional que preside Abascal, y de procedencia de Castilla y León. Allí ejerció de Directora de Coordinación e Interacción Social del Vicepresidente Juan García-Gallardo. Trasladada a Bambú, laboralmente, Lluís tutela los territorios.

Aunque es algo cotidiano en el partido, conocedoras del entorno de Le Senne exponen que su gabinete de prensa está plagado de perfiles vinculados al Opus, como él, pero también al empresario de la comunicación y dueño del Grupo Intereconomía y del canal El Toro TV, Julio Ariza. Dos entes, el religioso y el mediático, muy ligado a la evolución de Vox desde sus orígenes. Gente, igualmente, de confianza de Bambú con la que supervisar que todo lo que haga quede registrado y cuente con el plácet madrileño. Detallan: son Jordi Aguiló, exjefe del gabinete de Ignacio Garriga y miembro de la misión evangelizadora; Ricardo Camuñas, yerno de Ariza; y los asesores Luis Sanchiz, que también pertenece al Opus, y Carla Sarabia, que no está dentro, pero es simpatizante de la entidad ultracatólica.

No son elecciones voluntarias de Le Senne o el grupo parlamentario de Vox, "todos son de imposición" madrileña por el partido y Lluís. Esto se replica en todos los territorios, inciden fuentes próximas a Vox en Madrid. De hecho, se destaca que "después de que Vox perdiera 19 diputados en el Congreso" el pasado verano, pero creciese autonómicamente, lo que se ha hecho es "transferir" el músculo de asesores a los territorios. Ponen un ejemplo fugaz que ahora está de actualidad: la ya electa eurodiputada, afín al sector liberal del partido y a Iván Espinosa de los Monteros, Mireia Borrás, fue designada como asesora del Grupo en el Parlament. Aunque "duró muy poco".

En el caso de Camuñas, destacan, su suegro, Ariza, pidió a Vox en septiembre que le buscasen hueco tras quedar sin trabajo por la numerosa salida de asesores del Congreso. "Perdieron un montón de asignaciones" económicas, achacan las fuentes consultadas. "Se quedó en la calle y al estar con su hija Ariza lo solucionó", dicen. Desde el ámbito próximo a los populares en el Parlament, se advierte de que hay un gran descontento en el grupo y en el entorno de Prohens. "Si pudieran ahora mismo le darían la patada, pero depende de ello la estabilidad del Govern. No lo van a hacer", explican.

Una hemeroteca de peso

El año pasado, con su elección, Le Senne procedió a un borrado amplio de comentarios en redes sociales, caso de X. Predominaban opiniones contra el aborto, el género o el colectivo y "los anunciantes con banderita" LGTBIQ+. También contra las vacunas. En la misma red social, el analista de inteligencia Marcelino Madrigal ha publicado una recuperación de comentarios "recuperados" mediante la aplicación Wayback Machine. Un total de 1.306 archivos de los cuales "841 son tuits borrados", ha asegurado este miércoles. Algunos ejemplos, son.

  • "No sirven para nada en cuanto a evitar contagios, por lo que el argumento de 'vacúnate por los demás' se les cae. Habría que dejar en paz a quien no quiera vacunarse".
  • "La noticia de que el virus fue creado artificialmente con fondos públicos americanos debería copar portadas. ¿Por qué no es así?".
  • "¡Me encanta ser ultracatólico! Ojalá fuera también ultrasanto, con la ayuda de Dios"
  • Como reacción a la adopción temporal de la bandera gay en la foto de perfil de la Guardia Civil: "Esto es totalitarismo, y quien no lo vea está ciego. Al mismo tiempo, acoso contra los discrepantes".
  • "¡Ya lo tengo! Los Conguitos a partir de ahora se llamarán Esclavitos. Asunto arreglado".
  • "Entre el franquismo y la democracia, hemos gozado de unos 80 años de cierta paz y tranquilidad. Los primeros cuarenta, mejorando: cada vez más libertad y prosperidad. Los segundos, cuesta abajo y sin frenos".

Se unen muestras de apoyo a Trump, respaldo a la teoría de fraude electoral en las presidenciales de 2020, o comentarios con tintes xenófobos. Mientras Vox, desde Madrid, cierra filas con Le Senne, el Gobierno ya estudia acciones legales contra él. Desde el Ejecutivo creen que el de Vox ha podido incurrir en un posible delito de odio o incluso de enaltecimiento del franquismo. Así lo consideró este miércoles Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial y Memoria Democrática.