Se suceden este miércoles las celebraciones por el décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI. Tras asistir por la mañana al relevo solemne de la Guardia Real desde el balcón del Salón del Trono, la familia real ha participado en la ceremonia de imposición de las órdenes al Mérito Civil a personas de distintas edades y profesiones que representan la realidad del día a día en España, procedentes de cada comunidad autónoma, además de Ceuta y Melilla. En el almuerzo posterior, el rey ha pronunciado su discurso, en el que ha revalidado su compromiso con la Constitución. Pero dentro del ajustado protocolo ha quedado hueco para un brindis sorpresa de sus hijas, Leonor y Sofía.

Cómplice con ellas, la reina Letizia ha hecho el silencio en el comedor real tocando su copa con un cubierto. Acto seguido, la princesa de Asturias y la infanta Sofía se han dirigido a los asistentes.

"Mamá papá, majestades, perdón por colarnos pero también nosotras tenemos algo que decir hoy", ha dicho Leonor antes de cederle la palabra a su hermana. "Gracias por acompañarnos para recordar que en estos diez años hemos aprendido de nuestros padres lo que significa el compromiso que tenemos los cuatro con todos los españoles", ha añadido Sofía.

"Ahora me gustaría que se unieran a nosotros en un brindis por nuestra madre y nuestro padre, por nuestros reyes, porque desde que nacimos nos han enseñado el valor de esta institución, de la corona, su utilidad para la sociedad y su propósito de servir a todos", ha rematado la heredera al trono, alzando la copa, mientras su hermana daba las gracias a los reyes: "mamá, papá, gracias".

Todos los asistentes se han levantado y se han unido al brindis, mientras su padre, emocionada, les lanzaba un beso al aire.