El Gobierno de Pedro Sánchez no va a dejar pasar un acto de clara “deslealtad institucional” por parte de Isabel Díaz Ayuso. Que la presidenta de la Comunidad de Madrid reciba este viernes a Javier Milei y le condecore es "anómalo" y grave para el Ejecutivo, por cuanto supone saltarse la ley al no informar a Exteriores de su encuentro con un mandatario extranjero.

La indignación ha ido creciendo en el seno del Gobierno en las últimas horas. Hasta que estalló a media mañana de este jueves. Una irritación clara con el presidente de la República Argentina y también con Ayuso. La presidenta madrileña entregará mañana su Medalla Internacional a Milei, con el propósito de reconocer “los vínculos culturales, lingüísticos y económicos” del país suramericano con la región. Ayuso le entregará esa distinción tras el encuentro que ambos mantendrán en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno autonómico.

El Ejecutivo recrimina a Milei que haya buscado de manera "reiterada" la "confrontación y la ofensa" hacia las instituciones y la democracia españolas. Por tanto, seguirá "vigilante"

Con su decisión, “la presidenta madrileña”, señalaron fuentes diplomáticas, “hace gala de una profunda deslealtad hacia las instituciones españolas”, al ir “en contra del artículo 5.2 de la ley 2/2014 de la Acción y del Servicio Exterior, aprobada durante el mandato de Mariano Rajoy, y no informar al Ministerio de Exteriores de su encuentro con un mandatario extranjero, tal y como obliga la ley”.

A Milei, por su parte, le reprocha el Ejecutivo que, pese a que sigue tratándolo “con el respeto que merece tan alta magistratura”, al tratarse de un jefe de Estado, él ha buscado de manera “reiterada” la “confrontación y la ofensa a nuestras instituciones y a nuestra democracia, algo sin precedentes en las relaciones internacionales y en los usos diplomáticos entre naciones”. Por ello, el Gobierno español, según indican fuentes diplomáticas, sigue “vigilante en defensa de las instituciones españolas”.

Milei, como adelantaba este jueves El País, sí pidió verse con el rey Felipe VI en esta segunda visita a España, que tenía como objetivo principal la recepción de un premio por parte del Instituto Juan de Mariana, una entidad de ideología neoliberal. Pero no reclamó entrevistarse con el presidente del Gobierno, con la intención evidente de abrir una fisura entre la Corona y el Ejecutivo. Pero Exteriores no consideró pertinente ese encuentro del mandatario argentino con el monarca: “No hay precedentes de ver al jefe del Estado sin haber visto al presidente del Gobierno, y menos aún cuando se insulta a nuestras instituciones”, justifican desde el ministerio que dirige José Manuel Albares. Fuentes de la Zarzuela ofrecían la misma versión: “Todas las visitas oficiales y los viajes oficiales nuestros al exterior se coordinan con Exteriores”. El resultado es que el Rey no tiene en su agenda de mañana viernes ninguna audiencia prevista con Milei.

El presidente argentino solicitó una audiencia con el Rey, pero Exteriores lo desautorizó: "No hay precedentes de ver al jefe del Estado sin haber visto al presidente, y menos aún cuando se insulta a nuestras instituciones"

Como subrayan las mismas fuentes, “resulta sorprendente y anómalo que un presidente extranjero no solicite, en ninguna de sus primeras visitas a España”, la del mes pasado y la que arranca este viernes, “un encuentro institucional con su homólogo”, con Sánchez, “como hacen todos los presidentes del mundo, al tiempo que mantiene encuentros de carácter privado y con autoridades económicas”.

España no es una monarquía absoluta

En el Ejecutivo recuerdan que “la política exterior la dirige el Gobierno”, como prescribe la Constitución. Alegan que Milei no puede disponer verse por tanto con el jefe del Estado, porque su homólogo es el presidente del Gobierno. España, subrayan, no es una monarquía absoluta en la que decide el Rey, sino una monarquía parlamentaria.

El ministerio recuerda que es el Gobierno el que dirige la política exterior. El Ejecutivo espera que en esta visita Milei sí "respete a las instituciones españolas, como jefe de Estado que es"

La tensión con el mandatario de ultraderecha, por tanto, continúa. El pasado mes, justo antes del arranque de la campaña de las europeas, Milei viajó a España para mantener un encuentro con empresarios y para un acto de Vox en el palacio Vistalegre de Madrid, en el que llamó “corrupta” a Begoña Gómez, la mujer de Sánchez, y a él mismo lo calificó de “calaña”. Albares le exigió una rectificación que nunca llegó, así que Exteriores acabó retirando a la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso. El dirigente libertario continuó con su escalada de insultos, pero el Gobierno se frenó para no alimentar el choque. Ahora Milei vuelve a España y la polémica crece. “Esperamos que durante su visita a nuestro país Milei esté a la altura del pueblo argentino y respete a las instituciones españolas, como jefe de Estado que es. No lo hizo en su anterior visita. Deseamos que ahora sea así, por la buena relación y el afecto fraternal e histórico entre ambos pueblos”, subrayan fuentes diplomáticas.

El Gobierno permitirá que este viernes Milei aterrice de nuevo en la base aérea de Torrejón de Ardoz. También pondrá a su disposición escolta para la visita y su personal de seguridad podrá portar armas. Es decir, que el Ejecutivo repite el protocolo que siguió hace un mes, tal como confirmaron fuentes de Exteriores a este diario. El ministerio había amagado con dificultar la segunda visita del presidente argentino a España, pero ha optado por no nutrir la confrontación. Un giro que, como contó este periódico, comenzó horas después de la retirada de la embajadora y a la vista de que el dirigente libertario no rebajaba el tono contra Sánchez.

Esta vez se seguirá el mismo protocolo: el Gobierno permite al dirigente libertario aterrizar en Torrejón y pone a su disposición escoltas

El socio minoritario del Ejecutivo también cargó contra Ayuso en los pasillos del Congreso. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, criticó que la presidenta madrileña entregue medallas a "quien está empobreciendo un país, recortando y dilapidando todos los derechos sociales", una actitud que considera "profundamente grave".

El portavoz de ERC en la Cámara baja, Gabriel Rufián, vio en el encuentro de Ayuso y Milei un paso más hacia "la internacional macarra que está conformando en el mundo entero la ultraderecha y el fascismo". Ambos van de "incómodos, de políticamente incorrectos", cuando son todo lo contrario: "Son los abusones del colegio de toda la vida". No hay nada de políticamente incorrecto en "culpar al pobre o al oprimido y es lo que exactamente hacen, van de robin hoods cuando en realidad lo que hacen es robar a los pobres para darle a los ricos", remató el diputado. El que hizo un esfuerzo de contención fue el ministro Óscar Puente: "No, no voy a opinar de la visita", aseguró en los pasillos del Congreso con una media sonrisa. Fue él quien señaló que el presidente argentino tomaba "sustancias", justo la espita que puso en marcha la espiral de confrontación entre los dos países.