La secretaria general de ERC, Marta Rovira, el presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Grupo de ERC en el Parlament, Josep Maria Jové, se sumaron este miércoles a los firmantes del manifiesto que reclama la renovación total de la cúpula republicana. Lo hacen "como militantes de base" aseguran fuentes del partido. "Con la voluntad de ponerse al servicio del trabajo colectivo por el consenso" y "reforzar la organización". Aunque el gesto supone oficializar la guerra abierta en ERC por la continuidad de Oriol Junqueras al frente del partido.

Un gesto en el que es especialmente relevante la toma de posición de Jové, una de las personas que durante los años de prisión mejor representó los intereses de Junqueras en la cúpula republicana. El enfrentamiento con Rovira se hizo evidente tras las elecciones, cuando fue la secretaria general quien de forma más vehemente exigió la renuncia de Junqueras.

Con Aragonès las relaciones eran más que tensas desde tiempo atrás, sin que la tregua firmada en el congreso republicano de 2020 sirviera para cerrar la fractura abierta entre el primer Govern de ERC y la presidencia del partido. Pero la toma de posición de Jové ejemplifica los cada vez más escasos apoyos de Junqueras en la ejecutiva. Sólo el ex portavoz republicano en el Congreso, Joan Tardà, ha salido públicamente en su defensa en los últimos días.

Mientras, el manifiesto 'Reactivemos la izquierda nacional' que advierte que una "reflexión profunda y la entrada de aire fresco en Esquerra Republicana son imprescindibles" ha sido firmado ya por más de 700 cargos y militantes republicanos desde que se hizo público la noche del domingo

Los trapos sucios

Pero el sector de Rovira es consciente del tirón de Junqueras entre la militancia y de los apoyos que puede conseguir en seis meses de peregrinación y apostolado por las agrupaciones republicanas. Sobre todo porque no se vislumbra ningún liderazgo alternativo, habida cuenta de que tanto Rovira, como Aragonès -o su número dos, Sergi Sabrià- han renunciado también a seguir en primera línea tras el congreso republicano de noviembre.

El sector de Junqueras ahondará, además, en los costes que la campaña contra el ya ex presidente del partido tiene para la imagen de Esquerra. Acusan a los afines a Rovira de debilitar al partido en su batalla contra Junqueras, y de hacerlo en medio de unas negociaciones cruciales para la investidura, en las que ERC quiere hacer valer sus 20 diputados, que tienen la llave de la mayoría en el Parlament.

En este contexto se inscribe la advertencia lanzada este miércoles por Junqueras. "Los debates internos se tienen que hacer internamente. Es mejor que llevarlos al mundo de los medios de comunicación. Los trapos, sucios o limpios, es mejor lavarlos y tenderlos en casa", ha dicho en una entrevista en Rac1.

Rovira defiende el manifiesto

"Estoy de acuerdo con lo que plantea" el manifiesto, le respondía la propia Rovira desde los micrófonos de Catalunya Ràdio. "Claro que lo comparto, ERC tiene que poder hacer estos debates" que reclama el texto, añadió. "Si quieren poner mi nombre, que lo pongan, asumo lo que dice el manifiesto". señaló tras recordar que Esquerra lleva cuatro convocatorias electorales perdiendo apoyo en las urnas.

La secretaria general tampoco duda en personalizar el conflicto en Junqueras. "Qué discrepancia tenemos", se preguntó. "Que cada uno tiene su opinión sobre lo que debe hacer él mismo como militante dentro de la organización".

Por otro lado, Rovira, que comanda las negociaciones con PSC y Junts para la investidura, no descartó una lista única independentista en caso de repetición electoral. La republicana insistió en que "no es lo que merecen los catalanes" pero si se produce esa repetición electoral ERC "está preparada".