La Fiscalía de Madrid se opone frontalmente a la salida de prisión del agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que fue detenido a finales del pasado año junto a un subordinado por filtrar presuntamente información confidencial sobre Rusia a los servicios secretos de Estados Unidos. El fiscal considera que "subsiste de forma elevada el riesgo de fuga" porque la trayectoria profesional del espía le da sobrada capacidad para poder marcharse de España sin ser detectado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, según la información a la que ha tenido acceso El Independiente.

El abogado del mando ha recurrido por segunda vez la entrada en prisión provisional de su cliente que se encuentra en el módulo de seguridad de la madrileña cárcel de Estremera desde el pasado 30 de septiembre de 2023. La Audiencia Provincial de Madrid ya ratificó en octubre la proporcionalidad de la medida acordada por el juez después de que el propio CNI interpusiera la denuncia alertando de que había habido una exfiltración de sus archivos confidenciales que fue detectada en un control rutinario interno.

Pero ahora el militar –que se enfrenta a un delito de revelación de secretos (con penas de hasta siete años) y otro de alta traición (con penas de entre seis y 12 años)– vuelve a intentarlo alegando que se están realizando continuas filtraciones del sumario a la prensa por parte del centro de espías y que las testificales realizadas hasta el momento desmontan el delito de traición.

Como avanzó este medio, el instructor ha tomado declaración ya a la jefa de asuntos internos del CNI y a otro alto cargo y ahora debe decidir si excarcela al agente como ya hizo con el otro detenido. Fuentes cercanas a la causa revelan que este agente no es uno cualquiera, forma parte de la parte más alta de la estructura del Centro, liderando el área de Contrainteligencia de Rusia y lleva aproximadamente 20 años en la Casa "con las habilidades y capacidades profesionales que ello conlleva".

El fiscal se apoya en esta idea para pedir que no salga de prisión provisional. En su escrito, presentado el pasado 11 de junio, alega que el agente tiene la capacidad de "pasar desapercibido" y abandonar el país eludiendo los controles fronterizos debido a los "contactos" en el extranjero que tanto él como el otro detenido desarrollaron durante su actividad profesional.

Pide traslado a un centro militar

Además, la defensa del mando ha presentado otro recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid para que trasladen al espía a un Centro Penitenciario Militar. El instructor ya desestimó esta idea el pasado 24 de mayo tras recibir comunicación de Instituciones Penitenciarias en la que se justificaba que no procedía este viaje porque consideran que como él estaba en "servicios especiales" en el momento en el que supuestamente se cometieron los delitos, no se le puede considerar militar. Así lo dice el artículo 2 del Código Penal Militar.

Él, en cambio, dice que "pervive" esta condición y ha recurrido la decisión a la Audiencia. En este sentido, el fiscal también se ha opuesto. La investigación ha sido asumida finalmente por el Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid que mantiene bajo la lupa hasta qué punto la información que salió de sus archivos y llegó hasta los agentes de Washington. El caso provocó un roce diplomático que se gestionó en una reunión entre la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reynoso.