A la plaza Venezuela le precede la ‘plaza circular’. En ella una escultura recuerda a Diego López de Haro, a quien se asigna la fundación de Bilbao en 1300. Desde otro de los accesos la escultura que preside el camino es la de Sabino Arana, el fundador del PNV en 1895, a escasos metros de la sede del partido. Ambas calles desembocan en un tercer busto, el de Simón Bolivar ‘el libertador’. La suya está cerca del consulado de Venezuela y la sede de EH Bildu. Son dos de los 'inquilinos' de la Plaza Venezuela de Bilbao. Este ‘callejero’, situado en pleno centro de la capital vizcaína, conforma un extraño y peculiar ‘triángulo chavista’ que se completa con el apellido de una de sus vecinas, un apellido de peso en el régimen de Maduro.

Desde julio de 2021 la máxima autoridad del consulado que presta servicios a los venezolanos residentes en Euskadi, Cantabria, Navarra y La Rioja es Glenna Cabello, la hermana de Diosdado Cabello, el hombre fuerte de Maduro y actual titular del ministerio de Interior del régimen. La cónsul general de Venezuela en Bilbao, a su modo, también sirve al régimen desde Euskadi. Lo hace ninguneando a los críticos al régimen y apoyándose en los ‘amigos’. Algunos los tiene a apenas unos pasos del consulado.

En la Plaza Venezuela, cerca del Nervión y el ayuntamiento de la ciudad, está la izquierda abertzale. Fue ahí donde decidió abrir su nueva sede en Bilbao. Una ubicación que ha reforzado el entendimiento entre la coalición que lidera Arnaldo Otegi y el régimen Venezolano, en especial desde que Glenna Cabello asumió la responsabilidad consular. Sólo en los últimos días la sintonía parece haberse enfriado levemente. Un paso atrás traducido en la exigencia por parte de Bildu de “pruebas” sobre las acusaciones hechas por Maduro y Diosdado contra los dos ciudadanos de Bilbao detenidos, y para reclamarle la presentación de las actas electorales con las que poder dar la legitimidad definitiva a la victoria de Maduro que ya EH Bildu dio por buena la misma noche electoral.  

Un 'barrio de amigos'

Pero la sangre no llegará al río. La convivencia entre EH Bildu y el Consulado de Cabello en la Plaza ha sido y es de buenos vecinos. Ambos comparten barrio, el más caro de la ciudad. Desde las ventanas de sus despachos pueden verse. En la lonja en la que hoy está la embajada antes pagaba el alquiler Elkarrekin Podemos, otro de los ‘amigos’ de Venezuela.

Los dirigentes de la izquierda abertzale han frecuentado muchos de los actos promovidos por Cabello como cónsul general. Se han fotografiado con ella, han mantenido encuentros y han participado en diversos eventos. Glenna también ha correspondido a sus vecinos de plaza. Lo ha hecho participando en actos especialmente queridos por la izquierda abertzale como la ‘korrika’, una carrera popular en apoyo al euskera. La escena incluso se ha convertido en la imagen principal de la cuenta del consulado venezolano en la red X. La cónsul general no dudó en tomar el testigo para recorrer, ataviada con banderas, colores y trajes de su país, un kilómetro en apoyo a la lengua de los vascos. En las redes sociales del consulado tampoco falta apoyo a los actos de organizaciones como las juventudes de Sortu, Ernai, el sindicato afín ELA o a otros movimientos de la izquierda abertzale.  

En la Plaza Venezuela de Bilbao que preside un busto de Simón Bolívar la oposición también está presente. Lo está en especial desde las pasadas elecciones del 28 de julio. El régimen autorizó a EH Bildu enviar una delegación de ‘observadoras’ a los comicios. Años atrás fueron invitados a la toma de posesión de Maduro. En cambio, a sus compatriotas residentes en Euskadi, Navarra, Cantabria y La Rioja apenas les dejó votar. Poco más del 10% de los miles de venezolanos residentes en estas comunidades autónomas –alrededor de 25.000 sólo en el País Vasco- pudieron ejercer su derecho.

"No queremos saber nada con esa gentuza"

La hermana de Diosdado es diplomática de carrera. El destino anterior al de la capital vizcaína fue París. Abandonó la capital francesa antes de que en julio de 2023 la Justicia francesa fallara en su contra en un caso en el que denunciaba una presunta amenaza de muerte por parte de una periodista gala. En julio de 2021 asumió la dirección del consulado, “pidió un destino que estuviera cerca de Francia”, asegura asegura Alexeidry Meneses, portavoz de la plataforma de Venezolanos en Bilbao. El nuevo consulado se ubica frente al busto de Simón Bolívar: “Poder ver a nuestro Libertador todos los días desde nuestras ventanas mientras trabajamos, es realmente un privilegio”, aseguró en su acto de inauguración.

En este ‘triángulo chavista’ en el corazón de Bilbao ha habido actos de apoyo a Maduro liderados por Glenna Cabello, en el que no ha faltado el respaldo abertzale. Pero en el mismo lugar en las últimas semanas los que más se repiten son las protestas contra el régimen. Ayer tuvo lugar una cacerolada. Esta vez para denunciar la detención de dos jóvenes bilbaínos. Quienes acudieron apenas eran una veintena, pancartas y cacerolas en mano y con la imagen de Edmundo González para reivindicarlo como presidente electo de su país.

Desde las pasadas elecciones, cada semana se concentran ante el consulado para denunciar la vulneración de derechos en Venezuela. Cuando ellos protestan el consulado se cierra: “Lo hacen siempre, dicen que hasta que no nos vayamos no atenderán a nadie”, afirma Meneses. En realidad, las primeras protestas se remontan a 2014 cuando Cabello aún no había asumido el consulado, “y entonces ya nos presionaban fotografiándonos cuando nos manifestábamos”. Meneses afirma que la cónsul no tiene trato con la comunidad venezolana residente en Bilbao. “El 95% somos opositores, hemos emigrado por el régimen”, afirma, “y tampoco queremos saber nada con la gentuza de esta dictadura”.