El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, recalcó desde Bruselas este jueves que el Gobierno no ha tenido nada que ver con la negociación del Ejecutivo venezolano y el candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia. Acuerdo desvelado ayer por el político asilado en Madrid en un comunicado, en el que denunció "coacciones" por parte de la vicepresidenta del régimen chavista, Delcy Rodríguez, y su hermano, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, para que reconociese por escrito la victoria de Nicolás Maduro pese a las dudas internacionales y la falta de publicación de las actas por parte del oficialismo. Era la forma de poder abandonar libremente y exiliarse en España.

Conocido este dato, desde el PP esta mañana el vicesecretario de Institucional y eurodiputado, Esteban González Pons, acusó al Gobierno de ser partícipe del "golpe" en Venezuela y de haber contribuido a esa presión para dar salida a González Urrutia. "Ha sido cooperador necesario", incidió el valenciano. Algo que ha hecho al PSOE pedir la dimisión del cargo popular. En ello insistió Albares desde la sede comunitaria, donde acudió a una reunión con su homólogo británico y la Comisión sobre la situación de Gibraltar tras el Brexit. "[Alberto Núñez] Feijóo debería desautorizar a Pons", quien ha "calumniado e injuriado públicamente a España, a su Servicio Exterior y a sus diplomáticos". Para él, la actuación de todos es "intachable" y trabajan "en favor de la paz, la democracia y la libertad de Venezuela". A su juicio, "los eurodiputados del PP ensucian la imagen de España" y del cuerpo diplomático con resoluciones aprobadas con la extrema derecha en la Eurocámara, para el reconocimiento de González Urrutia como legítimo presidente venezolano.

Yo exijo al señor Feijóo que desautorice al eurodiputado [González Pons] que ha calumniado a España y acusa a España de cosas que son absurdas pero tremendamente injuriosas para nuestro país", dice Albares

Albares se pronunció al mismo tiempo que Feijóo, que se encontraba en Roma tras una reunión con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en la que abordó el tema migratorio. Tras ella el dirigente popular pidió a Albares que dimita, porque considera que "la diplomacia española no puede estar al servicio de un régimen dictatorial". De Pedro Sánchez dijo que le tendrá a su lado "si está con la democracia". "Si está con la dictadura, me tendrá enfrente".

Pide respeto a las decisiones de González

Albares pidió respeto a las decisiones de González Urrutia, "complicadas" en un momento como este. De hecho, recalcó que el candidato opositor le "agradeció la labor del Gobierno de España" en este proceso. El cuerpo de diplomáticos español, en alusión al embajador español en Venezuela, "no tiene nada que ver con el documento o la salida", apuntó. "El embajador tenía instrucciones precisas de no inmiscuirse" en nada, para que González Urrutia "tomase la decisión que realmente quería", tanto venir a España como seguir en la residencia del embajador. "Y por eso hablé personalmente con él", continuó. Si hubo contactos, solo fueron "exclusivos para eso".

La diplomacia española no puede estar al servicio de un régimen dictatorial", señala el jefe del PP. Si Sánchez está "con la dictadura", le tendrá "enfrente"

Según Albares, el embajador siguió al pie de la letra esas instrucciones. Así se lo confirmó "ayer en una conversación" él mismo. "Recibir, alojar a él y a su esposa, y no inmiscuirse en las gestiones" que pudiese haber con el Gobierno venezolano. Respecto a las fotografías publicadas este jueves del momento de la firma de González Urrutia, la presencia del embajador se debe a que "compartían el mismo espacio físico" en la residencia. "Pero él cumplía esas órdenes", dejando "total libertad" al candidato "para hablar y recibir a quien quiera" sin participación española.

"Lo que haya podido o no firmar les corresponde a ellos. España no tiene nada que ver con la negociación de ningún documento", advirtió el ministro, que limita solo a funciones diplomáticas la gestión del aterrizaje de la nave y el desplazamiento desde la embajada a España. Es decir, que no hubo negociaciones políticas y mucho menos aún contrapartidas.