Un eurodiputado eslovaco soltó este miércoles una paloma blanca viva en pleno debate del Parlamento Europeo con el objetivo de pedir la paz en Europa y dijo que se trata de su manera de despedirse de la institución, ya que no aspira a repetir como eurodiputado tras las elecciones de junio.

El eslovaco Miroslav Radačovský, que pertenece a un pequeño partido de extrema derecha llamado Patriot – fundado por él mismo -, participaba en un debate sobre los retrocesos en la legislación ambiental en la Unión Europea cuando, de repente y ante el asombro de sus compañeros, ha metido las manos en una bandolera que llevaba puesta y ha sacado una paloma viva. “Esta es mi última intervención en este Parlamento y me gustaría desear la paz a toda Europa, a todo el mundo, a los rusos y ucranianos. Me gustaría liberar este pájaro como un símbolo de la paz. Que esta paloma nos una a todos y nos haga darnos cuenta de que lo que necesitamos es paz”, dijo Radačovský.

El pájaro salió volando de sus manos y se posó en la mesa alargada que preside el hemiciclo y donde habitualmente se sienta la presidenta, Roberta Metsola, o alguno de los vicepresidentes que esté dirigiendo la sesión. En este caso era el alemán Jan-Christoph Oetjen, quien preguntó al diputado eslovaco si podría atrapar a la paloma suelta cuando ésta volvió a echar a volar. “Se va a casa”, replicó Radačovský abandonando el micrófono central.

La eurodiputada de los Verdes Caroline Roose tomó la palabra inmediatamente después para criticar el uso de un animal para mandar un mensaje político y preguntarse “dónde está el bienestar animal en este gesto”, que tildó de “completamente inaceptable”. “Estoy completamente de acuerdo, reportaremos este incidente a la presidenta y esperamos que el animal esté bien”, contestó Oetjen, que permitió que la sesión continuara.

No es la primera vez este mandato que un animal vivo trastoca el desarrollo de un pleno del Parlamento Europeo: en diciembre, minutos después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pronunciara un discurso en el hemiciclo para cerrar la presidencia española del Consejo, se pudo oír a un perro ladrando desde la tribuna de invitado.