Esta semana la Unión Europea ha anunciado que discutirá sobre si seguir con la operación Aspides, o EUNAVFOR Aspides, contra los ataques de los hutíes en el Mar Rojo a los buques mercantes que cruzan el estrecho de Bab al-Mandeb rumbo al Mar Rojo.Vinculada a ella está en curso también la Operación Guardián de la Prosperidad, con el objetivo de derrotar a los hutíes. La primera es defensiva; la segunda, ofensiva. Por otro lado, diferentes investigaciones han evidenciado que el grupo islamista Al Shabab, facción de Al Qaeda en Somalia, y los hutíes yemeníes, colaboran estrechamente en aprovisionamiento y formación. Si bien se sabía desde hacía meses que se mantenían contactos, ahora se ha puesto en evidencia.

Esta situación genera un nuevo marco que pone en jaque las rutas de aprovisionamiento de la Unión Europea con Asia a través del Canal de Suez, por un lado, y eso sucede cuando el puerto de Eilat, en Israel, ya ha sido alcanzado por misiles hutíes. Estos hechos hacen que nos planteemos hasta qué punto la situación en el Bab al-Mandeb es demasiado compleja como para confiar en una misión de mantenimiento de paz o simplemente garantizar el paso frente a los ataques hutíes, cada vez más intensos.

Si han conseguido establecer rutas de aprovisionamiento constantes entre Yemen y Somalia, es decir, han burlado la misión encabezada por Estados Unidos y el Reino Unido, al igual que la que lleva bandera comunitaria europea, quizá haya que promover una nueva estrategia.

Es normal que haya Estados como España que se muestren reticentes en desplegar efectivos navales allí, pues la utilizad de los mismos parece nula contra el armamento de los hutíes. En su lugar, se debería optar por la vía diplomática a través de Irán, principal aliado regional y aprovisionador de la facción yemení, para conseguir que los Partidarios de Dios, nombre de los hutíes, dejen de atacar los barcos comerciales que transitan por el estrecho del Mar Rojo.

La confirmación que tienen presencia en Somalia es un hecho relevante, pues significa que tienen presencia a cada lado del mar Rojo, por lo que la situación es mucho más compleja que hace un año. Hay que resaltar, además, que la anarquía reinante en Somalia ha dado oportunidad para que se relance la piratería, que esta vez simpatiza y lucha no por cuenta propia parece ser, sino con Al Shabab y los hutíes de la mano. 

Y esta situación abre un dilema en la Unión Europea. Hay diferentes Estados de la Unión Europea, como Francia y Alemania, que consideran que con la República Islámica de Irán hay que calcular mucho las decisiones que se adopten. Las diferentes sanciones hasta el momento no han servido para que dejen de lado sus ideas sobre desarrollar un programa nuclear, ni tampoco sancionar a diferentes responsables militares ha cambiado política alguna. En cambio, se considera que el acuerdo JCPOA, Plan de Acción Integral Conjunto, sí que ha conseguido establecer canales y compromisos claros entre Irán y el resto de los firmantes, aunque Estados Unidos se retirara. Escalar con los hutíes sería también escalar con Irán, de ahí que la situación de Yemen sea de especialmente sensible

Aun así, hay una cuestión clara, los ataques contra los diferentes mercantes que pasan por Bab al-Mandeb son, en base al derecho internacional, actos ilegales. Y, por ende, se tiene que garantizar que transiten con seguridad por las aguas internacionales. La ruta comercial alternativa es a través del Cabo de Buena Esperanza, con un viaje que dura 10 días más que a través del Canal de Suez, y que eleva el coste de cualquier producto un 35%.

Tal como informó Al Jazeera en febrero pasado, un barco de contenedores que quiera comunicar Yibouti con Odesa, tardaría 38 días en lugar de ocho a través de Suez. Un barco con gas licuado desde Doha al Reino Unido, 34 en lugar de 19. Un barco de arroz entre la India y Estados Unidos, 36 días en lugar de 19 días por Suez. Y de Shanghái a Rotterdam tardaría 43 días en lugar de 33 días. Estas demoras incrementan los costes de los bienes, de las rutas, de los productos finales, entre otros factores.

La influencia de los hutíes en el Cuerno de África irá en aumento. Desde el gobierno secesionista de Somalilandia han expresado que la base de Etiopía en Berbera ayudará a combatir la piratería y a los hutíes como tal. Es un ejemplo de cómo un conflicto situado en un punto concreto involucra a cada vez más actores.

El viernes, diferentes responsables del gobierno yemení pro hutíes anunciaron que el puerto de Adén, bajo autoridad del Consejo de Transición del Sur, pasaría a estar bajo autoridad y gestión de Emiratos Árabes Unidos, un hecho que sería castigado. Si ataca el puerto de Adén, aún será más difícil transitar por el estrecho, con lo que las rutas se alargarán aún más.

La UE tiene frente a sí a una facción muy bien organizada, que sabe combinar el ejército regular co las fuerzas irregulares

La Unión Europea tiene frente sí a una facción muy bien organizada, que sabe combinar el ejército regular con fuerzas irregulares. Esto les da una clara ventaja frente a cualquier otro Estado, aunque su tecnología y recursos sean mucho más limitados. Todo parece indicar que no se dejaran amedrentar por muchos buques de guerra que se desplacen allí, ni tampoco que sus ataques vayan a cesar aunque sean golpeados.

Así pues, aparecen los dilemas: cómo gestionar una crisis que afecta a los precios de consumo con el incremento del coste de transporte, cómo coaccionar a una facción que sabes que no podrá ser derrotada, ni tampoco tienes interés en derrotar, porque sería ir a una guerra regional sin futuro claro, y cómo garantizar el derecho internacional sin mecanismos para hacerlo. Son preguntas que no tienen respuesta sencilla, si es que la tienen, y que formaran parte de los retos a los que tendrán que hacer frente las nuevas autoridades de la Unión Europea. 


Guillem Pursals es doctorando en Derecho (UAB), máster en Seguridad (UNED), y politólogo (UPF). Especialista en conflictos, seguridad pública y Teoría del Estado. Aquí puede leer todas sus columnas.