La sede socialista en Ferraz escenifica hoy una guerra interna que se debate dentro y se batalla fuera. El Comité Federal del PSOE enfrenta este sábado las dos corrientes del partido: los críticos y los sanchistas, que se debaten entre el 'no es no' de Pedro Sánchez o la abstención de Rajoy.
En caso de salir la segunda opción, es decir, un 'no' a la propuesta de Sánchez de primarias y Congreso Extraordinario, el secretario general dejará su cargo, según anunció este viernes; un anuncio que añadió crispación en los aledaños de la sede, donde los militantes se reunieron para apoyar al líder socialista -autodenominado "en funciones"- pese a la petición expresa del PSOE de no hacerlo, y pese a lo apacible que, de primeras, se presenta un sábado a esas horas.
Al punto de la mañana, mientras algunos volvían de despedir al viernes, una decena de simpatizantes ya aguardaba a las puertas de la sede y recibía a gritos a los primeros dirigentes en llegar. Hacia las ocho de la mañana, ya estaba en el interior de la sede el número dos del partido, César Luena. También lo estaba Verónica Pérez, la presidenta del Comité Fedral; la misma que se reclamó este jueves como "la única autoridad" del PSOE tras la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva. En aquella ocasión, según denunció, no pudo pasar más allá del recibidor, y en ésta ha acudido con una hora de antelación para evitar el acoso de los simpatizantes socialistas.
Pancartas, camisetas y voz de viernes noche para corear 'no es no' tanto a los críticos como a los 'sanchistas'
La reunión, prevista para las 9, aún no había empezado una hora después, cuando los militantes se convirtieron en un pequeño tumulto de un centenar de personas. Entre los manifestantes, el primero en levantar la voz con más fuerza llamó la atención del avispero de periodistas para, poco después, ser reconocido en las redes como un activista cercano a Podemos, identificado como Lagarder Danciu. No eran muchos, pero iban dispuestos. Pancartas, camisetas y la voz vestida de viernes noche para corear un "no es no" indistinto, tanto a los críticos con la dirección como a los partidarios de Sánchez, como Patxi López o Meritxell Batet. Durante los recesos, eso sí, los representantes de la federación andaluza eran los más criticados al abandonar momentáneamente la sede de Ferraz.
Varios miembros del Comité, durante los parones, han pedido calma a los manifestantes congregados en la puerta, que han llegado incluso a zarandear a alguno de los asistentes. Cerca de las cuatro de la tarde, la Policía Nacional ha terminado formando un cordón de seguridad para permitir el acceso y la salida del edificio de manera segura.
Barreda y Madina, los peor recibidos
Los críticos, antes, habían madrugado para evitar los enfrentamientos. Una de las primeras en llegar fue Susana Díaz, que accedió a la sede en coche por el garaje a eso de las ocho y veinte. A la presidenta andaluza le ha seguido cinco minutos después su delegación andaluza: Manuel Jiménez Barrios, Francisco Reyes y Miguel Ángel Heredia. Poco después se produjo la llegada de Eduardo Madina y José María Barreda, ex presidente de Castilla-La Mancha, que no se libraron de la presión y fueron recibidos entre gritos de “traidores”, “golpistas” y “tejeros".
Los miembros del Comité Federal tuvieron que resistir el paseíllo en el tumulto, entre resignados e impasibles.La Policía apareció a eso de las nueve de la mañana, discreta. Un par de camiones y un furgón. En principio, sólo una intervención, cuando tuvieron disolver a la militancia que, en un momento dado, se instaló frente a la sede bloqueando el paso a los coches. Más tarde, a eso de las 11, optaron por cerrar la calle a los coches, que bloqueaban el paso a los manifestantes.
Consignas como "no es no" se convirtieron por momentos en la canción del verano
Quienes acudieron a Ferraz iban a hacer ruido. Las cámaras, apostadas en la acera de enfrente como un pelotón de fusilamiento, grababan cualquier escena salida de tono, cada improperio, como entreactos del drama socialista. Los protagonistas, entre la adrenalina y el calor de los focos, se encendían, complacidos. “Pedro, amigo, PSOE está contigo”, era uno de los cánticos que, junto con el “no es no” se convirtió por momentos en la canción del verano.
Javier Lambán, presidente de Aragón, y José Blanco, ex ministro de Fomento, también fueron víctimas de estos lemas en una jornada en la que la crispación fue en aumento. Muy distinta fue la llegada de Miquel Iceta, recibido entre aplausos. El líder socialista catalán asegura que vienen a “hablar y debatir” y que “cosas peores se han podido arreglar”. Unos minutos antes también hablaba José Antonio Pérez Tapias y argumentaba que “no se puede cargar la responsabilidad de la crisis del PSOE en los hombros de Pedro Sánchez”. También remarcaba que no debía haberse “forzado una dimisión” cuando estaba el Comité “organizado para debatir”.
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