Susana Díaz busca la fórmula para arrebatarle a Pedro Sánchez la bandera de la renovación del PSOE. Sus constantes llamamientos a reconstruir el partido y a debatir sobre la organización antes de elegir nuevo secretario general persiguen mermar la principal fuerza del ex líder: su identificación con la modernización del PSOE.
Con ese objetivo, la baronesa andaluza se plantea convocar un gran debate sobre el futuro del partido coincidente con la presentación de la ponencia política que se aprobará en el congreso federal de junio. Fuentes de la Gestora explican que aún no está decidida la fórmula de ese debate, entre las que barajan una Conferencia Política en primavera.
Díaz apuesta por un gran debate antes de las primarias
Por su parte, el entorno de la presidenta andaluza también apuesta por esa convocatoria para realizar "un gran debate y una gran movilización de las agrupaciones y las federaciones" previa a las primarias. No obstante, otros referentes históricos del PSOE consideran que la convocatoria de la Conferencia Política no procede justo a las puertas de un congreso ordinario.
Con ese debate, el PSOE resolvería cuestiones como la regulación de las primarias e impediría así que Pedro Sánchez levantase esa bandera en una eventual competición con Díaz. Resuelto el modelo de partido, el congreso federal se limitaría a elegir al mejor secretario general posible, sin vincularlo con ninguna propuesta orgánica. Pedro Sánchez ya no sería el candidato de los militantes que reclaman más participación.
Ese cónclave podría celebrarse en primavera, en marzo o abril, para limitar la batalla de las primarias a mayo y junio. Si Susana Díaz resultase elegida secretaria general, el verano sería propicio para abandonar la Junta de Andalucía de la forma menos ruidosa posible.
Regular las primarias
Entre los asuntos más relevantes que debe debatir el PSOE destaca el encaje de las primarias. Esta fórmula se improvisó en julio de 2014 tras la propuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces secretario general, y Eduardo Madina, su candidato a la sucesión, para cortar el paso a Susana Díaz. Posteriormente se elaboró un Reglamento para regular su funcionamiento, aunque existen numerosas lagunas. Además, destacados barones, como la propia Díaz, han cuestionado este sistema al considerarlo "asambleario" o "podemita" y contrario a la democracia representativa que utiliza el PSOE.
En segundo lugar destaca el modelo territorial que defenderá el partido en caso de una posible reforma de la Constitución, y particularmente sus relaciones con el PSC, que siguen en el aire.
Cuando el Comité Federal convoque el congreso se cierra el censo
Precisamente ése es uno de los principales motivos para que la Gestora no convoque ya el congreso. El día en que el Comité Federal aprueba esa convocatoria se cierra inmediatamente el censo de militantes. A Susana Díaz le conviene mantener la espada de damocles sobre el PSC con la advertencia de expulsar a sus 18.000 militantes de los órganos de decisión del PSOE. De esta manera, hasta que no se clarifiquen las relaciones entre ambos partidos no se convocará el congreso ni se podrá cerrar el censo de afiliados que votarán en las primarias.
Por su parte, los críticos quieren plantear dos debates también sobre la mesa: qué relación debe tener el PSOE con Podemos, especialmente si se mantendrá el veto a gobernar juntos algún día; y si un Comité Federal puede volver a destituir a un secretario general.
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