La Audiencia Provincial de Madrid frenó a finales de diciembre el proceso que habría terminado con la segunda autopista liquidada en España: la denominada Autopista de Circunvalación de Alicante (Cirsalsa), una autopista de peaje de 30 kilómetros que rodea la capital alicantina. La AP-36 Ocaña-La Roda continúa siendo así pues la única carretera de las nueve de peaje españolas en bancarrota liquidada por orden del juez, como adelantara El Independiente el pasado 13 de diciembre.
Así lo ha sabido este medio a través de fuentes del proceso concursal: la Circunvalación de Alicante, al igual que la AP-36, se halla en fase de liquidación, pero el tribunal que compone la Audiencia Provincial de Madrid ha dictaminado que necesita más tiempo material para estudiar la propuesta de convenio solicitada por el Ministerio de Fomento. De esta manera la liquidación de este tramo de la AP-7 (la Autopista del Mediterráneo) queda paralizada sine die, aunque varias fuentes calculan un plazo de cuatro meses aproximadamente.
El tribunal evita que Cirsalsa sea la segunda autopista de pago liquidada y la concede una prórroga
Nada de eso sucedió con la autovía liquidada entre Ocaña y La Roda. El auto de la Sección Vigesimoctava de la Audiencia desestimó el recurso de Fomento y abocó a la AP-36 a su absorción por parte del Estado, con implicaciones hasta ahora desconocidas. "Con la AP-36 los jueces han resuelto y con la Circunvalación de Alicante todavía no. Por tanto, la AP-36 va un poco por delante", resumen personas conocedoras de la situación.
La liquidación implica la activación de la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), es decir, la garantía estatal por la cual Fomento tendrá que pagar una compensación a las concesionarias (constructoras españolas) y a la banca acreedora para evitar nacionalizar gratis. La RPA nunca se ha utilizado para una autopista de peaje quebrada antes en el país y tendrá que ser calculada por un juez o un administrador concursal.
Parte de la AP-7, tiene una deuda de 250 millones. Su accionista mayoritario es ACS (50%)
Ciralsa, con una deuda estimada en alrededor de 250 millones, fue una de las nueve autopistas que solicitaron el concurso de acreedores en cascada a partir de 2012. Su accionista mayoritario es ACS con el 50%, mientras que el resto del capital se divide entre Abertis y Globalvía a partes iguales (25% cada una).
La carretera que surca el Campo de Alicante fue inaugurada el 10 de diciembre de 2007, en los estertores de la burbuja inmobiliaria. Su trazado paralelo a la circunvalación original alicantina ha hecho que el tráfico estuviera los últimos nueve años muy por debajo de las previsiones del Ministerio de Fomento.
La máxima intensidad de tráfico se contabilizó en 2008 con 9.990 vehículos diarios de media y a partir de entonces el registro de desplomó. Su liquidación ahora tendrá que esperar. La situación en las carreteras de peaje españolas está completamente enrarecida, reconocen fuentes ministeriales. Y los fondos buitre continúan comprando indiscriminadamente deuda de las nueve carreteras de pago, con lo que la interlocución se hace cada vez más difícil.
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