La fuerza del sur está amainando estos días. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, aspirante a secretaria general del PSOE, está viendo cómo se reducen sus aforos en los últimos actos celebrados fuera de la comunidad. El último 'pinchazo' se ha producido este miércoles en Cataluña, donde también reunieron escaso público este lunes Eduardo Madina y José Luis Rodríguez Zapatero. Esta escasa capacidad de convocatoria, sumada al éxito de los mítines de Pedro Sánchez, ha disparado el nerviosismo entre los partidarios de la presidenta andaluza.

Algo más de un centenar de personas ha acudido este lunes al Hotel Palace de Barcelona a escuchar la propuesta de Susana Díaz para liderar el PSOE. Un aforo modesto, con el que la presidenta de Andalucía ha llenado el salón principal sin necesitar anexos como los que exigió, por ejemplo, la visita del delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, en este mismo foro.

Me siento muy querida en Cataluña", asegura Díaz

En la mesa presidencial, Susana Díaz ha contado con la cúpula del PSC, encabezada por su primer secretario, Miquel Iceta, que ha actuado como anfitrión. Le han acompañado Angel Ros, presidente del PSC, Núria Marin,  y el líder socialista en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni. Junto a ellos, los principales valedores de Díaz en Cataluña, Antonio Balmón y Celestino Corbacho. En cuanto a la representación empresarial, la habitual en este ámbito, Susana Díaz ha compartido la mesa principal con el presidente de Freixenet Josep Lluís Bonet.

La presidenta andaluza ha querido desmentir la malquerencia que su principal valedor, José Luis Rodríguez Zapatero, denunció en Barcelona y ha asegurado hoy sentirse "muy querida" en Cataluña. "Yo creo que sí se me quiere, recibo mucho cariño" ha asegurado Susana Díaz a la primera pregunta del público, referida precisamente a esas declaraciones de Zapatero.

La candidata confronta con Sánchez sobre el concepto de nación

Díaz ha respondido también a la apuesta de Pedro Sánchez por el reconocimiento de Cataluña como nación, para rechazar esa postura. "Eso no está en la declaración de Granada, entiendo que Cataluña tiene fuerte identidad nacional y creo necesaria reforma constitución para darle un encaje definitivo" ha apuntado, pero "hay quien habla de nación para hablar de estado y eso supone modificar articulo 2 de Constitución".

La presidenta andaluza ha defendido como alternativa el artículo 5 del Estatut  en el que se recogen los derechos históricos y singularidades de Cataluña. "Puede formar parte del proyecto federal de país en el que creo", ha concluido.

(aclaración, el vídeo original es @agcalderon1508)

 

Ya el domingo, Susana Díaz volvió a 'pinchar' en Valencia. Unas 400 personas acudieron a un polideportivo de Elche para escuchar el mitin de la aspirante a ganar las primarias del PSOE. El recinto tiene capacidad para mil personas, por lo que los organizadores tuvieron que retirar sillas, como recogen distintos vídeos en las las redes sociales.

El martes, apenas 200 personas asistieron a su mitin en el Palacio de Festivales de Santander, una cifra similar a la alcanzada por Patxi López en Torrelavega el 26 de marzo. Hace dos semanas, en el Paraninfo de la Universidad, Pedro Sánchez reunió a mil personas de público.

La falta de entusiasmo en los mítines de la baronesa andaluza también se está extendiendo a otros miembros de su equipo. Muy significativo resultó que Eduardo Madina sólo congregara a 50 personas el sábado en Pamplona. La mayoría de ellos eran ex secretarios generales y cuadros medios del partido.

La plataforma 'Navarra con Susana Díaz' había organizado un acto para el diputado vasco y el concejal del Madrid Antonio Miguel Carmona. En su transcurso, Madina aseguró que la candidatura de Díaz se trata de un "proyecto colectivo de 200.000 personas que son las dueñas de la papeleta que van a querer meter en la urna de estas primarias para marcar el futuro de este partido".

Mientras los pinchazos se suceden en la candidatura de Díaz, Pedro Sánchez sigue llenando sus actos, especialmente en Andalucía. En Huelva, provincia socialista controlada por Mario Jiménez, portavoz de la Gestora, el ex secretario general concitó a 700 personas. Entre ellos se encontraban históricos del PSOE provincial y actuales dirigentes socialistas.

Además, cinco ex presidentes socialistas de la Diputación de Málaga han firmado este miércoles su aval a Pedro Sánchez, según ha confirmado el ex dirigente que fuera también presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, histórico guerrista de la comunidad. Se trata de Juan Fraile, Salvador Pendón, Antonio Maldonado y José María Ruiz Povedano, que han coincidido en el Día de Málaga y han confirmado tal posición a los periodistas.

Con el ánimo elevado, Sánchez acudió el martes a Córdoba, donde se reunió con 300 militantes, mientras organiza un gran acto en Jerez el jueves 4 de mayo, en plena Feria de Abril de Sevilla. Su objetivo es superar el aforo reunido por Susana Díaz en Jerez, donde la presidenta presumió del apoyo orgánico de prácticamente todo el PSOE andaluz.

Esta dinámica de público escaso mientras Sánchez aumenta su presencia en Andalucía ha disparado el nerviosismo en el entorno de la presidenta y los principales partidarios de su candidatura. Por primera vez desde que Díaz dio el paso, en su equipo se admite como posibilidad la victoria de Pedro Sánchez, un extremo que hasta ahora negaban vehementemente.

En el auge adquirido por el ex secretario general en los últimos días también influye la situación del PP por los casos de corrupción que le afectan. La operación Lezo con todas sus derivadas, la declaración de Mariano Rajoy como testigo en el juicio de Gürtel y el dinero oculto de Rodrigo Rato, entre otros, han dado nuevos argumentos a Pedro Sánchez para defender su 'no a Rajoy' y reprochar a los barones que le derrocaron que facilitaran el Gobierno a un partido corrupto.

En esta materia, tanto Susana Díaz como la Gestora matienen un perfil muy bajo, conscientes del daño que les hace la corrupción del PP tras la investidura de Mariano Rajoy con la abstención del PSOE.

En este contexto, partidarios de Díaz achacan al nerviosismo el "error" cometido por Zapatero el lunes en Cataluña, cuando atribuyó la falta de apoyos a la presidenta a su condición de "mujer y andaluza". El ex presidente del Gobierno generó un fuerte malestar en el PSC con esas declaraciones que se vio agravado por la comparación que estableció entre Susana Díaz y la fallecida Carmen Chacón.