¿El nivel educativo de los jóvenes influye en sus oportunidades en el mercado laboral? Según el estudio del Observatorio Social de la Fundación "la Caixa", La educación y sus efectos sobre las oportunidades de la juventud, sí. Y mucho. De hecho, la tasa de ocupación aumentó ocho puntos desde 2001 hasta 2021, siendo mayor entre los jóvenes con una formación superior que entre los que tienen un nivel de estudios básicos (primaria o ESO).

El estudio, como ha subrayado el director general adjunto de la Fundación "la Caixa", Juan Ramón Fuertes, ha sido fruto de un trabajo que ha durado 15 meses. Un informe que, a su vez, se divide en tres artículos enfocados en sendas temáticas –cualificación, temporalidad y sociabilidad– dentro de la educación, la juventud, y las oportunidades laborales actuales.

Las jóvenes españolas, más cualificadas que la media europea

En el primer informe, La educación y sus efectos sobre las oportunidades de la juventud, se muestra una tendencia al alza "constante a lo largo de las dos últimas décadas que se sigue observando en la actualidad y que es más fuerte en las chicas", tal y como afirma Pedro Abrantes, coautor del estudio e investigador de la Universidade Aberta y el ISCTE –Instituto universitario de Lisboa. Así, aunque la desigualdad de género "se ha ampliado para las jóvenes con bajos niveles educativos, casi desaparece entre las que tienen estudios universitarios".

En 2023, el porcentaje de mujeres de entre 25 y 34 años con estudios universitarios se sitúa en el 57%, por encima de la media europea (47%). Igual que los hombres españoles (44% frente al 36% de los varones con estudios universitarios del Viejo Continente). Además, dentro de esos estudios superiores, "los jóvenes con una FP tienen tasas de ocupación más elevadas que aquellos con estudios de Bachillerato", puntualiza Abrantes.

Más cualificaciones superiores, pero también más estudios básicos

En 2011, el 40% de los jóvenes españoles tenía estudios superiores frente al 35% solo con estudios básicos. En 2021, esos porcentajes cambiaron al 49% y 28%, respectivamente. Es decir, en diez años hubo un aumento de jóvenes españoles con cualificaciones superiores, con un descenso de aquellos con estudios básicos.

Si comparamos estas cifras con las de la media europea de ese mismo año, el porcentaje de jóvenes europeos con un nivel de estudios superiores es del 46% en contraste con el 12% de aquellos con un nivel de estudios básicos. En ambos casos, cifras menores que las de España. Por tanto, a pesar de que los jóvenes españoles están más cualificados que la media europea, también es mayor la cifra de los que están menos cualificados. Una polarización en los niveles educativos nacionales que "las autoridades públicas deben mirar y trabajar", afirma Abrantes.

Pese a todo, el estudio subraya que en España la educación sigue funcionando como ascensor social. Y aunque recalca que los estudios superiores tienen un efecto positivo en las tasas de empleabilidad, también apuntan que estos no garantizan un sueldo acorde a ese nivel de estudios. Como se describe en el informe, "una remuneración que es, en cualquier caso, menor en España de lo que es en el centro y norte de Europa".

La temporalidad laboral desciende, con 'peros'

¿Las reformas laborales han reducido la temporalidad de los jóvenes? es el nombre del segundo informe que forma parte del trabajo, y que toma la reforma laboral de 2021 como caso de estudio. Alejandro Godino es investigador del Centre d'Estudis Sociològics sobre la Vida Quotidiana i el Treball de la Universitat Autónoma de Barcelona, y coautor del artículo, que concluye que "la temporalidad contractual bajó de forma notable en los jóvenes españoles a partir de la reforma laboral de 2021".

¿Cómo? Gracias a la estabilización del efecto composición por el cual los sujetos más vulnerables (en este caso, los jóvenes, ya que eran los trabajadores más recientes) fueron expulsados con motivo de las crisis de 2008 y 2020.

Sin embargo, a pesar de esta mejoría, actualmente la temporalidad en España sigue siendo superior al 30% entre los jóvenes de entre 25 y los 34 años. Un porcentaje significativamente superior al de la media europea en 2023 (18,4%, de acuerdo a los datos de 2023 de Eurostat recogidos en el dosier).

El 56,6% de los jóvenes españoles se siente "totalmente cercano afectivamente" a sus padres

Frente a los datos académicos y de empleabilidad, el estudio finaliza con Las relaciones personales de los jóvenes con su entorno, un informe que analiza la sociabilidad de los jóvenes españoles de entre 18 y 34 años con respecto al resto de la Unión Europea.

"Las relaciones, los contactos... lo que se suele llamar el capital social", define Joan M. Verd, coautor del estudio. "En un momento en el que los medios de comunicación hablan más que nunca de elementos sociales como la salud mental o la soledad no deseada, nos olvidamos de la variable causante: el aislamiento social".

Una situación que, en España y Portugal, se da de manera más recurrente en jóvenes de origen extranjero, con mayor vulnerabilidad económica y en situación de desempleo, aunque el aislamiento en España de estos dos últimos casos es menor.

Con respecto a las relaciones sociales y familiares, los países del sur de Europa como España o Portugal suelen ser descritos como familistas, en el sentido de que la red familiar es una fuente de recursos más importante que en otros países occidentales. Así, en estos países, la red familiar compensaría la "débil provisión de bienestar por parte del Estado" y proporcionaría los recursos que éste no institucionaliza.

Teniendo esto en cuenta, puede no sorprender el hecho de que España se encuentre a la cabeza de la Unión de jóvenes que se sienten "más cercanos afectivamente" a sus progenitores, con el 56,6%. Un porcentaje al que le siguen otros pertenecientes a otros países mediterráneos como Grecia (con el 51,1%) y Portugal (49,5%). La media europea está en el 37,9%.