Un profesor en España, más allá de evaluar el trabajo, impartir informes del progreso de los estudiantes y las clases y corregir exámenes, también llevan consigo tareas de investigación e incluso administrativas. Sin embargo, y aunque supera a otros desempeños, no es uno de los trabajos mejor pagados de España.

Sí es verdad, a estas alturas, que es conocido que un profesor en España tiene un salario bastante más elevado que los que pueden tener sus homónimos en Francia e Italia, llegando a situarse hasta un 10% más que el de nuestros vecinos. De hecho, es bastante recurrente ver a principios de curso, en septiembre, cómo en otros países europeos como Polonia, Reino Unido, Rumanía o Hungría se convocan huelgas para reclamar mejores salarios en la profesión.

Un profesor en España tiene un salario 10% más alto que en Francia o Italia

En este sentido, hay que decir que los datos del último informe de la OCDE Panorama de la educación 2023, apuntan una cierta contradicción. Por un lado, los profesores españoles están bien pagados. De hecho, en algunos indicadores son los más privilegiados de la OCDE. Pero por no alcanzan una igualdad entre las distintas comunidades.

Es ahí donde se ve una importante diferencia (a favor) entre lo que gana un profesor en España frente a lo que lo hace otro en Italia o Francia, llegando a cobrar incluso la mitad de los que más ganan, como Luxemburgo. Y aunque los españoles no están en el grupo de los que más cobran, no hay una brecha tan importante como la que puede haber entre Suiza y Albania, donde llega a haber una diferencia de hasta 65.000 euros.

El salario medio de un docente español está en los 2.300 euros brutos

Igualmente, en nuestro país también se viene reclamando la aprobación de un Estatuto Docente que mejore las condiciones del profesorado para elevar la calidad de la enseñanza pública y enfrentar las brechas educativas entre comunidades autónomas.

Así, y según datos recientes, el salario medio de los docentes en España oscila alrededor de los 2.300 euros brutos mensuales, considerando tanto el sueldo base como los complementos. No obstante, también hay disparidades significativas en los salarios según la comunidad autónoma en la que trabajen, llegando a diferencias de hasta 600 euros mensuales.

El salario base de un profesor en España se encuentra en el grupo de funcionarios del Estado
El salario base de un profesor en España se encuentra en el grupo de funcionarios del Estado

España abarca diversas etapas, desde la educación infantil hasta la secundaria, y los salarios de los profesores varían en función de la etapa educativa en la que trabajen. Por ejemplo, los salarios de los profesores de primaria pueden diferir de los de secundaria o de los de educación técnica y profesional.

Los profesores de Aragón, los que menos ganan; los del País Vasco, los que más

Es más; a partir del estudio del Sector de Enseñanza de UGT Servicios, se refleja que los profesores del País Vasco y Ceuta son los que más cobran, seguidos de los de Castilla-La Mancha y Cantabria.

Por el otro lado, un docente de Aragón es el que tiene los sueldos más bajos, acompañados de los de Madrid, Cataluña, Extremadura y Comunidad Valenciana.

Diferencias entre niveles: Primaria, Secundaria y centros privados

Diferenciándose en los correspondientes niveles, los profesores de Educación Infantil tienen un sueldo en un colegio público que oscila los 2.200 euros brutos.

Para los de Educación Primaria, quienes son considerados como maestros y pertenecen al grupo funcionarial A2, tienen un sueldo base de 25.000 euros al año, con una media de unos 2.300 euros brutos al mes. Esto, ya con las pagas extra incluidas, los complementos salariales por destino o antigüedad o las responsabilidades adicionales que asuma el docente (tutoría, jefatura de estudios, dirección, etc.), entre otros.

Para los de Secundaria, por otra parte, este sueldo de un profesor en España se sitúa entre 2.500 euros y 3.400 euros brutos al mes, según indica el informe de Retribuciones docentes en la Enseñanza Pública.

En cuanto a los salarios en el sector privado o concertado, estos suelen ser más variables y estar determinados por la institución educativa, pudiendo ser tanto competitivos como inferiores a los del sector público.