El queso es para todos los gustos. Frescos y cremosos, picantes y curados, rurales y urbanos, refinados y rústicos, aromatizados y especiados… pero también se disfruta solo o acompañado, con maridajes extraordinarios y con complementos que ensalzan aún más su sabor.

Pero también hay quesos imprescindibles para culminar mil y una recetas culinarias. De hecho, este es probablemente uno de los ingredientes de cocina más polivalentes y utilizados, precisamente, porque de quesos no existe solo uno, sino cientos de variedades.

El queso, un alimento muy polivalente y de lo más utilizado en cocina

Asimismo, su historia está llena de suposiciones. Cuándo y dónde fue su origen es todo un misterio, pero, algo sí podemos afirmar con certeza. El primer queso surgió en el Neolítico, cuando el ser humano aprendió a domesticar a los animales, en concreto las primeras ovejas entre el año 8.000 a.C y el 3.000 a.C.

Ese fue el momento en que nuestros antepasados pudieron degustar este alimento milenario con una historia que te abrirá el apetito.

Los antiguos romanos le daban gran importancia a su producción y tanto les gustaba este lácteo que en las casas contaban con la 'careale', una sala junto a la cocina destinada exclusivamente para su elaboración y ahumado.

De hecho, era uno de los alimentos preferidos por los soldados, porque era fácil de transportar y por su alto valor nutricional.

El cuajo (y sus siete pasos) es lo que convierte la leche en queso

El 'truco' que convierte la leche en queso no es más que una parte del animal 'descubierta' hace miles de años por los ganaderos: el cuajo. Es decir, una mucosa que existe en estómago de algunos animales y que sirve de fermento para los lácteos.

La leche de vaca da uno quesos suaves mientras que los más fuertes se obtienen con la de oveja. Pero en la mayoría de los casos, la transformación de esta leche en queso comprende siete pasos: tratamiento de la leche, coagulación (con cuajo vegetal o animal), corte de la cuajada y desuerado, moldeado, prensado, salado y afinado o maduración.

Así, vamos a conocer algunos puntos clave sobre este alimento que se presenta en multitud de formas y que estamos seguros que no conocías.

  1. La producción de queso en todo el mundo es mayor que la producción mundial combinada de café, tabaco, té y granos de cacao.
  2. La primera fábrica de queso se estableció en Suiza en 1815, sin embargo, la producción en masa exitosa comenzó en 1851 en los Estados Unidos.
  3. Estados Unidos es el productor de queso más grande del mundo.
  4. El queso se puede producir utilizando una gran variedad de leche, incluyendo vaca, búfalo, cabra, caballo e incluso camello.
  5. Algunos científicos creen que comer regularmente queso azul Roquefort ayuda a las personas a vivir más tiempo.
  6. Grecia es el país que consume más queso por habitante en el mundo, y el gran porcentaje de esta cantidad pertenece al queso feta.
  7. ¿Sabías que existen más de 2000 variedades diferentes de queso en el mundo? Desde el suave y cremoso Brie francés hasta el picante y ahumado Cheddar inglés, la diversidad de sabores, texturas y aromas es verdaderamente asombrosa.
  8. Se puede hacer queso con prácticamente cualquier tipo de leche, sin embargo, la mayoría de queso en el mundo se elabora con leche de vaca, seguida de la leche de oveja y, por último, la leche de cabra.
  9. Aporta una buena cantidad de vitamina B12, esencial para el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso central y para la formación de glóbulos rojos.
  10. Su proteína es fácil de digerir, pues apenas contiene lactosa.
  11. El queso contiene niveles elevados de triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, así que es probable que contribuya a reducir el estrés y facilitar un sueño tranquilo.
  12. La forma de rueda del queso tiene su explicación y es que esta es la forma que, en tiempos, el hecho de poder hacerlos rodar permitía su transporte de manera fácil.
  13. A los quesos con una maduración de hasta 30 días se les llama tiernos; de 1 a 3 meses semicurados; de 3 a 6 meses curados; de 6 a 9 meses viejos y de más de 9 meses, añejos. Cuanto más tiempo permanezca el queso en proceso de maduración, más agua perderá, por lo que la textura será más dura y el sabor más fuerte.
  14. El más costoso jamás vendido es el Pule, un queso serbio elaborado con leche de burra y adornado con hojas de oro comestible. Con un precio que supera los 1.000 euros por kg.
  15. Se necesitan aproximadamente 5 litros de leche para elaborar unos 450 gramos de queso. Esto en el caso de las leches de vaca o de cabra.
  16. Según el tipo de queso, es conveniente consumirlo con una temperatura diferente. Normalmente se suele tener el queso en la nevera, pero si se quiere consumirlo en su temperatura ideal, entonces habrá que sacarlo antes.
  17. Una de las mejores opciones son los quesos frescos desnatados. Esto, por su bajo contenido en grasas.
  18. Es posible que el moho entre en contacto con el queso, pero eso no siempre significa que se haya echado a perder. De hecho, en los quesos que son duros con maduración, como el Parmesano, es algo normal. En los blandos sí es mejor no consumirlos.
  19. ¿Por qué los quesos tienen agujeros? Los quesos, y en especial el emmental, tienen cavidades que se originan de las burbujas de gas que se producen durante la fermentación láctica al intentar escapar en las últimas fases de la maduración.
  20. El más oloroso del mundo se llama vacherin mont d'or y se elabora en Suiza y Francia. Tiene un aroma tan fuerte que se dice que puede matar a una rata a dos metros de distancia. Pero su sabor es suave y cremoso, y se suele comer caliente con pan.