Era 1978. El Mundial de Argentina llegaba a nuestras casas vía VHF y las antenas de cuernos, si las orientábamos bien, permitían ver los partidos sin mucha definición. Un pequeñajo de apenas 11 años se queda viendo la tele después de uno de esos partidos. Abre la boca y no es capaz de cerrarla. No es porque hable, que ya lo hará, y mucho. Es porque ante sus ojos aparece el concierto de Rolling Stones en París del 6 de junio de 1976. El espacio se llamaba Popgrama y lo conducía el mítico Carlos Tena. Esos “minutos musicales” cambiaron la vida de nuestro entrevistado.

El día después de aquella epifanía televisiva, Mariano Muniesa acudió a una tienda de discos y compró el álbum Some Girls. A partir de ahí, su interés por la música creció exponencialmente, empezando por el rock y expandiéndose a otros géneros y artistas relacionados.

Vivió de cerca la explosión creativa del Madrid de los 80. Pudo explorar la realidad de bandas como Barón Rojo, Leño y Obús. Fue una época vibrante y emocionante que le consolidó como especialista, casi sin proponérselo. Pero los cantos rodados de los Stones siguieron siendo la piedra angular de su construcción sonora.

«Su capacidad de mantenerse vigentes y ser una referencia constante es lo que hace únicos a los Stones»

Mariano Muniesa

Cuatro décadas después, y tras numerosos programas de radio y biografías publicadas, Muniesa puede aportar al mundo mucho de lo vivido y aprendido gracias a recientes libros suyos como los creados junto a otro primera espada como Mariskal Romero –Eso no estaba en mi Libro de Historia del Heavy Metal (Almuzara, 2022)– o el spin off lógico y último, Eso no estaba en mi libro de los Rolling Stones, recién publicado.

El crítico musical Mariano Muniesa, autor de 'Eso no estaba en mi libro de los Rolling Stones', en el andén de la estación de Dartford donde se conocieron Mick Jagger y Keith Richards en 1961.
Mariano Muniesa en el andén de la estación de Dartford donde se conocieron Mick Jagger y Keith Richards en 1961.

Pregunta.-te lo sabes prácticamente todo de la banda de Mick y Keith. ¿Hay algún hallazgo sorprendente que hayas hecho mientras investigabas para este libro?

Respuesta.- Hay que tener en cuenta que ya he escrito anteriormente varios libros sobre los Rolling Stones, pero hubo dos descubrimientos que me llamaron la atención. Cuando los Beatles invitaron a los Rolling Stones a su primera aparición en televisión transmitida por Eurovisión en 1967, Brian Jones estaba allí, aunque nunca salió en pantalla. Fue como una especie de premonición de su posterior aislamiento y problemas dentro de la banda. Saber que Brian estaba allí, pero fue invisibilizado, añade una capa de tragedia a su historia. El segundo descubrimiento fue sobre Ronnie Wood. Sabía que fue considerado para sustituir a Brian Jones antes de que Mick Taylor se uniera a la banda. Lo que no sabía era que Ronnie Wood estuvo presente en el famoso concierto de Hyde Park en homenaje a Brian Jones en 1969. En ese evento, Mick Taylor se presentó oficialmente como el nuevo guitarrista, pero Ronnie Wood estaba entre el público y se acercó a saludar a la banda sin imaginar que él también había sido considerado para reemplazar a Jones. Ronnie pensó que la llamada de Mick Jagger para unirse a la banda era una broma, lo cual es irónico y casi increíble, dado el contexto.

P.- Mucha gente va a descubrir gracias a tu libro que Mick estuvo a punto de protagonizar una de las películas más icónicas de Kubrick, La naranja mecánica. ¿Cómo crees que habría cambiado su percepción pública si hubiera ocurrido?

R.- Stanley Kubrick originalmente consideró a Mick Jagger para el papel de Alex DeLarge. Este personaje es un joven violento y carismático en una sociedad distópica. Si Jagger hubiera asumido el rol, la percepción pública de él habría sido radicalmente diferente. La película, tal como es, con Malcolm McDowell en el papel principal, se convirtió en un clásico del cine contemporáneo. Mick Jagger siempre ha tenido interés en el cine y el glamour de Hollywood, y este papel podría haberle catapultado a una carrera cinematográfica paralela, alejándolo un poco de su trabajo con los Rolling Stones. Me imagino a Jagger interpretando a Alex: ese carisma natural que tiene junto a su presencia escénica habrían añadido una dimensión única al personaje. Además, el éxito de la película habría abierto muchas puertas en Hollywood, y puestos a imaginar, le hubiese llevado a recibir más ofertas cinematográficas. Podríamos haber visto a Jagger en una variedad de roles icónicos, lo que habría alterado la dinámica interna y la trayectoria de los Rolling Stones.

«Ronnie pensó que la llamada de Mick Jagger para unirse a la banda era una broma»

P.- Está mundialmente aceptado que se trata de la banda más importante de la historia del rock, pero… más allá de los números ¿qué hace a los Rolling Stones únicos en comparación con otras leyendas del género?

R.- No puedo contestar de forma imparcial. Desde un punto de vista personal, los Rolling Stones son únicos para mí porque fueron mi puerta de entrada al mundo de la música. Ellos lo empezaron todo y lo continuaron todo. A nivel objetivo, junto con los Beatles en el pop, los Rolling Stones fueron pioneros y han mantenido su relevancia a lo largo de las décadas. Su capacidad de mantenerse vigentes y ser una referencia constante es lo que los hace únicos. Han sobrevivido a los cambios en la industria musical, las modas y las turbulencias internas. Su resistencia física y permanencia son impresionantes. Además, su habilidad para reinventarse y seguir marcando tendencias es inigualable. Hay que recordar que, en sus inicios, los Rolling Stones se distinguieron por su actitud rebelde y su estilo musical influenciado por el blues. Este punto es clave. Mientras tanto, los Beatles optaron por un camino más limpio y pulido. Los Stones se sumergieron en la oscuridad y la crudeza del rock. Su autenticidad y su capacidad para conectar con la audiencia en un nivel emocional y visceral son características que pocas bandas han logrado mantener durante tanto tiempo. La química entre los miembros de la banda, especialmente entre Mick Jagger y Keith Richards, también ha sido un factor crucial en su longevidad y éxito.

P.- ¿Cómo manejaste la línea entre mito y realidad al escribir sobre una banda envuelta en tantos rumores y leyendas?

R.- Es esencial consultar y contrastar muchas fuentes. Al reunir diferentes versiones y declaraciones, uno puede formarse una idea más precisa de lo que es mito y lo que es realidad. En el caso de los Rolling Stones, esto es relativamente fácil debido a la gran cantidad de contenido y atención que han generado. Leyendas, como el de las hormonas de mono de Mick Jagger, están claramente disparatados. Otras, sin embargo, requieren un análisis más profundo y la corroboración de múltiples testimonios y documentos. La clave está en actuar, aunque se trate del rock, como cualquier periodista o historiador serio: consultar una amplia variedad de fuentes, desde entrevistas y biografías hasta artículos de prensa y documentos oficiales. Cuando diferentes fuentes coinciden en un punto, es más probable que ese punto sea cierto. Además, hablar directamente con personas que han estado cerca de la banda, como antiguos mánager, músicos colaboradores y técnicos, ayuda a obtener una visión más completa y precisa de los eventos y rumores.

P.- De todas las que cuentas en el libro ¿qué historia crees que redefine más claramente la identidad de los Rolling Stones?

R.- Es difícil señalar una sola historia. Todas las anécdotas y eventos construyen la historia de los Rolling Stones, formando un continuo que define su personalidad como grupo. Desde sus aventuras cinematográficas hasta sus apariciones en televisión y su relación especial con Argentina, cada historia contribuye a su identidad. Por ejemplo, su impacto en la escena rockera de aquel país en los años 90 fue enorme, y ha quedado ahí para siempre. Todas estas historias, en conjunto, construyen la narrativa de una banda que ha sabido mantenerse relevante y que sigue influenciando a nuevas generaciones. Una historia particularmente reveladora es su concierto en Cuba en 2016. Fue un evento histórico no solo para la banda, sino también para la música rock en general. Los Rolling Stones se convirtieron en una de las primeras bandas de rock en tocar en la isla después de décadas de restricciones culturales y políticas. Este concierto simbolizó la capacidad de la música para trascender las barreras políticas y unir a la gente. Además, es una muestra de cómo los Rolling Stones siguen siendo relevantes y capaces de hacer historia incluso después de más de cinco décadas en la industria.

Portadas de 'Exile on Main St.' (1972) y 'Goats Head Soup' (1973)

P.- Sé que en muchas ocasiones ocurre, así que debo preguntarte si hubo alguna historia que quisieras incluir pero decidiste dejar fuera del libro, por el motivo que fuera.

R.- Sí, por varios motivos. Por un problema de extensión tuve que dejar fuera muchas historias acerca de las portadas de sus discos. Cada una tiene detrás anécdotas increíbles. Por ejemplo, la portada de Exile on Main St. es un collage de fotografías de los años 50 con historias fascinantes detrás. Fue diseñada por el fotógrafo Robert Frank y refleja la atmósfera caótica y bohemia en la que la banda vivía durante la grabación del álbum en una villa en Francia. Esa portada captura la esencia de la vida en la carretera y el hedonismo que caracterizaba a la banda en esa época. Otra portada interesante es la de Goats Head Soup. La historia detrás de ella incluye una leyenda sobre una pócima mágica de Haití y el contacto con dioses ancestrales y el vudú. La portada muestra la cabeza de una cabra en una sopa, lo que ha dado lugar a numerosas interpretaciones y rumores. Estas historias, aunque fascinantes, no pudieron ser incluidas en detalle en el libro debido a limitaciones de espacio.

P.- ¿Cómo sería el mundo sin los Stones?

R.- Muy aburrido.