En noviembre de 2021, la casa de subastas La Suite de Barcelona ofreció un lote bajo el nombre de Vulcano, consistente en una escultura de bronce dorado al mercurio perteneciente a la escuela italiana, “posiblemente Florencia”, siguiendo los modelos de Pietro Simoni da Barga. La estimación de valor que se le dio oscilaba entre los 2.000 y los 2.400 euros. Pocos días después, el Ministerio de Cultura y Deporte declaró la obra inexportable de manera cautelar, basándose en la Ley de Patrimonio Histórico Español. Los expertos del Museo Nacional de Escultura sospechaban que la pieza podía formar parte de la maqueta Fuente de los cuatro ríos, realizada por el escultor Gian Lorenzo Bernini y que en la actualidad se exhibe en la Galería de las Colecciones Reales.

Ahora, casi tres años después, Patrimonio Nacional ha ganado una sentencia judicial que sienta precedente histórico: es la primera vez que se recupera una pieza expoliada de las Colecciones Reales mediante una demanda basada en informes técnicos. Con la que se ha dado en llamar sentencia Bernini, la institución ha recuperado la escultura, personificación del río Ganges.

El 'Ganges' de Bernini fue adquirido a un particular en un vaciado de una vivienda.
El 'Ganges' de Bernini fue adquirido a un particular en un vaciado de una vivienda. | La Suite Subastas

Cuando La Suite publicó el catálogo de su subasta, los expertos del Museo Nacional de Escultura repararon en la pieza erróneamente identificada como Vulcano. Tras deducir que podía tratarse de una de las cuatro esculturas perdidas pertenecientes a la Fuente de Bernini, trasladaron sus conclusiones a los órganos competentes, que iniciaron el procedimiento.

Tras la retirada de subasta de la pieza comenzó un largo proceso que ha concluido felizmente en la recuperación de la pieza para Patrimonio Nacional. La Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional rastreó el recorrido de la obra, que había sido comprada a un particular por una empresa de vaciado de inmuebles. Antes de acabar en la casa de subastas barcelonesa pasó por las manos de un anticuario. Al no existir documentación que certificara su procedencia, la Policía solicitó al Juzgado de Instrucción de Guardia de Barcelona su traslado al Palacio Real de Madrid para examinarla y así poder determinar su origen. 

Un encaje perfecto

Allí, los técnicos de la Dirección de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional pudieron comprobar que la pequeña figura encajaba perfectamente en la maqueta original de Gian Lorenzo Bernini. Los estudios llevados a cabo revelaron que la pieza tiene la misma composición de metales y comparte la misma técnica de fundición que la Fuente de los cuatro ríos.

Patrimonio Nacional reforzó las conclusiones de los análisis técnicos mediante la recopilación de documentos que demostraran la vinculación de las piezas. Cosme de Medici la menciona por primera vez en 1668 como pieza decorativa del despacho de Carlos II. Tras salvarse del incendio del Alcázar en 1734, la escultura se guardó “en los entrepisos del nuevo Palacio Real a la espera de restauración y destino”, según reza el inventario de 1773 conservado en el Archivo General de Palacio. 

Sentencia histórica

Una vez realizada la investigación, Patrimonio Nacional, representado por la Abogacía General, del Estado, presentó una demanda para reivindicar la pertenencia de la pieza de Bernini a las Colecciones Reales, argumentando que "la naturaliza inalienable, inembargable e imprescriptible de estos bienes impide su legal enajenación", tal y como señala la Ley 23/1982 reguladora del Patrimonio Nacional. 

Ahora, el Juzgado de Primera Instancia número 42 de Barcelona ha reconocido "de manera fidedigna su pertenencia continuada" en los inventarios de colecciones reales que custodia Patrimonio Nacional con una sentencia firme publicada el 20 de mayo de 2024. También ha declarado que la obra es “una parte indivisible de la obra en su conjunto" y, por lo tanto, ordena a la empresa Fine Arts Dealers S.L. que entregue la figura a la institución. 

Un regalo diplomático

La Fuente de los cuatro ríos representa la fuente con obelisco de la Plaza Navona de Roma, y fue realizada por Bernini en bronce fundido y dorado entre 1651 y 1665. En la obra original se representaban cuatro ríos: el Nilo en África, el Río de la Plata en América, el Danubio en Europa y el Ganges en Asia. Son figuras alegóricas que desaparecieron posteriormente sin que hubiera registro de ello. El último inventario donde aparece la pieza íntegra es de finales del XIX. En algún momento se produjo el expolio de las figuras alegóricas de bronce. De todas ellas solo se conserva el león, en una colección privada italiana, y este redescubierto Ganges.

Bernini realizó varios modelos de esta fuente y, según la documentación conservada, fundió uno en plata para un familiar del papa Inocencio X, quien quedó gratamente sorprendido por el trabajo del artista. Dadas las buenas relaciones entre el Papa y Felipe IV es muy probable que esta maqueta fuera un regalo diplomático.