Llegó al trono leonés tras la muerte de su hermano, García I, y tras cuatro años siendo el rey de Galicia. También tras haber organizado entre ellos dos y otro de sus hermanos una rebelión con la que derrocaron a su padre, Alfonso III. Su historia es contada como la del gran rey guerrero, el que dirigía desde el frente las batallas contra los musulmanes y por el que estos empezaron a fortificar sus ciudades. También cómo el que modernizó el reino y dio a los leoneses los terrenos para construir su catedral.

Ahora, con el Lexit en boca de todos, con la intención de León de independizarse de Castilla, hablamos con el profesor de Geografía e Historia y autor de varios libros sobre la historia del reino de León, Ricardo Chao Prieto. Este leonés nos cuenta de la importancia que tuvo Ordoño II y de cómo León fue un reino poderosísimo de 910 a 1230. E incluso antes, e incluso después.

El comienzo de este reino se fecha en la primera década del siglo X pero, antes de que García I cambiase la capitalidad de Oviedo a León, su padre ya había vivido en este lugar y lo había convertido no sólo en el centro de operaciones militares, por su cercanía al conflicto, sino también en el corazón del reino.

"Ponemos la fecha en 910 porque es cuando se produce la separación entre el reino de León y el reino de Asturias, pero Alfonso III fue el último rey asturiano y el primer leonés, hay documentos y crónicas que aseguran que ya residió allí", explica Chao Prieto. Tras él, llegó García I, su primogénito, y fue cuando cambió la capitalidad aunque, como su reinado apenas duró cuatro años, es su hermano, Ordoño II, el considerado "el primer rey importante del reino".

Familia, educación y batallas

Ordoño II había sido el ojito derecho de Alfonso III, aunque al llegar a la edad adulta todo se truncó. "Puede que fuese por sus dotes militares. Se sabe que lo mandó una época a educarse con los Banu Qasi de Zaragoza, que eran una especie de dinastía, de descendientes del conde visigodo Qasi, que tuvieron un reino independiente que no era ni cristiano ni musulmán y que fueron aliados del reino de Asturias. Esta educación le debió marcar mucho", explica Chao.


Ordoño II, rey de León, por Isidoro Santos. MUSEO DEL PRADO

Sobre todo a nivel militar. Porque antes de ser rey de León ya era uno de los guerreros más temidos por los musulmanes. "Era un guerrero muy famoso, hizo un montón de campañas antes de ser rey por las zonas de Al-Ándalus y llegó hasta Évora, en el sur de Portugal, donde provocó temor en los musulmanes. En las crónicas musulmanas le mencionan mucho y aseguran que empezaron a fortificar sus ciudades porque aquella llegada a Évora les pilló totalmente desprevenidos, que él provocó que se sintieran inseguros", argumenta.

Ya como rey de León, al que llegó tras la muerte de su hermano en 1914, sus expediciones no fueron pocas. En una de las primeras acudió a Mérida donde se apoderó del castillo de Alanje e impuso un tributo a los Inb Marwān de Badajoz. "Las crónicas cuentan que le regalaron un caballo precioso para evitar que Mérida fuera atacada, también que fue con tantos hombres que estos tardaron un día entero en cruzar el puente de Alcántara", asegura Chao.

Pero no todo fueron victorias, el 26 de julio del 920 se produjo la batalla de la Valdejunquera entre el ejército de Abderramán III y el formado por Ordoño II y Sancho Garcés I de Pamplona. Esta tuvo lugar cerca de la fortaleza de Muez y los cristianos salieron escaldados. El rey leonés no tardó en culpar a tres condes de la derrota, porque no habían acudido a la batalla, y los encarceló. "No soportaba la traición y metió en prisión a estos nobles aunque luego les liberó", explica el historiador sobre el poder que tenido sobre la nobleza.

Pero Ordoño II volvió a la carga y atacó de nuevo a Al-Ándalus, en el 921, y poco más tarde tomó junto con los navarros La Rioja. Aunque, cómo explica Chao Prieto, no sólo fue importante a nivel bélico sino que tuvo una visión más cosmopolita de su reino y la llevó a cabo. "En aquel momento estaba funcionando bastante el Camino de Santiago y las influencias europeas se hicieron más habituales. Él tenía contacto con la monarquía francesa", asegura.

También que sus descendientes fueron de vital importancia para el reino. Ordoño II se había casado con Elvira Menéndez, perteneciente a la nobleza gallega, con la que había tenía cuatro hijos varones: Alfonso, Ramiro, Sacho y García; y una hija, Jimena, que llevó el nombre de la madre del rey. De los cuatro primeros, tres llegaron a ser reyes.

Menéndez falleció a principios de la década de los veinte del siglo X y Ordoño II decidió casarse en segundas nupcias con otra gallega, Aragonta, que era hija del conde Gonzalo Betótiz, pero no tardó en repudiarla y en volver a pasar por el altar con Sancha, hija de Sancho I Garcés de Navarra y Toda Aznárez, aunque no tuvieron descendencia.

Edad dorada y Catedral de León

Y también destaca su importancia cultural. Porque fue Ordoño II el que cedió los terrenos donde hoy se encuentra la Catedral de León. "Era unas antiguas termas romanas que se convirtieron en un palacio y él los donó. Antes había una iglesia prerrománica bastante sencilla, luego fue la catedral románica y más tarde la gótica", asegura.

Murió a principios 924, al parecer de una enfermedad. "Al empezar su reinado hizo un documento diciendo que ya notaba la muerte cerca por unos dolores que tenía así que podemos pensar que padecía una enfermedad crónica", explica Chao. Y aunque no sabemos con exactitud cuando nació, si que su muerte llegó después de "nueve años y seis meses de reinado".

"Vivió una de las épocas doradas del reino de León, un momento en donde el Rey era capaz de imponer su voluntad frente a los nobles. Fue un reinado que dejo mucha impresión entre los leones y los musulmanes, que le recuerdan con odio y miedo", sentencia el historiador.