El próximo sábado Avril Lavigne comparte cabeza de cartel con The Killers en el festival Mad Cool de Madrid. Cuando la organización anunció su nombre muchos se desubicaron: "¿Seguía en activo?", "¿tenía nuevo disco?", "¿no había muerto?". Sí, casi y no. La artista canadiense desapareció del mapa en 2014 para gran parte de su fans y ahora ha reaparecido casi de la nada y como si no hubiese pasado el tiempo. Porque "la anti Britney" ha vuelto con fuerza este 2024 y lo ha hecho recuperando sus grandes hits, por lo que las canciones que se está llevando de gira nos las sabemos casi todos.

El pasado 30 de junio ya estuvo en Glastonbury y ahora llega a nuestro país con dos conciertos, uno en Barcelona y otro en Madrid donde ha sido presentada como uno de los grandes reclamos. Pero, ¿qué le pasó a Avril Lavigne y por qué ha vuelto una década después? La culpa de lo segundo la tienen las redes sociales, sobre todo Tik Tok, y para contar lo primero tenemos que empezar desde el principio.

A esta canadiense la descubrieron cuando dio un pequeño concierto en una librería. Llevaba años cantando en la iglesia, entre el góspel y el country, pero fue en el año 2000, cuando era una adolescente, cuando se le acercaron para ofrecerle hacer una prueba. En aquel momento, las cantantes que estaban en la cima de todas las listas, las que más discos vendían y más fans aglutinaban nada tenían que ver con Lavigne y quizás por eso la encontraron interesante.

La prueba fue un éxito y al instante le pusieron un contrato sobre la mesa que superaba el millón de dólares. Ella dejó el colegio y se lanzó a la fama en 2002, gracias a Complicated y alejándose de todas las divas del pop. Fue el disco en el que se encontraba este single su carta de presentación y un trabajo muy medido, ya que estuvieron dos años intentando que su música no desentonase con su imagen. El éxito fue absoluto.

La canción llegó al número dos en Estados Unidos y otros temas de este álbum, como I'm with you y Sk8er Boi, también entraron en la lista de los más escuchados. Su nombre empezó a aparecer en todas las revistas juveniles, en las especializadas en música (hasta protagonizó la portada de un número de Rolling Stone), la nominaron a varios premios Grammy y ser la antítesis de las dos grandes del momento, Britney Spears y Christina Aguilera, le ofreció un público deseoso de sentirse identificado con sus ídolos llegando a vender más de veinte millones de copias. 

"Siempre quise ser yo misma, escribir las canciones que quería escribir y vestir cómo yo quería vestir. Cuando entré en la industria todo el mundo enseñaba el vientre rodeado de bailarines, haciendo pop azucarado, y yo era muy diferente", aseguró años más tarde sobre aquellos primeros momentos.

"Cuando entré en la industria todo el mundo enseñaba el vientre rodeado de bailarines, haciendo pop azucarado, y yo era muy diferente"

AVRIL LAVIGNE

Tardó dos años en sacar el siguiente disco y aunque mantuvo su línea, por la que fue apodada "la princesa del punk", había alguna que otra diferencia con el primero. Aquí rompió con sus anteriores productores y se embarcó en una aventura mucho más personal que se tituló Under My Skin y que con la canción Don't tell me volvió a las listas de éxitos de medio mundo y a ser el disco más vendido en diez países.

Y aquí fue cuando decidió cambiar o lo hizo a ojos de sus fans. Para su tercer disco el negro fue derivando en rosa, el pelo se hizo más rubio, los pantalones se convirtieron en minifalda y las canciones se alejaron algo más del punk para acercase al pop.

Girlfriend fue el single de este álbum y dejó a sus seguidores más acérrimos totalmente decepcionados aunque encontró otro público más amplio fuera de ellos. Esta canción fue la única de todo su repertorio que alcanzó el número 1 de los Billboard y la que más repercusión consiguió en los países europeos y asiáticos.

También la que hizo que empezaron los rumores. Una página web brasileña divulgó que la verdadera Avril Lavigne se había suicidado tras una profunda depresión por la muerte de su abuelo y que "la nueva", mucho más naif y agradable con la prensa que en sus primero años, era una actriz, Melissa Vandella, contratada por la discográfica Arista Records para seguir consiguiendo dinero.

Aseguraban que su música ya no tenía nada que ver y empezaron a poner fotos del antes y el después de la actriz para corroborar que no era ella. El rumor corrió como la pólvora y por más que ella lo desmentía el acoso durante aquellos años fue feroz. Además, no ayudó que en 2014 desapareciera de la faz de la tierra.

"Acepté la muerte y podía sentir que mi cuerpo se cerraba. Sentía como si me estuviera ahogando"

AVRIL LAVIGNE

A la cantante canadiense le había picado una garrapata que le había provocado la enfermedad de Lyme. Se empezó a encontrar fatal, a tener mareos, dolores y cansancio y acabó casi recluida y en silencio más de cuatro años. "Una única picadura de insecto puede joderte duro. La gente no sabe que Lyme debe ser tratada casi de inmediato. (...)Acepté la muerte y podía sentir que mi cuerpo se cerraba. Sentía como si me estuviera ahogando", aseguró en 2018.

Y aunque no había dejado de componer, fue ese año cuando volvió a reinventarse y lanzó Head Above Water, que en sólo 24 horas alcanzó el primer puesto de iTunes a escala mundial. "Una noche pensé que me estaba muriendo. Mi madre se tumbó junto a mí en la cama y me abrazó. Sentí que me estaba ahogando. En voz baja recé y pedí a Dios que mantuviera mi cabeza por encima del agua. En ese momento comenzó la escritura de este álbum", aseguró entonces en una entrevista a Vogue.

Tras este llegó otro disco de estudio que pasó bastante desapercibido y ahora, quizás acordándose de sus mejores años, ha vuelto con sus grandes hits con los que se encuentra de gira. También ha tenido que volver a repetir que ella es la auténtica Avril Lavigne.