El 7 de mayo de cada año se celebra la efeméride, el aniversario del hundimiento de un barco de lujo que cambió la historia. No hablamos del Titanic, archiconocido en todo el mundo, si no del RMS Lusitania, un crucero que en su camino de recorrido habitual, entre Estados Unidos y Reino Unido, quedó atrapado en 1915, en plena I Guerra Mundial, y fue torpedeado por las fuerzas alemanas a la altura del faro de Old Head of Kinsale, en Irlanda.

La embarcación británica contaba con un total de 201 travesías en su haber, pero no pudo completar la siguiente. El estallido de la Primera Guerra Mundial había provocado un clima de máximo peligro, pese a lo cual, el crucero RMS Lusitania decidió emprender rumbo desde Nueva York, con destino en Liverpool. 

Conocedor del contexto y ávido de una posible interceptación, el 7 de mayo de 1915, en torno a las 14:00 horas, el capitán del submarino alemán U-20, Walther Schweiger, divisó el barco, anotando en su cuaderno de bitácora algunas especificaciones que podían resultar clave en calidad de descripción. "Unas cuatro chimeneas y dos mástiles. Parece ser un buque de pasajeros de grandes dimensiones", escribiría, antes de ordenar que se disparara un torpedo que acabó con la resistencia del Lusitania

Con casi 2.000 personas a bordo, la embarcación se hundió en un periodo estimado de 18 minutos, provocando la muerte de 1.198 pasajeros, según datos de la época. El número de supervivientes fue de 761, en un desastre absoluto sólo superado a niveles históricos en alta mar por el hundimiento del Titanic, en otras circunstancias. 

El motivo del hundimiento del Lusitania

El RMS Lusitania fue parte referencial, en lo negativo, de la Primera Guerra Mundial, en concreto en lo que respecta a la batalla naval, la guerra submarina que se ejemplificó en el derribo de este crucero de lujo, con miles de civiles a bordo.

Londres había utilizado su poder para bloquear por mar a Alemania, dejándola sin abastecimiento. Así, se declaró batalla en el mar del norte desde noviembre de 1914, meses antes de que se produjese el torpedeo del Lusitania

Después de la amenaza por parte de Reino Unido, la respuesta de Alemania no se haría esperar, y en el mes de febrero de 1915 avisaron sobre las Islas Británicas, buscando también el bloqueo del comercio de transatlánticos y así ahogar la economía, como habían hecho con su territorio.

En esos años, la Royal Navy británica contaba con poder superior a la Marina Imperial de Alemania, por lo que la vía debía ser otra, con una guerra sin restricciones y elementos favorables al enemigo. 

Así tumbó Alemania al crucero de lujo

Los barcos neutrales, como el crucero del RMS Lusitania, pasaban a estar en el punto de mira, haciendo que las aguas británicas pasaran a resultar inseguras. Pese a ello, no se frenó la línea regular de pasajeros por parte de las navieras, con una sensación de que no debía pasar nada debido al poderío naval británico. Aunque se equivocaron.

El 7 de mayo de 1915, el Lusitania era atacado y hundido, provocando una catástrofe que cumple ahora 109 años. 

Fue la primera vez que Alemania derribaba un buque de pasajeros, conocido actualmente como crucero, dentro de la guerra con Reino Unido. El RMS Lusitania medía 240 metros, contaba con capacidad de navegar a 50 kilómetros por hora y de transportar 31.550 toneladas.

Hay quien piensa que contaba con opciones de subsistir, pero el torpedo alemán, lanzado desde el submarino U-20 a apenas 20 metros de la costa de Irlanda, tumbó las esperanzas de supervivencia de muchos de los pasajeros de la embarcación, creando un clima mundial de conmoción de lo sucedido y un hecho histórico que aún prevalece como recuerdo fatal de la Primera Guerra Mundial