Cuidar la piel y utilizar protección solar son prácticas fundamentales. Y no solo par el verano, que también, sino sobre todo para mantener la salud y el bienestar en cualquier momento.

Porque la piel es el órgano más grande del cuerpo. Desempeña un papel crucial en la protección contra los daños externos, como los rayos ultravioleta (UV) del sol, la contaminación y los agentes irritantes.

Y es que sí. Ahora que llega el tiempo de vacaciones y de veranear, debemos saber que hay tener cuidado con el horario para tomar el sol, donde la piel puede enfrentarse a problemas relacionados.

El protector solar adecuado nos cuidará de quemaduras, pero también actuará contra diferentes riesgos en la piel

Las quemaduras solares son uno de los más comunes, sobre todo en determinados fototipos, que son las categorías que determinan la sensibilidad de una persona a la radiación solar (cuanto menor, menor capacidad de broncearse y más tendencia a quemarse). Los síntomas de las quemaduras incluyen enrojecimiento, inflamación, sensibilidad y, en casos graves, ampollas.

Es cierto que el baño de sol es una actividad popular que ofrece múltiples beneficios, incluyendo ayudar a nuestro cuerpo a producir vitamina D, mejorando nuestro humor y promoviendo un mejor sueño. Pero también, si lo hacemos a destiempo o durante tiempos prolongados, puede ocurrir que nuestra piel sufra más de lo normal. De ahí que tengamos con el protector solar importantes beneficios, como los siguientes:

  • Protección contra el cáncer de piel. La exposición excesiva al sol sin protección puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel, incluido el melanoma, el tipo más mortal. El uso regular de protector solar ayuda a reducir este riesgo al bloquear los rayos UV dañinos.
  • Previene el envejecimiento prematuro. La radiación UV puede causar daño celular y acelerar el envejecimiento de la piel, provocando arrugas, manchas solares y pérdida de elasticidad. La crema solar protege la piel de estos efectos no deseados, manteniéndola más joven y saludable por más tiempo.
  • Reduce el riesgo de quemaduras solares. Las quemaduras solares pueden ser dolorosas e irritantes, y aumentan el riesgo de problemas de salud a largo plazo. La aplicación regular de protector solar ayuda a prevenir las quemaduras solares, permitiendo disfrutar del sol de manera segura.
  • Promueve la salud de la piel. El uso de crema solar ayuda a mantener la piel hidratada y protegida, lo que contribuye a su salud general y a la prevención de problemas cutáneos como sequedad, descamación y dermatitis.

Qué es lo que hay que saber sobre un buen producto de protección solar

O lo que es lo mismo; cuidar la piel y usar protección solar diariamente son pasos esenciales para mantener una piel sana y prevenir enfermedades cutáneas graves.

Es importante encontrar un producto protección solar que funcione para nuestro tipo de piel
Es importante encontrar un producto de protección solar que funcione para nuestro tipo de piel

Incorporar estos hábitos en la rutina diaria de cuidado personal es una inversión en la salud y el bienestar a largo plazo.

Con todo, es importante encontrar un producto que funcione para nuestro estilo de vida (o, mejor dicho, de piel), y especialmente si esta es seca, grasa, propensa al acné o sensible. Pero, ¿cómo elegir la protección solar adecuada? ¿Qué factor debe tener? ¿Cómo hay que aplicárselo para que proteja?

Qué es el SPF del protector solar

El SPF, o factor de protección, indica el nivel de protección frente a los rayos ultravioleta UVB, que son los que producen las quemaduras solares. Cada persona, según su fototipo, tiene una protección natural frente al sol que sería el tiempo que tarda en quemarse (ponerse rojo también se considera quemadura). Pues bien, el SPF indica por cuánto multiplica el producto solar tu protección natural. Si sin protector solar tardas 30 minutos en quemarte, con un SPF 50, tardarías 150 minutos.

Cuánto protege

Una crema de protección solar con SPF 15 bloquea el 93% de la radiación; un SPF 30 bloquea el 97% y el SPF 50, el 98%.

Se denomina SPF 50+ a los fotoprotectores que bloquean más del 98% de la radiación. Por norma general, se recomienda usar protectores solares altos, de 30 y 50 y es que el tiempo de protección será mayor.

¿Son todos los productos seguros?

Hace unos años, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) decidió volver a evaluar los datos sobre la inocuidad de los ingredientes de los bloqueadores solares. Después de varios estudios clínicos, la agencia descubrió que algunos químicos de protectores solares de uso común (avobenzona, oxibenzona, octocrileno, homosalato, octisalato y octinoxato) pueden filtrarse por la piel hasta el torrente sanguíneo. Asimismo, hay ingredientes que es preferible que no estén presentes en las cremas solares por sus posibles riesgos para la salud:

  • Conservantes como propylparaben y butylparaben,  que tienen un efecto disruptor endocrino (es decir, que pueden alterar el funcionamiento de nuestro sistema hormonal).
  • Filtros UV como el OMC (Ethylhexyl methoxycinnamate), un filtro solar también sospechoso de ser un disruptor endocrino y que se aconseja evitar en productos que permanecen largo tiempo en contacto con la piel.
  • Y recientemente penalizamos la presencia de dos filtros UV muy habituales, el homosalate y octocrylene, por las sospechas surgidas entorno a su potencial de ser disruptores endocrinos.
  • También se ha rastreado la presencia de alguna de las 26 fragancias que figuran en la lista de la UE con potencial de causar alergias o irritación de la piel: citral, geraniol, citronellol...

¿Hay alternativas en lugar del protector solar?

Evitar el sol (sobre todo entre las 10 de la mañana. y las 4 de la tarde, cuando sus rayos son más intensos) es una forma excelente de proteger la piel del daño solar. También lo es llevar ropa protectora, como camisas de manga larga y sombreros de ala ancha.

En el mercado existen alternativas como las píldoras de protección solar o los suplementos, pero ninguna de ellas está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) y no hay pruebas de que sean seguras y eficaces.

Cómo elegir una buena crema solar (y usarla bien)

La piel de los niños es más sensible que la de los adultos a los rayos ultravioleta. Por ello la importancia de usar para los más pequeños una crema solar con elevado índice de protección (necesitan un SPF mayor que el de los adultos).

  • Hay que embadurnarse bien de crema y repetir la operación tantas veces como sea necesario (como mínimo cada 2 horas y siempre tras salir del agua después del secado) para estar bien protegido.
  • Algunos de los mejores productos presentan un precio asequible. Elegir bien donde lo compras puede traducirse también en un significativo ahorro.