Cuando reposan ya los rescoldos de la tormenta política que desató Cayetana Álvarez de Toledo en su pugna contra Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados, un nuevo fuego se dibuja ya en el seno del PP que, de avivarse, tendrá que ser sofocado por el propio Pablo Casado. La presión para al menos sentarse a negociar unos Presupuestos con el PSOE viene de parte del propio Gobierno, de Ciudadanos, del sector empresarial y de Bruselas.
Por el momento, Génova sólo ha mutado del 'no' a un tímido acercamiento propiciado por los acuerdos de la comisión para la reconstrucción. Pero en la dirección del PP comienza a haber visos del deshielo de las relaciones con Sánchez y de que esa "mano tendida" para alcanzar acuerdos en diversas materias pueda terminar con una delegación del principal partido de la oposición sentada en Moncloa para debatir las propuestas del Ejecutivo de coalición. Al menos, para intentarlo.
Y es que en la que se entiende como la semana decisiva para saber si salen o no adelante los pactos de reconstrucción -en que el voto positivo del principal partido de la oposición se estima crucial para vender una imagen sólida a Europa de cara a la captación del fondo de recuperación- el PP ha transitado de abrirse únicamente a pactar la conclusiones de la mesa de trabajo de Sanidad, que orbitarán en torno a su pacto Cajal, a negociar, enmienda mediante, los documentos relativos a política europea, social y también los económicos.
Y aunque en este último ámbito ha existido un canal de interlocución abierto entre la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño y la portavoz económica del PP, Elvira Rodríguez, ha sido Ana Pastor, del ala más moderada del partido, a quien Casado ha encomendado la tarea de buscar un entendimiento con el PSOE explorando sus posiciones más moderadas, que podría trascender el ámbito sanitario.
Por el momento, el acuerdo sanitario es inminente y se han producido "avances importantes" en el documento sobre Unión Europea, aunque en Génova se mantienen escépticos porque salga finalmente adelante una alianza en el marco de política fiscal por la propia influencia de Podemos, en que la primera fricción vendría por la bajada de impuestos por la que apuesta el PP en su documento y que por el momento no contempla la coalición gubernamental.
Con todo, ha sido la propia vicepresidenta segunda del Congreso quien ha marcado la hoja de ruta que sigue y defiende el ala más moderada del PP, donde reivindican que, también de cara a las cuentas públicas, se actuará con "sensatez" e instando a Sánchez a abandonar los "ensayos populistas" y volver "al gran acuerdo constitucional". La propia Ana Pastor representó esta postura en una entrevista para Onda Cero, quien evitó dar portazo a los Presupuestos cuando fue preguntada por ello. Y el PP apoyará "aquellas cosas que puedan ser sensatas y buenas para los ciudadanos" aunque, de momento, "las cosas no van por buen camino".
El discurso de la portavoz de Sanidad del PP y de otros dirigentes del partido, que no cierran la puerta a los Presupuestos aunque sí los alejan por la negativa de Sánchez a hablar si quiera con Casado, difiere, y mucho, con la postura de la portavoz en el Congreso y representante del ala más conservadora del partido, Cayetana Álvarez de Toledo. La que algunos sectores de las filas populares consideran el "verso libre" del partido se opone a que su formación se siente a negociar unas cuentas públicas, y sólo ve una posibilidad si Sánchez rompe definitivamente su coalición con Podemos.
Y no sólo eso. En una rueda de prensa a principios de junio llegó a admitir estar "decepcionada" por el acercamiento de Ciudadanos al Gobierno tras apoyar éstos la sexta y última prórroga del estado de alarma y su predisposición a negociar unos Presupuestos con Sánchez. A su juicio, los naranjas han contribuido a "blanquear" a ERC, y lamentaba que los que entiende como sus "aliados naturales" incurriesen en una "ingenuidad dolosa" por seguir negociando con el Ejecutivo.
Más recientemente, en concreto el pasado lunes, la portavoz parlamentaria criticaba en Twitter unas declaraciones de Edmundo Bal, quien en una entrevista para El Mundo reconocía que veía "muy difícil seguir negociando" si el Gobierno convocaba la mesa bilateral con ERC. "Pero no imposible", censuraba Álvarez de Toledo. En el mismo sentido, la dirigente del PP ya había deslizado lo que considera un "error" de parte de Ciudadanos, preguntando a Carmen Calvo si "reserva un sitio" a los liberales en la mesa con el independentismo catalán.
En Ciudadanos se sacuden de las críticas reivindicando su papel como partido que hace "política útil" en un momento de emergencia, y lanza sendos órdagos al inmovilismo del PP. El portavoz del partido, Edmundo Bal, ha tachado en múltiples ocasiones de "irresponsabilidad" el hecho de negarse de entrada a negociar con el Ejecutivo los "Presupuestos más importantes de nuestra democracia".
Casado suaviza su ofensiva contra Sánchez
Génova ha aparcado además una de las piezas angulares de la oposición sin cuartel que pretendía ejercer contra Sánchez, cuando el pesimismo sobre el verdadero propósito de la Comisión para la Reconstrucción estaba en duda.
Y es que Casado, centrado ahora en vender una imagen de político con sentido de Estado capaz de llegar a a acuerdos con Sánchez cuando la sociedad española se precipita hacia una crisis económica casi sin precedentes, ha decidido retrasar, sin fecha, la comisión de investigación que el PP pretendía impulsar al término del estado de alarma, para dirimir las responsabilidades, políticas o penales, que ha podido tener el Gobierno en la gestión de la pandemia, con el foco puesto en el 8-M.
Mientras la comisión contra el Gobierno, en la que insistió no sólo Casado, sino recurrentemente la propia Álvarez de Toledo, se diluye, continúan los acercamientos entre PP y PSOE. De hecho, más allá de conversaciones telefónicas constantes, la reunión in extremis que mantuvo una delegación de los populares encabezada por Ana Pastor la pasada semana se repitió a última hora de este martes, cuando la vicepresidenta del Congreso acompañada de Guillermo Mariscal se reunió con Rafael Simancas de parte del PSOE y Félix Bolaños y José Antonio Montilla de parte del Gobierno. "Ambas partes se han emplazado a seguir negociando en las próximas horas tras el intercambio de documentos", señalan fuentes del PP.
Este miércoles está previsto que se voten las enmiendas de los grupos de trabajo y el viernes se llevarán los textos definitivos, una vez negociados, a la sesión plenaria de la Comisión de Reconstrucción. De quedar aprobadas estas propuestas, se debatirán finalmente en el pleno del Congreso para la votación definitiva, prevista para después de las elecciones autonómicas del 12-J.
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