Los veranos han cambiado, y con ellos la música, las tendencias de moda, los destinos favoritos y hasta el consumo de televisión. Los espectadores se han vuelto más individualistas y elitistas, y los programas frescos para ver en familia probablemente no tendrían el éxito que estos si cosecharon en su momento. Ahora las televisiones apuestan menos por programas de producción propia, y prefieren ofrecer refritos, ficciones extranjeras o series que no funcionaron durante la temporada.
Pero para muchos, será imposible borrar el recuerdo que han dejado en las pupilas y los corazones las noches de verano en la playa o en los pueblos, acompañados de los abuelos o los primos viendo Grand Prix. De la misma forma, las mañanas de los niños de hoy en día, que cuentan con televisión 'a la carta' son diferentes a las que muchos otros recordarán 'Colacao' en mano embobados siguiendo El Club Megatrix en directo desde el Aquópolis.
Sea como fuere, la televisión ha cambiado y la gente también. Sin embargo, recordar programas de Arena Mix probablemente remueva carcajadas y ver a una desconocida Tamara en Lluvia de estrellas sorprenda a más de uno. La tele evoluciona a pasos agigantados, pero el frescor de estos programas probablemente siga aliviando el calor de los veranos con su recuerdo:
Lluvia de estrellas
Lluvia de Estrellas, el mítico programa musical de Antena 3 que llegó a la televisión en junio de 1995 de la mano de Bertín Osborne y permaneció hasta 2001. Por allí pasaron cientos de personas con la ilusión de mostrar su taleto, pero sólo unas pocas lograron impulsar sus carreras gracias a él. Es el caso de la cantante Tamara o David Civera, quien participó en la versión infantil Menduas estrellas. Sin duda todo un formato para el recuerdo una nube de niebla podía transformar tu vida.
El programa constaba en cada temporada de varias fases, una primera fase de presentación de concursantes que competían por pasar a cuartos de final, una segunda fase de cuartos de final, una tercera fase de semifinales y una gran final de la que salía el ganador de la temporada. En cada programa se presentaban normalmente ocho concursantes. Cada uno de ellos imitaba en la voz y en el estilo a un cantante famoso, y a la vez era caracterizado para convertirse en una copia del cantante imitado.
Ola ola
Ola Ola llegaba a Cuatro en agosto de 2008 y lograba cautivar a la audiencia con sus reportajes veraniegos. Si no podías irte de vacaciones, este programa hacía que estuvieras casi en la arena de la costa. Domingueros, estrafalarios o cualquier personaje curioso que pisara las playas españolas era recogido por las cámaras de Cuatro. Los temas presentados por Paqui Peña pretendía mostrar las virtudes y defectos de las playas españolas, narrando las historias de todo los ‘personajes’ posibles que se atreviesen a salir ante la cámara. En resumen, un sinfín de anécdotas entre cervezas, ensaladillas y balones de playa.
El Club Megatrix
Megatrix no fue un formato exclusivo del verano, pero durante los meses de julio y agosto, El Club Megatrix, se trasladaba al parque acuático Aquópolis o al zoológico Faunia y desde allí, el programa acompañaba a los más pequeños de la casa en las mañanas de Antena 3. Contaba con presentadores como la cantante Natalia o Jordi Cruz,, y era además una especie de concurso de niños que luchaban por conseguir diversos lotes de premios.
Arena mix
Las fiestas en la playa, el desfase y la diversión eran las protagonistas de Arena Mix, un programa de entretenimiento emitido en Antena 3 que recorría las costas de todo el mundo. Este formato mostraba a la audiencia el lado más gamberro y loco de unas vacaciones de verano. Si bien el programa comenzó yendo a las playas nacionales, con el éxito de su primera temporada, la siguiente trajo la novedad de conocer el descontrol veraniego a nivel internacional. Así nació 'Arena Mix Internacional' y especiales en Cancún, Punta Cana o Río de Janeiro.
Grand Prix
La llegada del calor solo podía significar una cosa. El regreso de Grand Prix, presentado por Ramón García, para reunir a la familia frente al televisor durante las noches de verano. Al tratarse de diferentes pueblos de España que competían entre sí, los vecinos de uno u otro solían barrer para casa y animar esa noche con total emoción a sus vecinos. Se enfrentaban en cientos de pruebas para llevarse un regalo muy jugoso. ¿Quién no recuerda juegos como los bolos, la patata caliente, los troncos locos o los bebés golosos?, por no hablar de la mítica cucaña… El formato dejó una huella tan grande, que en la actualidad piden su vuelta a la pequeña pantalla, y es que 14 años de trayectoria dan para mucho. El programa del abuelo y del niño recordaba los veranos en el pueblo o en la playa, las cucañas y las vaquillas. Era un formato apto para todos los públicos, donde las risas y el humor sano estaban aseguradas.
Hasta que la tele nos separe
Este fue el típico programa de las noches de verano que lograban hacer que las horas volasen entre risas, Hasta que la tele nos separe era un concurso que contaba con varias pruebas absurdas, tenía una piscina y se emitió en el verano de 2006. TVE apostó así por el regreso y adaptación del formato autonómico Luna de miel, en el que varias parejas de recién casados (vestidos como recién salidos de la boda) y sus familias, se disputaban un lujoso viaje de novios, un premio en metálico y un coche. Era un auténtico disparate fresquito con Paz Padilla como conductora.