España no está experimentando una segunda ola de coronavirus, tal y como afirmaron en sendas comparecencias el jueves Salvador Illa y Fernando Simón, dado que la situación actual no resulta «en absoluto comparable a marzo y abril», afirmó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). Sin embargo, en las últimas semanas se ha detectado un importante incremento en cuanto al número de brotes, que alcanzan ya los 483, de los cuales un tercio provienen de de fiestas familiares y concentraciones en lugares de ocio. Este tipo de contagios resultan especialmente preocupantes, puesto que dificultan el rastreo de casos, según explicó el experto epidemiólogo.
"No hay una presión asistencial en nuestro sistema hospitalario", informó Simón, a pero sí que existen cerca de 5.700 casos asociados a estos nuevos focos, de los cuales la mayoría cuentan con diez o menos casos. "Alrededor de 100 brotes en España han generado más de diez contagios", ha señalado, y ha añadido que los más preocupantes son aquellos relacionados con los locales de ocio, dado que resultan más difíciles de rastrear.
Desde que finalizó la desescalada hasta el jueves 30 de julio a las 14:30 horas, se han comunicado 614 brotes con aproximadamente 7.900 casos, afectando a la práctica totalidad de las comunidades, salvando la excepción de las dos ciudades autónomas, pero parte de ellos ya han sido controlados, tal y como documenta el Ministerio de Sanidad en su informe diario. El CCAES define como brote "cualquier agrupación de tres o más casos con infección activa en la que se ha establecido un vínculo epidemiológico". Asimismo, aclara que se excluyen de esta denominación aquellos contagios que "afecten únicamente a los convivientes de un mismo domicilio".
Entre los focos activos hasta este momento, el 34% se han desencadenado a partir de actividades relativas al ámbito social y ya afectan a más de 2.300 contagiados. Según explicó eldirector de este organismo, Sanidad ha percibido un importante incremento de los brotes relacionados con reuniones familiares y fiestas particulares, en los que se han detectado más de 90 brotes y alrededor de 770 casos, y con aquellos vinculados a los locales de ocio, con al menos 30 brotes y más de 1.100 casos.
"Es muy difícil en un bar cerrado, en una discoteca, tener la mascarilla y tomarte la copa y no relajarte; de ahí viene el principal foco del problema", reconoció el ministro de Sanidad, que aseguró además que la población más joven es "menos cuidadosa" con las medidas de prevención "que tienen que cumplir". En la misma línea, el jefe del Ejecutivo insistió en la Conferencia de Presidentes en la necesidad de "extremar la precaución" para mantener el control de la pandemia, por lo que, según sus palabras, "la vigilancia debe seguir siendo minuciosa y activa" e hizo una especial mención a la población que está provocando más brotes para que ponga la "máxima atención".
Hace poco más de una semana, el president de la Generalitat, Quim Torra, ausente en la cumbre celebrada en San Millán de la Cogolla, decretó el cierre total en el territorio catalán de las discotecas, salas de baile y salas de fiestas con espectáculo, así como la suspensión de las actividades musicales con pistas de baile o espacios habilitados fuera de los establecimientos. Los salones de juego, casinos y salas de bingo se han visto obligados desde aquel entonces a cerrar a las 00.00 horas.
Unos días antes, el lunes 20 de julio, el consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, prohibió el ocio nocturno en el interior de los locales, aunque los clientes podrían acudir a los establecimientos que contasen con terrazas y espacios exteriores, siempre que estuviesen sentados. Asimismo, se vetaron las reuniones de más de 15 personas, ya fueran públicas o privadas, en una región en la que el Ejecutivo que dirige Fernando López Miras tuvo que devolver al equivalente a la Fase 1 de desescalada a la localidad de Totana.
En la misma comparecencia en la que Isabel Díaz Ayuso anunció el proyecto piloto de una polémica 'cartilla Covid', también decretó que, desde este jueves, la mascarillas serían obligatorias, siendo la penúltima comunidad en establecer esta medida -sólo queda Canarias-. La presidenta y su consejero de Sanidad limitaron, además, la afluencia en terrazas y reuniones privadas en espacios interiores a grupos de no más de 10 personas, e impusieron que dichas terrazas y el resto de lugares de ocio deberían cerrar a las 1.30 horas y llevar un registro, con DNI y número de teléfono, de los clientes, para facilitar los rastreos en el supuesto de que se notificase algún caso o brote. Otras regiones, como Andalucía, Aragón, una de las más afectadas tras el fin del estado de alarma, o País Vasco, han tomado medidas similares.
Según indica el CCAES, el segundo grupo de brotes más frecuente es el que se origina en el ámbito laboral y copa el 21% del total de nuevos focos. Entre ellos, los que más preocupan a Sanidad son los relacionados con trabajadores del sector hortofrutícola en situaciones de vulnerabilidad social, ya que se han identificado a estas alturas 30 brotes con alrededor de 400 personas afectadas. Illa aseguró en la Comisión de Sanidad en el Congreso que el tema de los temporeros es una cuestión de fondo que hay que abordar, al margen de la pandemia, y tomó como propia la afirmación del diputado de Unidas Podemos Rafael Mayoral: "Pedimos mano de obra y vienen personas".
"Esto no va de ideologías, es una pandemia y se combate con criterios médicos y científicos, y lo solucionamos para todo el mundo, también para los inmigrantes", sostuvo el ministro de Sanidad, ante una acusación de una diputada de Vox de haber antepuesto "su agenda ideológica a la salud", en referencia al 8-M.
La situación epidemiológica que más preocupa a las autoridades sanitarias se localiza en Aragón, donde lo que empezó con focos de contagios múltiples vinculados a los temporeros que acuden a trabajar a la Franja de Huesca, limítrofe con Lleida, ha degenerado en una transmisión comunitaria en la provincia de Zaragoza, cuya capital registra la mayoría de positivos de la región, y en un foco de contagio en la comarca del Segrià. Este miércoles, la Generalitat levantó el confinamiento que había decretado en Lleida y en seis municipios del Segrià, mientras que mantiene vigentes las restricciones en Barcelona y en las localidades de Gavà y Castelldefels.
El ministro declaró que no hay ahora mismo ninguna zona descontrolada en España, aunque ha admitido que hay preocupación por los brotes de Aragón y Cataluña, comunidades en las que, dijo, se están tomando unas medidas que están dando frutos, por lo que en los próximos días o semanas "podremos decir que están controlados".
En tercer lugar, alrededor del 18% de los brotes cuentan con un componente mixto, según Sanidad. Se trata de aquellos en los que la transmisión se desplaza del ámbito familiar a otros ámbitos. Además, destaca los focos que se están generando en los centros sanitarios y socio-sanitarios, así como los brotes familiares que afectan diferentes domicilios y los que ocurren entre otros colectivos socialmente vulnerables. El Ministerio califica como "pequeños" alrededor del 75% de los brotes, ya que están compuestos por menos de 10 casos. Los de mayor magnitud, algunos con más de 100 contagios, están ocurriendo en ámbitos de ocio y entre trabajadores en situaciones de vulnerabilidad, evidencian.
No es la situación de mayo, "pero no estamos en puerto seguro"
En esta nueva etapa pandémica en España, se rastrea y diagnostica de forma rápida y generalizada. En la última semana, se han realizado más de 70.000 PCR y ha documentado la alta tasa de asintomáticos, que alcanza ya el 60 %. A su vez, existen muchos pacientes de coronavirus con síntomas leves, cuya media de edad, que en mayo se situaba por encima de los 60 años, ahora no supera los 45.
"Hay cierta transmisión comunitaria, pero la situación no es en absoluto comparable" a la fase primaveral, indicó Fernando Simón. Por el momento, no hay presión asistencial, "excepto en Aragón, donde es perfectamente controlable". Este viernes, se notificó un nuevo aumento de los contagios de coronavirus, con 1.525 nuevos casos en 24 horas, en lo que ya se convierte en el tercer día consecutivo en el que se supera el millar de nuevos infectados.
El titular de Sanidad informó de que en breve se tendrán resultados de la prueba piloto de rastreo de contagios que se ha llevado a cabo en la isla de La Gomera a través de una app, y se estudiarán los datos que aporte este estudio, porque, tal y como admitió, "los meses que nos vienen son difíciles, pero hay salida". Para ilustrarlo, Illa hizo suya una expresión de su homólogo italiano: "Salimos de la tormenta pero no estamos en puerto seguro".
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