Cayetana se levanta en el Congreso con una presencia de Dama del Lago con la espada para ella sola, y eso no gusta en política. En política no gusta que uno parezca un estilita de sí mismo, porque el partido debe ser una cosa entre abejera y ovejera, un organizado enjambre alrededor de una teta de nata (sólo hay que ver a los socialistas poniéndose en pie cuando entra Sánchez, firmes de taconazo y de cucharón como quintos ante el sargento de cocina). En política tampoco gusta que uno maneje espadas mágicas, o sea cultura, inteligencia, lógica y hasta soberbia intelectual, cuando los demás sólo manejan leños y mocos, como armas de troll. Es decir, Cayetana no gusta. Y no por radicalidades ni centralidades. No gusta porque es una intelectual en un oficio de zoco, alguien que hace que todos parezcan vendedores de botijos, descuideros de morral y matarifes con hocino. Y en el PP hay ahora gente preocupada por vender sus botijos.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Entrevista a Koldo: "Aldama me pidió una foto con el presidente"
- 2 Alcampo prevé una Navidad con más consumo tras la inflación
- 3 El 'Aldamazo': El 'caso Koldo' coge vuelo y alcanza a Montero, Ribera y Cerdán
- 4 Cena de Delcy con sorpresa... y la sorpresa era Pedro Sánchez
- 5 Broncano explota contra 'El Hormiguero' tras dejarle sin invitado
- 6 El inspector jefe de los 20 millones se reunía al lado de la Jefatura
- 7 Torres anuncia una demanda conjunta del PSOE contra Aldama y acusa a Feijóo de ser "portavoz de un delincuente confeso"
- 8 Aldama, lavativa de la cárcel
- 9 Nueva ley 'antiokupas' aprobada por el Congreso