Se llama Ignacio López del Hierro Bravo, pero para la trama Kitchen es 'El Polla'. El apodo lleva la firma del comisario Villarejo, cuyas grabaciones han permitido conocer la presunta relación del marido de María Dolores de Cospedal con los que hechos que la Audiencia Nacional investiga desde hace casi dos años: intermediario en el proceso de captación del chófer de Luis Bárcenas para que ejerciera como confidente policial.

Hace dos semanas, el juez Manuel García-Castellón recibió un escrito de 52 páginas en el que la Fiscalía Anticorrupción desglosa en un epígrafe el "conocimiento-participación" de López del Hierro y de la ex secretaria general del PP en la Operación Kitchen, el dispositivo "parapolicial" puesto en marcha por el Ministerio del Interior durante la etapa de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno para robar documentación comprometedora al ex tesorero popular y que no llegara a la Justicia.

En contra de lo que le había pedido el Ministerio Público, el magistrado ha rechazado por el momento imputar al matrimonio. El titular del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional pretende profundizar en "indicios tangibles" como los que señalan la responsabilidad del ex ministro Fernández Díaz -ya imputado- antes que avanzar hacia "hipótesis" sustentadas por ahora en "referencias de terceros".

Los fiscales mantienen que fue López del Hierro la persona que en 2013 puso en contacto al entonces inspector jefe Andrés Gómez Gordo -responsable de la seguridad de María Dolores de Cospedal como presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha- con Villarejo para que éste "manipule" al chófer y accediera a colaborar en el operativo. La función de Sergio Ríos Esgueva sería la de aportar pistas que ayudaran a encontrar los papeles y grabaciones que ocultaba Bárcenas -en aquellas fechas en la cárcel de Soto del Real mientras se instruía el caso Gürtel- y que supuestamente comprometían a dirigentes del partido.

El primer acercamiento al conductor había fracasado. El encargado de llevarlo a cabo había sido el entonces jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), el comisario principal Enrique García Castaño El Gordo (imputado en la causa y ya jubilado). Éste había intentado atraer a Sergio Ríos haciéndole ver que, por su pasado como militar, estaba obligado moralmente a colaborar con el Estado para destapar a un corrupto como Luis Bárcenas. La vía patriótica no surtió efecto y hubo que poner en marcha un plan B. Para ser más exactos, el plan V.

Anticorrupción cree que López del Hierro fue clave en la captación del chófer, pero el juez descarta por ahora imputarlo a él y a su esposa

En una conversación mantenida el 16 de febrero de 2017 con el comisario principal José Luis Olivera y el empresario Adrián de la Joya, intervenida en los registros y ya analizada por la Unidad de Asuntos Internos, Villarejo rememora que fue él quien "humildemente" captó al conductor. "Primero va El Gordo y lo manda a cagar", comenta el polémico policía. Éste no escatima detalles a sus interlocutores: "Primero va El Gordo a captarlo: 'Oye, tú que has sido milico, no sé y no sé cuánto. Todo por la patria y no sé qué...'. El otro se asusta y se acojona. 'No quiero saber nada de usted'...".

Así las cosas, según Villarejo, fue cuando él habló con "Cospe" para que le dijera a Gómez Gordo -al que se refiere como "Cospedín" o "Andy"- que iba a ir a verle una persona llamada supuestamente "Anselmo Cifuentes". "Voy como un tío tal, pero El Polla le dice: 'Va a decirte que se llama tal, pero en realidad es Villarejo (se ríen)'. Y, claro, cuando estoy con él hablando me dice: 'Pero tú eres Villarejo (...). No me jodas que a mí me ha dicho López del Hierro que eres tal'. Y digo: 'Será gilipollas López del Hierro, me voy a cagar en su puta madre'. Entonces le llamo delante de él y le digo: 'Macho, muchas gracias por hacer mi trabajo, cabrón...'. No, hombre, no. Es que éste es un buen tipo, joder; yo he hablado por derecho...".

El comisario, jubilado en junio de 2016, detalla a Olivera y De la Joya que le pidió al marido de María Dolores de Cospedal que le buscara "una cita" con Gómez Gordo y que le dijera que se tomara "un café" con él. "Claro, me aguantó una hora de seducción, humildemente. Una cosa no, pero...", relata ufano. Cuando declaró como investigado el 16 de enero de 2019, el chófer avaló esta versión al reconocer que había sido Villarejo quien lo captó como colaborador policial.

Gómez Gordo y el chófer

Andrés Gómez Gordo conocía a Sergio Ríos porque ambos había trabajado para la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid en la etapa de Francisco Granados (2008-2011), el primero como asesor de seguridad y el segundo como conductor. "El chófer se ofrece a colaborar pero decía que tenía que estar Gómez Gordo por medio", cuentan a este diario fuentes policiales. El entonces inspector jefe fue adscrito en comisión de servicio a la Dirección Adjunta Operativa (DAO), bajo las riendas de Eugenio Pino.

Cuando declaró como imputado, Gómez Gordo sostuvo que ni De Cospedal ni López del Hierro le dijeron que hablara con Sergio Ríos siguiendo indicaciones de Villarejo, recuerda el juez García-Castellón en el auto por el que ha llamado al procedimiento en calidad de investigado a Fernández Díaz. El juez considera que, en este momento de la investigación, los indicios para citar a la ex secretaria general del PP y a su esposo no son suficientemente sólidos.

A la espera de que avance la instrucción, la macrocausa Tándem ha tenido ya una dolorosa consecuencia para María Dolores de Cospedal: la difusión de la conversación que mantuvo en secreto con Villarejo en su despacho de Génova 13 precipitó el fin de su carrera política. Las cintas, desveladas por el portal Moncloa.com, pusieron al descubierto también el papel ejercido en la sombra por López del Hierro.

Aquella cita en la sede nacional del partido tuvo lugar en la tarde del 21 de julio de 2009, meses después de que el juez Baltasar Garzón hubiera detenido a los cabecillas de la trama Gürtel y justo en la víspera de que Bárcenas -senador en aquellas fechas- compareciera en el Tribunal Supremo como "imputado provisional" tras conocerse que había multiplicado por cuatro su patrimonio en cinco años y no había declarado 1,3 millones de euros en ingresos entre 2002 y 2003. De Cospedal estaba abiertamente enfrentada al tesorero y quería que éste dejara sin más dilación su responsabilidad en las finanzas del partido, a lo que aquél opuso inicialmente resistencia.

"Te recojo en un coche con cristales tintados"

De los preparativos de dicho encuentro se encargó de forma celosa López del Hierro. "Yo te recojo en un coche con los cristales tintados donde tú me digas, vamos a Génova, entramos en el garaje y de ahí a un ascensor al despacho de María Dolores. Luego sales por el garaje y el coche te lleva donde tú digas. Y punto", le dice al comisario el entonces novio de la número dos del PP. Las medidas de precaución que se iban a adoptar revelan el interés por que aquella reunión se llevara a cabo de la forma más discreta posible.

Villarejo.-[…]. Por favor, lo que sí es importante es que tengamos claro que si esto que estamos hablando trasciende indirectamente…
Ignacio López del Hierro.-No, hombre. No.
V.-Te hago el matiz.
Cospedal.-Haces muy bien en decirlo, pero sí, desde mi punto de vista es igual, no puede trascender.

Justo dos meses después de aquella reunión, López del Hierro volvió a hablar con Villarejo para que investigara a Javier Arenas, con el que su esposa estaba enfrentado a cuenta de la protección que el político andaluz defendía que había que brindar a Luis Bárcenas cuando ya se conocían los vínculos del tesorero del partido con la trama Gürtel. En concreto, el empresario quería que el policía indagara sobre la Fundación de Estudios Europeos, entidad que presidió Arenas durante su etapa como secretario general del partido (1999-2003) y en la que ocuparon cargos el ex eurodiputado Gerardo Galeote (vicepresidente) y Luis Bárcenas (tesorero).

Cuando el 7 de noviembre de 2018 anunció su renuncia al acta de diputada, días después de dimitir como miembro de la ejecutiva del partido ya liderado por Pablo Casado, De Cospedal reconoció que había sido un error haber recurrido a su marido para un asunto del partido. "Si es un pecado mortal haber hablado con un comisario de policía que por aquel entonces, no lo olvidemos, acababa de ser condecorado por el entonces ministro de Interior del PSOE, entonces me equivoqué. Pero en lo que seguro me equivoqué fue en pedir a mi marido, Ignacio López del Hierro, que me ayudara en una interlocución que no era fácil. Me equivoqué a la hora de pedirle que ayudara al PP. Ahora él está pagando por haberme ayudado a tratar de tener una visión más clara de lo que estaba ocurriendo", razonó en un comunicado difundido a través de su perfil oficial en Twitter.

López del Hierro preparó y estuvo presente en la reunión secreta que Cospedal mantuvo en su despacho con Villarejo en julio de 2009

Cuando recibió aquella tarde de julio a Villarejo en su despacho de Génova 13 en presencia de López del Hierro quedaban 44 días para que la secretaria general del PP contrajera matrimonio con el empresario -18 años y medio mayor que ella- en una breve ceremonia civil celebrada en un cigarral toledano. Mariano Rajoy fue uno de los 150 invitados que degustaron aquel menú nupcial, compuesto de vichychoisse con calabacines rellenos de queso y langosta, rodaballo salvaje con ratatouille de verduras y salsa cabernet sauvignon de piñones, pastelito de almendras con crema de queso fresco y fresas del bosque, y mousse de chocolate blanco y crema de helado.

Tras un primer matrimonio fallido, la ya ex dirigente política señala a Ignacio López del Hierro como el gran amor de su vida, según ha confesado en entrevistas periodísticas. "Éramos amigos desde hace muchos años, pero no iniciamos ninguna relación hasta que, apenas sin enterarnos, surgió el amor", declaró a la revista Yo dona a finales de 2010.  

María Dolores de Cospedal e Ignacio López del Hierro, juntos durante una corrida en Las Ventas.
María Dolores de Cospedal e Ignacio López del Hierro, juntos durante una corrida de toros en Las Ventas.

Nacido en Sevilla en junio de 1947, López del Hierro fue nombrado por Adolfo Suárez gobernador civil de Toledo el 23 de noviembre de 1977, desempeñando esa responsabilidad hasta el 21 de septiembre de 1979. Leopoldo Calvo-Sotelo lo nombró gobernador civil de Sevilla el 3 de septiembre de 1982, cesando el 29 de diciembre de ese mismo año tras la llegada de Felipe González a La Moncloa.

López del Hierro ha presidido empresas públicas -como Remolques Marítimos (Patrimonio de Estado) y la Sociedad para la Promoción Económica de Andalucía (Soprea, controlada por la Junta de Andalucía)- pero donde hizo dinero fue como consejero o asesor de numerosas compañías privadas, especialmente del sector inmobiliario: Metrovacesa, Gecina, Bami Newco, Renta Corporación Real Estate SA, Amper, Itínere, Société Générale, Iberdrola Ingeniería, Iberdrola Inmobiliaria...

En abril de 2000 fundó Hilo de Inversiones SL, una empresa dedicada a la promoción inmobiliaria y en la que sigue figurando como administrador único. Las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil son las correspondientes a 2017, ejercicio que saldó con una facturación de 414.348,96 euros y un beneficio neto de 109.038,16 euros. López del Hierro obtuvo ese año una remuneración de 178.894,72 euros.

La llegada a Caja Castilla-La Mancha

La polémica ha planeado sobre este ejecutivo en no pocas ocasiones, sobre todo a raíz de su relación sentimental con María Dolores de Cospedal. En julio de 2007, cuando su hoy esposa presidía el PP de Castilla-La Mancha y aspiraba a alcanzar la Presidencia de esta comunidad, el consejo de administración de Caja Castilla-La Mancha Corporación (CCM) aprobó la incorporación de López del Hierro.

Once años después, durante su comparecencia en la comisión de investigación sobre la crisis financiera de España que se constituyó en el Congreso, el socialista Juan Pedro Hernández Moltó -presidente de la caja manchega desde 1999 hasta su intervención por el Banco de España una década después- tuvo que dar explicaciones acerca de cómo se había fraguado la entrada del ejecutivo sevillano en la corporación.

"En la política de transparencia, de incorporar, de que todo el mundo estuviera informado, en ese papel que equivocadamente mal llamé de animador sociocultural, de promocionar, de estabilizar, de tranquilizar la entidad, el PP no era un accionista pero era un actor importante. Solicitan presencia en órganos de gobierno para ayudar y controlar, se me pidió su entrada y no tengo nada que opinar de él, todo lo contrario; seguro que fue un buen colaborador. Yo lo conocía porque habíamos coincidido en otros órganos. ¿Lo hubiera propuesto yo motu proprio? No. ¿Me arrepentí de nombrarlo? No. ¿Estaba a la altura de las circunstancias como consejero? Sí. No sé siquiera si debería decirlo, pero yo aconsejé que no, por relaciones de tipo familiar y lo dije de una forma leal; yo creía que no era lo mejor, pero no tengo nada que decir al respecto", contestó Hernández Moltó, como recoge el diario de sesiones de aquella sesión.

Solucionador de problemas y con fama de buen negociador, ha hecho fortuna como consejero en grandes compañías del sector inmobiliario

El Partido Popular de Castilla-La Mancha rebatió aquella versión: "Nadie puede creerse que en el año 2007 Cospedal pudiera imponer al entonces todopoderoso Hernández Moltó nada, y menos en una entidad controlada por el PSOE. López del Hierro fue elegido por designación directa del presidente de CCM".

El nombre de López del Hierro volvió a asomar a los periódicos en marzo de 2012, apenas tres meses después de que Mariano Rajoy alcanzara la Presidencia del Gobierno. Red Eléctrica, en la que el Estado tenía una participación del 20 % a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), propuso la incorporación del marido de De Cospedal como consejero en el proceso de renovación impulsado por José Folgado tras sustituir a Luis Atienza: 180.000 euros por 12 reuniones al año.

La propuesta generó tal escándalo que López del Hierro tuvo que renunciar antes de que se formalizara su nombramiento. La entonces secretaria general del PP vio tras la polémica venteada por los medios de comunicación la mano de Soraya Sáenz de Santamaría, lo que contribuyó a que la relación entre las dos mujeres más poderosas del PP se enconara definitivamente.

"Soltar el mondongo"

María Dolores de Cospedal ha tenido que dar la cara por su marido incluso en el Parlamento. En mayo de 2018, la entonces ministra de Defensa y secretaria general del PP compareció en la comisión que investigó la presunta financiación irregular del PP, donde fue interpelada por el papel de su marido en las supuestas donaciones a la 'caja B' del partido.

En los conocidos como Papeles de Bárcenas hay varios apuntes a nombre de "L. Hierro", "López Hierro" o "LdH". Ignacio López del Hierro ha negado siempre que esas anotaciones tengan que ver con él y los investigadores de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional nunca se los ha imputado. De hecho, el marido de Cospedal anunció una querella contra Álvaro Pérez El Bigotes cuando éste compareció en el Congreso y le identificó junto a Ángel Piñeiro como "uno de los atizantes" de la contabilidad paralela. "Son de los que vienen a soltar el mondongo y los medios, chitón", acusó Pérez.

A sus 73 años, Ignacio López del Hierro vuelve a estar en el foco a cuenta de su presunto conocimiento de la Operación Kitchen y las grabaciones subrepticias del comisario ya jubilado José Manuel Villarejo, quien le puso el mote de El Polla y al que acompañó una tarde de julio de 2009 a bordo de un coche con los cristales tintados hasta la sede nacional del PP para que se viera en secreto con su entonces novia. Este 'solucionador de problemas' con fama de buen negociador no podía imaginar entonces que, años después, la revelación de aquella cita le iba a costar a aquélla su carrera política.