El ataque de Estocolmo, que ha dejado al menos tres muertos y ocho heridos, se ha producido en una de las zonas más comerciales de la capital sueca. El centro comercial Ahlens City es uno de los más grandes de la ciudad y está rodeado por muchos locales y tiendas, sobre todo de ropa.
"Es muy similar a El Corte Inglés en España, pero más grande", explica a El Independiente Marina Cermeño, una estudiante española de Física que vive a apenas 15 minutos caminando del lugar del suceso. "Está lleno de tiendas de ropa, es una zona muy concurrida", dice.
El punto del ataque se ha producido, además, en un momento en el que había muchas personas en la calle. "En Estocolmo la gente sale antes de trabajar, justo a la hora en la que se ha producido todo", dice Marina. "Además, la estación central está muy cerca, y es un sitio por el que pasa mucha gente. Ahí van a parar las estaciones de metro de toda la ciudad y desde ahí sale el tren que va al aeropuerto y a otros puntos", afirma esta estudiante que reside en Salamanca, pero que está en Estocolmo temporalmente por sus estudios de doctorado en Física.
Los hechos han sucedido en la calle Drottninggatan, una de las que más afluencia tiene. Un camión, que al parecer fue sustraído de la empresa Spendruts, ha atropellado a varias personas y se ha empotrado contra la parte baja del centro comercial. La Policía sueca ha informado en su cuenta del atentado, donde han confirmado que la alerta llegó al filo de las tres de la tarde.
El diario Svenka Dagbladet ha afirmado, citando a varios testigos, que las asistencias están atendiendo a los heridos, algunos de ellos tapados por mantas. Una riada de personas han escapado de la zona del atentado a la carrera.
Ataques similares
El pasado mes de diciembre se producía en Berlín un ataque en similar circunstancias. Un camión de gran tonelaje con matrícula polaca irrumpió en el mercado navideño de Breitscheidplatz dejando 12 muertes y casi 50 heridos. Entre los heridos estuvo un ciudadano español, alcanzado en la pierna durante el ataque.
El autor de aquel atentado, Anis Amri, fue finalmente abatido por la Policía en Milán, ciudad a la que huyó mientras era perseguido por las autoridades alemanas. El terrorista llegó en tren al país transalpino procedente de Francia, según la documentación que se encontró en el momento de su muerte.
Un ataque similar sacudió Francia el pasado mes de julio, cuando un hombre embistió con un camión contra los cientos de personas que veían los fuegos artificiales en el Paseo de los Ingleses de Niza, en el centro turístico de la ciudad, como parte de las celebraciones por el día nacional del país galo.
El camión, de 19 toneladas, irrumpió a máxima velocidad en el paseo marítimo y llegó a circular durante más de dos kilómetros arrollando a cuentos encontró en su camino. El conductor también disparó una pistola en varias ocasiones, antes de ser abatido por la Policía de la ciudad.
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