La pandemia será una pesadilla larga para los bancos, pues las entidades españolas no conseguirán volver al umbral de beneficios anterior a la pandemia al menos hasta 2023.
El año que viene será muy duro para los bancos, que tendrán que asumir una avalancha de créditos impagados una vez se materialicen las peores previsiones para la evolución del empleo y terminen las medidas de protección que han puesto en marcha tanto el Gobierno como las entidades en forma de moratorias y créditos con aval del Estado.
El beneficio de los bancos ya se vio lastrado durante el primer semestre por las ingentes provisiones que tuvieron que dotar para afrontar la ola de morosidad que traerá la pandemia. Los impagos de los créditos llegarán con el aumento del desempleo, que alcanzará el 17,1% este año, según las previsiones del Gobierno, que cree que la recuperación económica no llegará, precisamente, hasta 2023.
Durante los próximos tres años, si las cosas no evolucionan peor de lo esperado, los beneficios de Santander irán en ascenso hasta llegar a los 4.970 millones de euros en 2022, de acuerdo con los analistas de Barclays. Esta cifra será aún muy inferior a los 6.515 millones de euros que el banco ganó el pasado ejercicio, el último completo antes de la pandemia.
Diversificación geográfica
Como reconocía hace unos días el Banco de España, en esta crisis la diversificación geográfica ya no será una ventaja para compensar las pérdidas de un mercado, dado que el impacto de esta crisis será global. En consecuencia, Santander y BBVA deberán afrontar desajustes en sus filiales extranjeras, que representan un peso muy alto en el total de sus ganancias.
Así, los tipos de cambio volverán a convertirse en un elemento relevante para ambos. De acuerdo con el análisis de Barclays, en el caso de Santander cobrarán importancia en Brasil, México y Reino Unido, sus mercados más importantes junto con España. El banco deberá dotar provisiones por unos 3.300 millones de euros este semestre.
En el caso de BBVA, la evolución de los tipos de cambio será especialmente importante en Latinoamérica, Estados Unidos y México, donde el coste del riesgo será inferior a lo esperado en un principio, según estos analistas.
El beneficio del banco se situará en 2022 en 2.908 millones de euros, aún por debajo de los 3.512 millones que ganó el pasado ejercicio. Ocurrirá algo similar en el caso de CaixaBank, cuyas ganancias ascenderán hasta los 1.588 millones en 2022 (por debajo de los 1.705 millones de 2019) y en el de Sabadell, que registrará 366 millones ese año (inferior a los 768 millones de 2019).
Las malas perspectivas sobre el negocio bancario han llevado a los analistas de Barclays a recortar el precio objetivo de Sabadell a 0,42 euros (antes era de 0,45 euros), de Santander a 2,6 euros (antes 2,9 euros), de BBVA a 3,5 euros (antes 3,7 euros) y Bankinter a 3,8 euros (antes 4,2 euros), aunque mantiene los de CaixaBank (2,5 euros) y de Bankia (1,3 euros). Aún quedan tiempos difíciles para el sector en Bolsa.
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