Abascal, con esa cosa suya de capitán mongol de lo español, se había preparado o soñado un escenario a medida, la vasta estepa sanchista de ineptitudes y mentiras allí esperando sus cuchilladas aullantes y curvas, mientras el PP quedaba de campesino salpicado y cobarde. Sánchez, que lo sabía, simplemente dejó que acuchillara el aire para después despacharlo tirando de piloto automático. Aquello no era una moción de censura, sino algo más parecido a aquella película, Solo en casa, la de aquellos cacos feroces, atroces y torpes contra un niño listo y resbaladizo que les ponía trampas entre mocos con sus propias embestidas.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 La decana de los Juzgados de Madrid acuerda que Begoña Gómez acceda de nuevo por el garaje
- 2 Galerías Preciados: el triste final de la empresa que 'inventó' las rebajas y cameló a Carmen Polo
- 3 Aldama se desinfla
- 4 Rafa Hernando comparte el DNI de Pedro Sánchez en X
- 5 El Gobierno ofrece a las aseguradoras otra subida de casi 1.000 millones para salvar el concierto de Muface
- 6 Las agresiones que condenan a El Cigala a dos años de cárcel
- 7 La misión española en Egipto pidió dinero para sueldos ficticios
- 8 Los avistamientos de drones en EEUU vuelven locos al Pentágono y FBI
- 9 Janis Timma, muerto en Moscú en extrañas circunstancias