Todavía hay quien se pregunta qué diferencia hay con otras veces que se acercaron presos o se habló con los encapuchados de ETA con la serpiente enroscada en la pata de la silla. La diferencia es que ahora aquellos matones ya sienten que pueden “democratizarnos”, como ha dicho Otegi en su idioma invariablemente macarra, como si se hubiera quedado en los ochenta con la tachuela de bala y el dabuten de una litrona cementerial. Antes podía haber concesiones tácticas o policiales, pero el objetivo seguía siendo derrotarlos. Y no sólo derrotarlos militarmente, quitándoles las pistolas y mojándoles las mechas, sino democráticamente, mostrando la perversidad y la alienación de sus ideas sobre pueblo, libertad y moralidad. Ahora se les da la razón. Ésa es la diferencia.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El Independiente | El diario digital global en español
- 2 Aldama puede acabar con Sánchez
- 3 La declaración de Aldama irrita al PSOE y refuerza a Cerdán a días del congreso: "Relevarlo sonaría a castigo injusto"
- 4 Cómo retomar el sexo después de superar una crisis con tu pareja
- 5 Otegi llama a miles de simpatizantes a "liberar la nación vasca" cada día con "pequeños gestos"
- 6 5 empleos mejor pagados en España sin estudios universitarios
- 7 La Aemet informa sobre la ciclogénesis explosiva
- 8 Nueva ley 'antiokupas' aprobada por el Congreso
- 9 Últimas noticias de España y Política | El Independiente