Euphoria, la serie de jóvenes sumergidos en la drogadicción y los problemas existencialistas, alabada por la crítica y que otorgó a su protagonista Zendaya el Emmy a mejor actriz en una serie de drama, ha vuelto a HBO con motivo del estreno de su primer capítulo especial.
El pasado octubre, la plataforma de streaming anunció que, a causa del retraso del rodaje de su segunda temporada, la serie que maravilló a la audiencia en el verano de 2019 volvería con dos nuevos episodios que actualizarían el status de sus protagonistas, Rue -Zendaya- y Jules -Hunter Schafer-.
El 4 de diciembre, HBO estrenó el primero de dos, titulado Trouble don’t last always -los problemas no duran para siempre-. En él, la protagonista absoluta es Rue, que retorna a la realidad tras su desengaño amoroso con Jules, la última escena de la primera temporada.
Durante el episodio de casi una hora, el espectador se sube a una montaña rusa emocional en la que avista un excepcional diálogo entre el personaje interpretado por Zendaya y Ali -Colman Domingo-, su consejero y figura trascendental en su lucha contra la adicción.
El capítulo se aleja del bling bling y de la marca estética al más puro estilo gen z que había caracterizado a Euphoria hasta la fecha, y presenta una única escena en la que ambos personajes hablan, de manera cruda, sincera e incluso dolorosa, de los problemas individuales y colectivos a los que se enfrentan.
Desde la hipocresía del Black Lives Matter, pasando por la droga, las relaciones íntimas, la esperanza y la lucha, la serie se pone la mochila más dura y crítica.

Una mirada cercana
Si algo caracteriza a este especial es la forma en la que Rue se abre en banda y explica muchos de los motivos de su adicción, recaídas y problemas mentales que viven de alquiler en su mente. También es una demostración de por qué ganó el Emmy en la pasada edición.
Los que hayan puesto la etiqueta de “serie adolescente” a Euphoria deberían visionar Trouble don’t last always para comprender la profundidad de sus personajes. Rue, marcada por su drogadicción, admite en este especial muchos de los motivos que la llevan a seguir cayendo en la trampa. También habla sobre varios episodios violentos con su madre que se repiten de manera intermitente en su cabeza.
Euphoria se pausa, Rue abandona el frenesí y se sienta en un restaurante a hablar de por qué nunca será la persona que de ella se espera. Jules, la que considera como la causante de su última recaída, es una constante en el diálogo entre ella y Ali.

Pocas series consiguen captar la atención como lo ha hecho Trouble don’t last always: el espectador mantiene sus pupilas clavadas en una pantalla en la que dos personajes intercambian ideas acerca del mundo que les rodea durante una hora. Muchos usuarios de Twitter acudieron a la red social para aplaudir la actuación de Zendaya y para hablar del capítulo como un claro ejemplo de cómo hacer televisión de forma adecuada.
A la espera de que HBO confirme este próximo lunes la fecha de estreno del segundo episodio, que se centrará en Jules, los fans de Euphoria tienen motivos suficientes para seguir enganchados a la serie.
Te puede interesar
-
¿Por qué Emilio Aragón 'mató' a Marcial? Las muertes más traumáticas de la ficción española
-
Lady Gaga anuncia conciertos en España: fechas y cómo conseguir las entradas
-
Mercadona tiene un champú que te hará tener el cabello más sano
-
Yuyee se casa con su novia en medio de la batalla legal con Frank Cuesta
Lo más visto
- 1 Moncloa vende su plan de defensa en plena tensión industrial
- 2 Avance de La Promesa del lunes 31 de marzo al viernes 4 de abril
- 3 Sánchez hará lo posible para que Oughourlian no gane en Prisa
- 4 El contacto Oughourlian - Gobierno se perdió hace 9 meses
- 5 El pulso más arriesgado de Conde-Pumpido
- 6 El infierno del único espía del CNI que sobrevivió al atentado de Irak: "No soy un héroe"
- 7 El Supremo espera la prueba "definitiva" del WhatsApp de García Ortiz antes de un mes
- 8 El coronel Tienda, cesado por Marlaska por el 'caso Cuarteles', pasa a la reserva sin ser imputado y tras dos años cobrando sin trabajar
- 9 El renacer de las minas, un negocio de 3.500 millones