El Rey se enfrentaba a su octava Pascua Militar en una delicada situación, marcada por la lucha contra la pandemia -con el papel fundamental que han jugado en la misma las Fuerzas Armadas-, y los pronunciamientos políticos de militares en la reserva que plasmaron en varias cartas remitidas a Zarzuela. Precisamente, en esa última clave cabe interpretar la apelación que ha hecho de la Constitución como fuente de legitimidad de todos los poderes y la obligación de respetarla y observarla.

"Todos estamos comprometidos con la Constitución -ha dicho el jefe del Estado y capitán de todos los Ejércitos- porque es el origen de la legitimidad que se renueva cada día respetándola y observándola". El pacto constitucional, "es el camino libre y democráticamente elegido por el pueblo español y todos estamos comprometidos con ella" porque "es el origen de la legitimitad de todos los poderes y de todas las instituciones del Estado".

En este sentido, ha agregado que la Carta Magna es la "fuente de cohesión, garantía de estabilidad y de solidez democrática", en nuestro país, al tiempo que "reconoce las libertades y los derechos y consagra los deberes a los que todos estamos sujetos". Bien es cierto que no son inusuales las apelaciones de Felipe VI a la Constitución, pero este año tomaban mayor dimensión también por el cuestionamiento que a la monarquía parlamentaria se le viene haciendo desde diferentes fuerzas políticas, entre ellas, la que comparte tareas de Gobierno con Pedro Sánchez, esto es, Unidas Podemos

Esta Pascua venía precedida, además, de una serie de manifestaciones de militares retirados que, entre los meses de noviembre y diciembre, remitieron al Rey hasta tres cartas con duras críticas al Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Eran consideraciones que no se realizaban a título personal, sino que apelaban a su condición de ex miembros del Ejército y se dirigían a Don Felipe como capitán de todos los Ejércitos.

En una de las misivas, 73 ex mandos del Ejército de Tierra calificaban al Gobierno de coalición de «socialcomunista apoyado por filoetarras e independentistas» que ponía en peligro «cohesión nacional». Pero lo peor fue el contenido de un grupo de whatsapp llamado ‘El Chat de la XIX del Aire’, en el que se llegaba a hablar del fusilamiento de 26 millones de españoles. La ministra Robles lo llevó a la Fiscalía por si este caso era constitutivo de delito.

Nadie tiene derecho a desprestigiar a las Fuerzas Armadas", dice Robles

Precisamente, la titular de Defensa ha abogado en su intervención, previa a la del Rey, por el marco democrático y de convivencia "que hace de España un gran país". Y en ese contexto las Fuerzas Armadas están guiadas "por la más estricta neutralidad política y defendiendo, si es necesario con su vida", la Constitución. "Por ello nadie tiene derecho, y menos los que un día vistieron el uniforme de las Fuerzas Armadas" a "desprestigiar" al Ejército. Se trata, en todo caso, a juicio de la titular de Defensa, de "una insignificante minoría que sólo se se representa a sí misma" y a la que ha acusado de "delirios, intolerancia y alejamiento de los principios castrenses", frente a unas Fuerzas Armadas "modernas".

Tras un recuerdo a las víctimas por el coronavirus, Robles, ha incidido en que el Ejército "es una gran familia al servicio de todos los españoles, nunca se deja a nadie detrás" y esa disponibilidad "permitirá ganar la batalla" a la pandemia. Ha sido la mayor operación en tiempos de paz para "salvar vidas". "Por eso nos sentimos orgullosos de su ejemplaridad haciendo los trabajos más duros".

En el acto estaban presentes por parte del Ejecutivo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, además de los titulares de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska. No acuden a la Pascua Militar los titulares de otros ministerios, por lo que no había ningún representante de Unidas Podemos. Además, este año se ha reducido el número de invitados por la pandemia, de modo que sólo había un tercio de aforo a diferencia de ediciones anteriores y al Salón del Trono ha accedido mucha menos gente que en otras ocasiones.