Un brote de la covid-19 afecta a nueve de las once monjas de clausura que custodian el monasterio de la Santa Faz de Alicante donde, según la tradición, desde hace más de cinco siglos se venera uno de los pliegues que usó la Verónica para secar el rostro de Jesucristo en su camino al monte Calvario.
Para honrar esta reliquia el segundo jueves después de Semana Santa, a este monasterio peregrinan cada año decenas de miles de alicantinos (se calcularon más de 300.000 en 2019) en una romería multitudinaria que se repite desde hace 540 años.
Fuentes del Obispado han explicado a Efe que los nueve contagios de las monjas de clausura del total once hermanas de la comunidad de las Agustinas han sido asintomáticos o han presentado síntomas leves, como fiebre y malestar.
Todas ellas se hallan en un relativo buen estado de salud, confinadas y atendidas por el centro de salud que les corresponde, siguiendo las directrices de Salud Pública.
El monasterio y su templo han sido cerrados al público y está previsto que se lleve a cabo un proceso de desinfección para evitar más contagios a partir de mañana a primera hora, con la colaboración del ayuntamiento de Alicante.
El monasterio de Santa Faz custodia el sagrado pliegue para los cristianos desde hace 541 años (está documentado desde el 17 de marzo de 1489).
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