'El Madrileño', tema a tema: una visita guiada por la España cañí de C. Tangana

Fue el primer canto a las intenciones que El Madrileño quería proyectar. La saeta, la mantilla, la ropa secándose al aire en un pueblo perdido de la mano de Dios, una portería con una bandera de España, un ‘Biba el Rey’ y una fusión musical en la que el pasodoble y la Semana Santa se aunaban de forma tremendamente sonora.

Demasiadas Mujeres, cuyo vídeo presentó el pasado 8 de octubre, ahonda en uno de los grandes guiones que el nuevo álbum de Antón presenta: el amor, desamor, los celos y la venganza.

La más exitosa y, seguramente, la que mejor envejezca del álbum en lo que a términos mainstream se refiere. Con Tú Me Dejaste De Querer, C. Tangana puso sobre la mesa el concepto de la rumbachata de la mano de Niño de Elche y La Húngara, y generó un aluvión de debates que vieron en su letra y videoclip mensajes ocultos hacia su pasada relación con Rosalía.

Si no es la mejor, es de las mejores de El Madrileño: prueba de ello son los más de 100 millones de escuchas que tiene en Spotify y los 87 millones de visitas en YouTube. Aunque para Antón, los números no significarán nada. En términos musicales, quizá es la que mejor ejemplifica la fusión castiza que el artista ha querido implementar en su nuevo proyecto.

Comerte Entera recuerda a muchos hits previos de Tangana en lo que a letra se refiere, pero su homenaje inicial a los recién separados Daft Punk termina combinando con la guitarra del brasileño Toquinho, que hace su aparición en los compases finales del tema.

Con Bárbara Lennie en el videoclip, C. Tangana aprovechó el boom de la serie de Netflix que protagoniza la actriz, El desorden que dejas, para dar forma visual al tema. 

Cómo quieres que te quiera, de Rosario Flores, encuentra en Nunca Estoy su homenaje contemporáneo. Fue la primera novedad que C. Tangana presentó en pleno confinamiento, aunque por aquel entonces parecía más una pieza aislada y sacada del aburrimiento artístico que su primer adelanto de El Madrileño. Quizá sea uno de los temas que mejor explican la fusión flamencourbana que Antón ha querido explotar en esta nueva etapa musical.

Aquí, ‘El Pucho’ admite que se ha «cansado del primer puesto, ya no quiero ser mejor que el resto» en otro alegato al corazón roto. «El resto de las cosas que importan se fueron contigo» y «escribo cosas buenas de algunas chicas malas, sobre todo cuando ya se han marchado». Para esta canción, Antón colabora con el joven artista mexicano Ed Maverick (2001), que pone su voz en el coro y otorga al tema un sonido más melodramático en comparación con el resto del álbum.

Aunque C. Tangana critique que la prensa siempre busca hilos en sus letras que recuerdan a Rosalía, lo pone muy fácil para encontrar nexos comunes. «Miénteme y dime que me quieres, que no ha cambiado nada». Quizá sea una más de sus Demasiadas Mujeres.

Una de las más joviales y que recuerda al típico verano en la feria del pueblo con Camela de fondo mientras el chico o la chica que te gustaba te invitaba a montarte en los cochecitos de choque. «Se ha enterao’ to’ el mundo que me tienes loco, esto no es vivir», mientras que ella, la Ingobernable, sigue mostrando su entereza al rechazar al chico al que, secretamente, también adora.

«Que no me quieres querer»: un Romeo y Julieta versión quinqui. Los coros de los Gypsy Kings combinan a la perfección con la voz de C. Tangana, en una fusión total de géneros y estilos que convierten al tema en uno de los más memorables, creativos y reivindicativos de la cultura folclórica de El Madrileño.

Nominao es uno de los temas más tranquilos de El Madrileño: las voces de Drexler y Antón consiguen brillar por encima de la base, formada por un bajo y unos acordes muy suaves. «Antes estabas al dente, pisabas mucho más fuerte», afirman ambos. Las lecturas pueden ser amplias, aunque compramos la idea de que Antón busca romper con esa imagen de superestrella invencible y misteriosa que él mismo ha conformado.

Este sencillo que C. Tangana lanzó en 2018 con Kiko Veneno y Niño de Elche se cuela en El Madrileño con un nuevo arreglo y remix.

«Si mi vida les molesta, al salir cierren la puerta, que aquí nadie le ha invitado», afirma Antón en Te Olvidaste, un tema que se construye por medio de una guitarra, unos simples coros, una caja de música; y cuya voz y letra se consuman como un susurro en el oído.

En ella, una de las menos flamencas en lo que a sonido se refiere, colabora con Omar Apollo, el joven cantautor mexicano-estadounidense que se introduce al final del tema y que confirma la predilección de El Madrileño por colaborar con voces poco explotadas y menos conocidas en el panorama musical nacional.

Una de las grandes sorpresas de El Madrileño es este Muriendo De Envidia con el guitarrista cubano Eliades Ochoa (el que fuera miembro del Buena Vista Social Club). El tema arranca con un «vámonos Ochoa, venga», emulando a un tablao flamenco de los de siempre, y termina con el flujo de sonidos latinos que lidera la salsa.

«Nada me va a importar mientras tú despiertes aquí a mi lao'», enuncia Tangana en un canto al amor.

En Cambia, Tangana hace un alegato a los grandes pecados de la fama. «Me hicieron pensar que si cada noche no salía envuelto en Gucci no era más que un don nadie y ahora que sobran ceros en el banco me piden que cambie», espeta.

En este tema colabora con el rey de la ranchera mexicana, Carín Leon, y con Adriel Favela, también exponente de la música regional del país.

El cantante logroñés Pepe Blanco hace una aparición en Cuando Olvidaré para, como ya hiciera en su época, reivindicar «que la canción española es racial» y que «el inglés no puede cantar ni un fandango, ni una jota ni un pasodoble».

Revivir la figura de Pepe Blanco en El Madrileño se convierte en uno de los ejemplos más consistentes de la idea que Antón tiene tras el proyecto: «Poner lo que no molaba donde las cosas que molan y las que molaban en las que ya hemos visto y que nos aburren».

Otra de las más destacadas y alejadas del estilo musical al que Antón nos tenía acostumbrados. En Los Tontos vuelve a confiar en Kiko Veneno para crear un tema divertido, dinámico y movido que sigue la línea de Ingobernable (con los Gypsy Kings).

«Hasta los tontos tienen tope, y esta vez voy a acertar aunque sea de rebote», afirman ambos entre sonidos flamencos y vivos coros acompañados de la guitarra. «Tú te has creído, que por ser yo bueno, puedes ir pisando por donde yo friego», una revancha al más puro estilo folclórico.

Muchos esperaron esta colaboración como agua de mayo, y aunque cuenta con la presencia de un Andrés Calamaro que se anima a tocar la batería, se puede decir que hay mejores temas en El Madrileño.

Quizá sea la que practica un rock más clásico y una letra marca registrada del Pucho: «Tengo un cohete en el pantalón, tengo una flor en el culo y una geisha en Japón, tus banderillas en el corazón», recitan ambos al unísono.