Manuel acaba de colocar las hamacas con las que lleva 40 años acomodando turistas en la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. “Yo en los 70 y 80 era un play boy”. En la caseta donde guarda sombrillas y tumbonas exhibe una colección de recortes de prensa y fotos personales de años dispersos de esas décadas pasadas de las que ahora habla con nostalgia. “No quedan fábricas, nadie quiere trabajar en el campo, si se va el turismo qué vamos a comer ¿arena? Los huevos de oro ya se fueron, ya no vienen más a Las Canteras”, afirma.

La raíz de la nostalgia de Manuel está en la ausencia de la materia prima de su industria: los turistas no llegan. Como Manuel, Gustavo, que regenta un restaurante junto al mar, echa de menos a todos los turistas: alemanes, ingleses, belgas y peninsulares. Si no fuera por sus comensales canarios el restaurante estaría en peor situación. “Todavía tengo a gente en ERTE desde marzo de 2020”, afirma.

Cada uno hace sus estimaciones sobre cuánto han caído los ingresos. El restaurador estima que cerca del 40%; el hamaquero dice tener sólo un 10% de lo que sería habitual, pero es que a su negocio no le acompaña ni el buen tiempo en este mes de julio.

Y aunque desde el inicio de la pandemia Canarias ha tenido unos niveles de contagios mucho más bajos que cualquier otro destino turístico, ahora están disparados. "Quizás con un 45% de la población vacunada nos hemos confiado todos", se lamenta José María Mañaricúa, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas.

Este jueves, el archipiélago volvió a batir un nuevo récord histórico al sumar 690 nuevos casos en 24 horas y una incidencia acumulada de 281 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Además, las patronales hoteleras confirman que las previsiones y las esperanzas puestas en el certificado verde digital de la Unión Europea no se están cumpliendo.

fotos de hamaquero
Las fotos de Manuel, el hamaquero más veterano de la playa de Las Canteras en Las Palmas.

Las altas cifras de contagio tanto en las islas como en algunos mercados emisores -sobre todo el británico-, han dejado un panorama que nada tiene que ver con lo que se podía esperar para estas fechas. "Las previsiones se alejan bastante de las que teníamos antes de que llegáramos a esta temporada de verano", añade Juan Pablo González, gerente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel).

“No hay turistas, está muy flojo”

A Liu, que regenta un bazar con muchos objetos de playa, no le llega el español para hacer estimaciones, pero con acento chino dice nítidamente “No hay turistas, está muy flojo”. Lleva 15 años en esta playa y asegura que antes estaba llena de turistas. “Los turistas no tienen dinero. La gente es pobre, no tienen dinero. Perdón, es lo que...”, se disculpa por si nos parece ofensivo. “Pero es la verdad. Vienen los jóvenes, que no tienen dinero, ¿tú sabes?”. Es el peor año de su negocio.

Ahora mismo, en las islas están abiertos cerca de un 70% de los establecimientos hoteleros, aunque sus ocupaciones medias apenas rondan el 40% de la capacidad. Y son los propios canarios los principales protagonistas de las pernoctaciones.

De momento, para este verano "hay que ver la situación de forma semanal", prosigue González. "Hacer previsiones a más de quince días tiene un riesgo alto", insiste. Asimismo, considera que "atacar a la hostelería no es la solución". "Si se cierran locales sería un nuevo golpe a estas economías, que no pueden estar abriendo una semana sí y otra no. Eso no hay negocio que lo resista", se lamenta.

José, camarero de un restaurante cercano, asegura también que son los canarios -también- los que están sosteniendo el restaurante en el que trabaja. “Notamos mucho la ausencia de extranjeros, ellos gastan más”, asegura. Pero las esperanzas no se pierden. "En agosto yo espero que habrá más, creo, veremos el subidón”, afirma con esperanza.

Playa de Las Canteras, Las Palmas

Aunque el interior de la hostelería está cerrado, en las terrazas se puede permanecer hasta las doce de la noche. Sin embargo, la patronal turística de Gran Canaria se ha mostrado partidaria de que el gobierno insular decrete un toque de queda a las doce y media para que la gente no siga de fiesta en espacios públicos o privados tras el cierre de los locales, con el consecuente empeoramiento de la situación epidemiológica.

Las recomendaciones de ciertos países como Francia, Holanda o Alemania de no viajar a España tampoco han sentado nada bien. Y que Canarias haya sido colocado como escenario de riesgo, tampoco. “Nosotros vivimos del turismo” afirma enfadada Ada, heladera italiana del paseo marítimo. “El turismo no está llegando, Inglaterra cerró, otra vez, el venir aquí y Alemania igual. Estamos esperando, pero la situación está mal, porque la dueña del local quiere el alquiler igual y el gobierno no ha hecho nada por los alquileres y pago mucho. La situación no está bien para mí ni para todos", se lamenta.

En Lanzarote, donde los británicos representan hasta el 60% del volumen turístico, aún sigue cerrada la mitad de la planta hotelera. Pero está previsto que los establecimientos que quedan por abrir levanten la persona cuando los turistas de Reino Unido vacunados puedan viajar sin hacer cuarentena a la vuelta a partir de este próximo lunes. Sin embargo, el ritmo de las reservas se ha visto fuertemente ralentizado.

Cohelet tiene un local a pie de calle desde el que alquila casas y villas a los turistas: Casitascanarias.com. “Salen muy bien de precio, cuesta 100-120 euros el día en una casa con piscina de dos habitaciones. Por el precio no es que no lleguen turistas”, explica. Julio y agosto se están vendiendo más, pero son canarios los que reservan estancias más cortas. Le preocupa lo que pase en septiembre, octubre y noviembre que es cuando más extranjeros llegan. “La Navidad se reserva por estas fechas y, de momento no hay nada”.

En las patronales turísticas se muestran confiados de que para entonces, con la mayor parte de la población vacunada, todo se irá reactivando. Eso sí, "no será hasta septiembre cuando empecemos a recuperar niveles anteriores a la pandemia", concluye Mañaricúa.