IFM tiene el beneplácito del Gobierno para entrar en Naturgy. Aunque, eso sí, deberá cumplir una serie de obligaciones durante los próximos cinco años. Tras seis meses de estudio, el Ejecutivo de Pedro Sánchez dio el visto bueno al fondo australiano para adquirir el 22% de la compañía. Fuentes cercanas al grupo señalan que está satisfecho con la aprobación” y en las próximas fechas “se pronunciará de manera oficial”.
No obstante, y a pesar de que se van elevando las barreras de entrada al capital de la energética, tras el visto bueno de reguladores y del Gobierno a IFM se le presenta otro escollo: el de los accionistas.
Los grandes fondos que ya están dentro del accionariado no tienen intención de vender. Es más, Criteria Caixa afirmó recientemente que adquirirá hasta el 29,99% de las acciones de la compañía para velar por sus intereses.
Los fondos GIP (20,6%) y CVC -con el grupo March- (20,7%), la estatal argelina Sonatrach (4,1%) y Norges Bank (1,1%) tampoco están por la labor de salir del accionariado, si bien es cierto que, tal y como apuntan fuentes del mercado, no están incómodos con la participación de IFM.
IFM, por su parte, no quiere entrar en una guerra de fondos de inversión y ha tendido la mano a Criteria Caixa, quien quiere que sea su socio para desarrollar el nuevo plan estratégico lanzado por Naturgy recientemente.
Con los grandes accionistas parapetados en sus asientos, IFM hace cuentas para poder adquirir el 22% de la compañía española. Y de no ser así, al menos el 17%. Esta cifra es la mínima que exige el fondo de inversión australiano para irrumpir en el capital social de la compañía dirigida por Francisco Reynés.
El free float, o las acciones disponibles en mercado, es de apenas el 30%, por lo que, de acuerdo a fuentes financieras, las posibilidades de que IFM consiga su objetivo es «muy ajustado». Más aún, con la intención de Criteria Caixa en adquirir otro 5%, por lo que tan solo quedaría un 25%. Además, las voces consultadas, explican que llegar al “23% que pretende el fondo australiano es muy complicado”.
De acuerdo a las cifras de BME (Bolsas y Mercados Españoles) Naturgy cuenta con unos 75.000 inversores que deben decantarse por no acudir a la OPA o cobrar 22,07 euros por acción tras el último ajuste realizado por IFM tras el pago de dividendo.
IFM, además del free float, también está muy atenta a lo que suceda durante las próximas semanas con el precio de las acciones. Este martes, la compañía cerró en 21,87 euros por cada título, 30 céntimos por debajo del precio de la OPA. Pero durante jornadas anteriores, las acciones se situaron por encima, algo que va contra los intereses del fondo ya que los pequeños inversores podrían negarse a vender por debajo del valor de ese momento.
Mientras tanto, Naturgy guarda silencio. La compañía entiende que no debe interferir en este baile entre sus accionistas y lo hará tan solo cuando deba pronunciarse a través de la recomendación del presidente a sus accionistas.
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