La Vecina Rubia, siempre fue rubia, o eso dice. Y sin tener la más mínima idea de lo que era el amor y con dieciséis veranos, que no primaveras, se enamoró hasta las trancas. Quizás en un intento subconsciente de empeñarse en cumplir eso de que «las llaves, el amor y las noches más divertidas se encuentran cuando no las buscas». Ella lo busco a medias. Y su primer amor acabó siendo una de las tantas «ilusiones reales» que hoy plasma en su novela.
A través de historias entrelazadas en el tiempo, esta chica con «pelazo y cerebro debajo» presenta La cuenta atrás para el verano, 350 páginas donde vuelca sus pasiones más íntimas y muestra sus otras «yo» del pasado: «La cuenta atrás para el verano entrelaza en el tiempo la vida de una rubia, que soy yo, y la de las personas que han supuesto el aprendizaje más útil que atesoro. Porque en el fondo, conocer a las personas más importantes de tu vida es conocerte a ti misma. Son nombres propios que me ayudaron a dar el salto desde la adolescencia a la madurez, despeinándome en el camino el pelazo, pero construyendo un cerebro debajo. Esta novela está basada en ilusiones reales que me he inventado algunas veces», cuenta para El Independiente, que al igual que sus más de 2,8 millones de seguidores en Instagram, y para todos los curiosos, sigue sin conocer su rostro.
Pregunta.- ¿Cómo explicarías La cuenta atrás para el verano a alguien que no ha leído la novela?
Respuesta.- Diría que La cuenta atrás para el verano es un homenaje a la amistad, a los vínculos casi fraternales, a las relaciones incondicionales y sinceras, a los buenos momentos y al dolor; al dolor también, porque forma parte de nuestras vidas y es necesario saber cuánto espacio hay que dedicarle para que no lo cope todo. La cuenta atrás habla de la importancia de fortalecerse a una misma, de no quedarse atrapada y de romper con esa dependencia muchas veces creada en las relaciones sentimentales. Una manera de entenderte en el contexto de tu vida como pieza fundamental, donde nadie dirige tus pasos: solamente tú y tus decisiones. Son muchos temas, sí, pero es que la vida es así, no la he inventado yo, y desde los 16 años hasta la madurez, las experiencias se multiplican por diez en todos los sentidos.
P.- Dices que es un libro que cuenta la historia de una y la de todas. ¿Por qué?
R.- Creo que todas podemos sentirnos identificadas en la novela, puesto que de una manera u otra, hemos vivido muchas de las situaciones que en ella se describen. Reflexiones ante contextos cotidianos que, en primera persona, se convierten en un mundo, y que revisadas en la distancia, con perspectiva, se sienten con cierta nostalgia. Ninguna persona está exenta de plantearse su futuro durante la adolescencia, de los conflictos con tus padres, del dolor de decir adiós a tu primer amor para seguir tu propio camino y la incertidumbre ante la vida que aún queda por delante. Eso sí, todo con un puntito de humor que siempre se agradece. Al final, la novela toca los temas de la vida tal cual, sin artificios. Temas con los que todas hemos lidiado o estamos lidiando en estos momentos. Y no deja de ser un golpe de realidad narrado con humor y cariño.
P.- El título ¿Por qué La cuenta atrás para el verano?
R.- Porque todo en la vida es una cuenta atrás: «cuando tengas dieciocho años...»,«cuando vayas a la universidad...»,«cuando encuentres tu primer trabajo...». Es como poner un cronómetro hasta el siguiente paso y avanzar en la vida superando etapas. Con el tiempo me di cuenta de que muchos de los puntos de inflexión que ha habido en mi vida, y que aparecen en el libro, se habían iniciado justo antes de que comenzara el verano. Momentos de cambio que vienen acompañados del calor y una increíble sensación de libertad que solo te da esa época del año. La cuenta atrás para el verano siempre ha sido para mí un antes y un después, un punto de partida para dejar atrás un ciclo que se cierra, sin importar si fue más o menos feliz, y abrir uno nuevo que sin duda será, como mínimo, diferente.
P.- ¿En qué momento La Vecina Rubia se plantea publicar una novela y cómo ha sido el proceso de escribirla?
R.- Siempre he mantenido un gusto especial por la lectura y siempre he disfrutado mucho plasmando mis historias sobre el papel, incluso desde que era niña, y en las redes sociales años más tarde. Escribir una novela es algo que da mucho respeto y solo cuando estuve segura de que tenía algo sólido que contar me atreví a salir de la zona de confort que dan los 2200 caracteres de Instagram. Ha sido un proceso largo, bonito y a veces duro, ya que llevaba varios años con esa necesidad de contar una historia que, desde pequeña, siendo lectora empedernida, me ha acompañado. Mientras estaba inmersa en el proceso, he disfrutado como una niña con zapatos nuevos; he reído, me he emocionado y he llorado a partes iguales, y esto es justo lo que me gustaría transmitir a todos los lectores. Intentar conseguir reproducir cada una de las emociones y transmitirlas de manera íntegra y limpia. Sin aditivos narrativos. Tan sencillas o complejas como son cada una de ellas, siendo lo más auténticas y reales posibles. También ha sido muy emotivo poder volver a hablar de mi padre en presente y no en pasado, y muy divertido recordar todos los viajes con amigas y grandes anécdotas con ellas que nunca olvidaré, y que ahora están plasmadas en las hojas de una novela. No voy a negar que todo a sido a su vez complicado. Porque estructurar toda la información acumulada en un lapso de tiempo tan amplio no es fácil, y trabajar con saltos temporales para no perder hilo narrativo me ha dado más de un quebradero de cabeza, pero creo que he conseguido el objetivo de dotar de ritmo a la novela.
P.- ¿Cuáles son esas ilusiones reales que te has inventado algunas veces?
R.- Pues esa parte de la lírica que tiene toda historia, en la que tus dedos sobre el teclado imaginan cosas que tu mente tiende a recordar de una manera, pero cuya realidad probablemente fue otra diferente.
P.- Pocos días después de que se pusiera a la venta La cuenta atrás para el verano se colocó en lo más alto del top ventas de Amazon. ¿Esperabas el recibimiento?
R.- Cuando escribes siempre tienes la ilusión de que alguien lo lea. El fin último de escribir una novela es ese. En el caso de La cuenta atrás para el verano, ya desde el comienzo percibí que había interés por los pequeños textos que iba publicando en mis redes sociales. Algunos de ellos tenían que ver con algún capítulo concreto del libro que estaba escribiendo en ese momento, pero ajustado a 2200 caracteres. Lo justo para saber que quien me leía se identificaba y hacía suya la historia, algo que como escritora es lo más bonito que te pueden regalar. Ahora, años más tarde de esas primeras 'incursiones', vamos ya por la cuarta edición de la novela, lo cual me llena de ilusión y agradecimiento. Solo con pensar que tanta gente me ha regalado su tiempo leyéndola siento que ya de por sí se ha creado una relación que nos une y de la que estaré eternamente agradecida. El tiempo es lo más preciado que tenemos y que tantas personas inviertan el suyo en mi novela es un privilegio.
P.- Esa relación de la que hablas, el hecho de poder conocerte a ti o a tus recuerdos, en el libro se plasma a través de nombres propios (de tus amigos, parejas, tus padres etc.), sin embargo, en ti misma está el secreto de ocultar tu identidad.
R.- Como reza la sinopsis del libro: «Esta novela está basada en ilusiones reales que me he inventado algunas veces. Reconocer cuáles es algo que estará dentro de cada una de nosotras». Al final, no creo que sea relevante identificar lo que es realidad o lo que es ficción, sino sumergirte en la historia, hacerla tuya, emocionarte con ella y disfrutarla.
P.- Te atreves con el humor, el interiorismo, la ortografía, la moda, ahora los libros. Y todo parece que lo haces bien, ¿Algún otro tema con el que vayas a sorprendernos?
R.- Al final, mi perfil en Instagram no deja de ser el reflejo de las cosas de las que todas hablamos en el día a día en nuestros chats con amigas; hablamos de moda, de decoración cuando te cambias de casa, de los libros que leemos etc. No es cuestión de hacerlo bien o mal, sino de poder hablar de estos temas con la misma sencillez que lo hacemos en nuestro día a día. Si mañana surge en mí una nueva inquietud, estaré encantada de compartirla con las personas que me leen, como lo hago siempre.
P.- Hoy eres una de las influencers más queridas de España, pero ¿Cómo decidiste comenzar esta aventura?
R.- Comenzó tal y como lo hace cualquier persona en las redes sociales, con 0 seguidores y una vida interior muy rica que contar a los demás.
P.- ¿Por qué crees que alguien sin identidad en redes sociales ha alcanzado el éxito que tu has alcanzado con la importancia que le damos hoy en día a la imagen, al físico, al ver a esa persona de tú a tú…? ¿Dónde crees que radica el secreto de tu éxito?
R.- Nunca he sabido cómo se mide el éxito. Supongo que mi padre diría que el éxito es hacer cosas que te hagan sentirte orgullosa y que permitan que los que te rodean también se sientan de esa forma. Yo me siento muy orgullosa de la novela que he escrito y sin duda, para eso no hace falta mostrar mi rostro.
P.- ¿Es difícil ser La Vecina Rubia?
Como dije en su momento: «Me gusta ser rubia, pero a veces es difícil».
P.- ¿Planeas salir algún día del anonimato?
Ser anónima es una decisión personal que tomé hace mucho tiempo porque considero que cualquier persona podría ser La Vecina Rubia y es el mensaje que me gusta transmitir. Además, percibo que a ninguna de las personas que me lee les interesa en absoluto mi vida privada, lo respetan y valoran el mensaje, que al final es lo más importante.
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