Marcelo ha activado "la bomba atómica". No se asusten. Así reconocen en Portugal la capacidad del presidente de la República de convocar elecciones anticipadas. Después de escuchar al Consejo de Estado, Marcelo Rebelo de Sousa ha anunciado este jueves a los portugueses que están convocados a votar el nuevo Parlamento el próximo 30 de enero.
Ha destacado Marcelo Rebelo de Sousa cómo el momento es decisivo debido a la pandemia, un momento en el que se necesitan unos presupuestos aprobados. "El rechazo de los presupuestos ha dejado solo al partido del gobierno. Son divergencias grandes y han pesado más que la relevancia del momento crucial que vivimos", ha dicho Marcelo.
"No había una tercera vía para mantener el presupuesto, pensado con reglas diversas". Ha subrayado que el presupuesto de 2022 es vital y por ello, ha dicho, "hay que devolver la palabra al pueblo y así buscar la estabilidad y la certeza". Portugal espera recibir más de 9.000 millones de euros de fondos de recuperación de la UE.
En el mensaje del presidente hay un claro reproche a los partidos que han provocado este adelanto electoral, es decir, el Bloque y el Partido Comunista. Marcelo ha dicho a los portugueses cómo el país necesita estabilidad y que el rechazo a los presupuestos dejaba al partido del gobierno huérfano en un momento crítico, después de la pandemia.
Ha explicado que, dado que la campaña electoral no puede darse en Navidades, la fecha más cercana sería el 30 de enero. La cuestión de la fecha también ha sido motivo de debate. El socialista Antonio Costa quería que se celebraran lo antes posible, mientras que el centro derecha y los democristianos del CDS preferían contar con más tiempo.
En un comunicado, el Consejo de Estado de Portugal se mostraba favorable por mayoría a la disolución del Parlamento. No hubo unanimidad porque votaron en contra, según el semanario Expresso, el bloquista Francisco Louçã y el comunista Domingos Abrantes.
Marcelo ya advirtió a bloquistas y comunistas que si no había presupuestos tendría poco margen y se vería abocado a convocar elecciones. El socialista Antonio Costa fracasó en su intento de aprobar los presupuestos el pasado 27 de octubre. La geringonça, esa amalgama de partidos de izquierdas que había facilitado la gobernabilidad del socialista Costa, quedaba sentenciada.
El Bloque de Izquierdas y el Partido Comunista se negaron a dar su visto bueno a los presupuestos por discrepancias con la legislación laboral y por reclamar más fondos para sanidad. El jefe del gobierno, el socialista Antonio Costa, les advirtió del riesgo de su jugada. Y en el Parlamento, poco antes, de ver cómo los presupuestos no lograban luz verde, pidió una mayoría estable y reforzada. Era la primera vez desde la Revolución de los Claveles, en 1974, que el Parlamento portugués votaba en contra de los presupuestos.
Costa tenía otra forma de solventar este obstáculo. El primer ministro portugués podría haber prorrogado los presupuestos ajustándose mes a mes (por duodécimos se llama la fórmula) a los del año precedente. Pero Costa no es partidario. Después de ver cómo sus aliados desde 2015, dejaban que sus presupuestos se quedaran empantanados, el primer ministro portugués se vio en Trujillo con el español, Pedro Sánchez, con quien tiene una relación muy cercana.
Riesgo de ingobernabilidad
Un 43% de portugueses cree que será Antonio Costa quien vencerá en las próximas elecciones, pero el 68% ve imposible que logre la mayoría absoluta, según un sondeo del que se ha hecho eco el Diario de Noticias. En las elecciones pasadas se quedó a ocho escaños de la mayoría absoluta. El Partido Comunista ha anunciado que no apoyará a los socialistas de nuevo. Da por rota la geringonça.
"El Partido Socialista solo una vez en toda su historia consiguió una mayoría absoluta en el Parlamento. Sería excepcional y no parece que haya gran entusiasmo. La crisis económica acecha, la presión fiscal es asfixiante y el precio de los combustibles, elevadísimo. Va a quedar todo fragmentado", explica Ángel Rivero, profesor del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid.
El Partido Social Demócrata (centro derecha) está en proceso de renovación de liderazgo. Rui Rio trata de mantener las riendas pero desde sus propias filas dan por hecho que le reemplazará Paulo Rangel. A pesar de que lograron victorias simbólicas en las recientes elecciones municipales, como Lisboa, se debieron más a dirigentes concretos, y en términos cuantitativos el partido más votado siguió siendo el socialista.
A este complicado panorama se suma que Chega!, el partido de ultraderecha que lidera André Ventura, ex comentarista deportivo, puede sacar rédito de la debilidad de los conservadores y también de los comunistas. Como señala Rivero, el Partido Comunista en Portugal tiene arraigo en zonas rurales, donde también Chega! empieza a contar con cada vez más seguidores.
"El resultado que se prevé ahora aboca a un escenario peor que el español. Portugal tiene un sistema bipartidista imperfecto con la virtud de que el CDS y el PSD podían gobernar con el PS, pero eso se ha quebrado desde 2015. Y la geringonça ha saltado por los aires. El Bloque y el Partido Comunista querían tensar la cuerda, no elecciones. Van camino de ser más ingobernables que España", concluye Rivero.
El órdago lanzado por bloquistas y comunistas ha terminado en la convocatoria a las urnas dos años antes de lo previsto. Está por ver a quién beneficia esta jugada de alto riesgo político.
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