La cumbre entre los líderes de las dos grandes potencias globales, Estados Unidos y China, ha sido virtual. Xi Jinping, el presidente chino, prefiere ser prudente por la pandemia y no sale del país. Por ello no fue a la cumbre del clima en Glasgow. Sí lo hizo el presidente de EEUU, Joe Biden, quien ha abierto el encuentro diciendo que su objetivo es garantizar que la competencia entre EEUU y China no desemboque en "un conflicto".
Las tensiones entre las dos principales economías del mundo son evidentes en el terreno comercial y en las aguas del Pacífico, en concreto, en torno a Taiwan. En la reunión, que se ha prolongado tanto que ha sido necesario un receso, los dos líderes han reconocido que necesitan entenderse.
EEUU acusa a Pekín de cometer abusos contra los uigures en Xinjiang y de aplastar las protestas en Hong Kong. También les separa el tema de Taiwán. Según fuentes chinas, el gobierno de Pekín han acusado a EEUU de interferir en sus asuntos internos.
"El asunto de Taiwán concierne a la soberanía e integridad territorial china, así como al interés central de China", ha remarcado el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Zhao Lijian. "Es el tema más sensible en las relaciones entre China y EEUU".
Según Biden, es necesario que China y EEUU establezcan "algunos cauces de sentido común" y "trabajar juntos donde nuestros intereses se cruzan, especialmente en asuntos globales vitales como el cambio climático”. Además del desafío medioambiental, Biden aludió como temas principales de discusión los derechos humanos, la economía y “la garantía de un Indo-Pacífico libre y abierto”. Ha reconocido que "la forma en que evolucione nuestra relación bilateral tendrá un impacto profundo no solo en nuestras naciones sino en el resto del mundo". De este modo, ha apelado a Xi a que los dos ejerzan "un liderazgo mundial responsable".
Junto a Joe Biden, han seguido la conversación, que se ha prolongado tres horas y media, el secretario de Estado, Antony Blinken, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan y los asistentes de seguridad nacional Kurt Campbell, Laura Rosenberger y Jon Czin.
"China y Estados Unidos deben mejorar su comunicación y cooperación", ha dicho Xi Jinping, quien ha asegurado que estaba feliz por volver a ver a su "viejo amigo" en pantalla. "Estoy dispuesto a trabajar con usted para generar consenso, tomar medidas activas y avanzar en las relaciones en una dirección positiva", ha remarcado el líder chino. "Hacerlo promovería los intereses de nuestros dos pueblos y respondería a las expectativas de la comunidad internacional".
Biden y Xi habían hablado dos veces por teléfono desde la investidura del presidente de EEUU el 20 de enero de este año antes de este primer encuentro cara a cara, pantalla de por medio. Cuando la pandemia esté bajo control, habrá ocasión de una cumbre en persona. De momento, han dado un primer paso en el que han mostrado buena voluntad, respeto y mucho pragmatismo.
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