Con 8 años descubrió el waterpolo, una pasión en la que se volcó hasta que la política, del modo más inesperado, le ganó la partida. Víctor Gutiérrez (Madrid, 1991) ha cambiado las piscinas, donde ha sido internacional en decenas de ocasiones, por las entrañas de Ferraz 70. Desde octubre es secretario del área LGTBI del PSOE. "Es un mundo completamente diferente. No tiene nada que ver, pero sí que hay muchas cosas en las que el deporte me ayuda para esta nueva etapa: la disciplina, el sacrificio o el esfuerzo que llevo haciendo durante tantísimos años en la piscina", replica en una entrevista con El Independiente.
Es primera hora del viernes y Gutiérrez nos recibe en su despacho de la tercera planta del cuartel general de los socialistas. Acepta hablar en la semana en la que el Mundial de fútbol de Qatar y la asistencia de homosexuales en un país donde es ilegal y se castiga con años de cárcel ha copado el debate. Gutiérrez no rehúye ninguna de las preguntas, ni siquiera las más duras. "Es una vergüenza. A mí me parece que no todo vale en el fútbol", declara a propósito de la cita que acogerá Doha a finales del próximo año. De su dardos tampoco se libran los grandes clubes de fútbol o las federaciones que permiten torneos en confines del planeta que son depredadores de la comunidad LGTBI.
Pregunta.- ¿Qué hace un waterpolista de éxito metido en política?
Respuesta.- Para el punto de inflexión que me llevó a querer significarme políticamente hay que remontarse quizá un par de años atrás, cuando Vox entró en las instituciones y se difundieron todos esos mensajes que todos los días tenemos en los medios de comunicación y en el Parlamento. Eso a mí me hace tomar cartas en el asunto y pensar que tengo que dar un paso más. Entonces comienzo a militar en el partido y hago cosillas, pero de bajo perfil. Siendo deportista y teniendo una imagen pública, pues desgraciadamente la sociedad está muy polarizada y cualquier gesto político hay gente que se lo puede tomar mal. Poco a poco voy conociendo gente en el partido hasta que el pasado 40 Congreso hablé con Adriana Lastra y me dijo lo que tenían pensado para mí y que tenía que tomar una decisión. No me lo pensé. Fue un sí rotundo.
El clima de homofobia en el deporte es total y absoluto. Queda todo por hacer
P.- Tu nombre sonó en abril a raíz del insulto homófobo de un rival en pleno partido. ¿Cómo recuerdas ese pasaje?
R.- Pues la verdad es que lo tengo bastante olvidado, porque sí que es cierto que en el momento me afectó más de lo que debería y mucho más de lo que yo me permito a mí mismo. Pero al final no deja de ser para mí algo anecdótico. Decidí denunciarlo porque estas cosas pasan prácticamente todos los días en el deporte y llegué a la conclusión de que si a mi me había llegado a afectar lo que un compañero me dijese, teniendo 30 años y con visibilidad, a personas más jóvenes les puede machacar. De hecho, hay muchísimos chicos y chicas que abandonan el deporte por este tipo de motivos. Las tasas de suicidio por acoso escolar relacionado con la LGTBIfobia están por las nubes y por tanto, decidí que denunciarlo era la mejor opción, porque al final, cuando uno se calla en cierta parte se convierte en un cómplice de lo que sucede.
P.- ¿Era la primera vez que te sucedía?
R.- No, me había pasado ya alguna que otra vez. Lo que pasa es que las personas del colectivo, como llevamos sufriendo toda la vida insultos y algún tipo de vejación, al final ese tipo de cosas las acabamos normalizando. Lo justificas: 'No lo quería decir de esa manera'. Pero hay que hablar directamente, porque yo a mí me han expulsado muchas veces el partido, pero jamás por un comentario racista, homófobo o machista. Me había pasado más veces, pero digamos que ésta fue como la gota que colmó el vaso.
Hemos pasado de escuchar en los años 80 "Michel, maricón"; a "Guti, maricón" en los 2000; a "Cristiano, maricón" mientras jugó en España
P.- ¿Es una muestra del clima que se respira en el deporte?
R.- El clima de homofobia en el deporte es total y absoluto. A mí cuando me preguntan en esta materia cuánto queda por hacer en el deporte, digo que queda todo por hacer. Para empezar, porque la actual ley del deporte no incorpora la LGTBIfobia como un delito a perseguir. Con la ley en la mano los árbitros ni siquiera reflejan en el acta los comentarios homófobos que semana sí, semana también se vierten en los estadios de fútbol. En el deporte hemos pasado de escuchar en los años 80 "Michel, maricón"; a los años 2000 "Guti, maricón"; a hasta hace dos años que estaba jugando Cristiano Ronaldo en España "Cristiano, maricón" con el mismo resultado, que es nada.
P.- ¿Y por qué sucede esto? España es uno de los países más avanzados del mundo en derechos LGTBI...
R.- Porque el deporte es un ámbito en el que al estar tan mediatizado las personas sacan lo peor, por así decirlo, en los campos de fútbol. Hay familias con padres fantásticos que son excelentes padres, pero que se transforman en los estadios. Allí está permitido insultar al árbitro, decirle "cabrón" o "hijo de puta" con el niño de cuatro o cinco años delante. Ese ambiente tan tóxico que hay en el deporte al final se acaba contagiando y es algo como que está absolutamente normalizado. Y lo primero que hay que hacer para cambiarlo es que haya una ley que regule ese tipo de comportamientos, porque no nos lo podemos permitir. Me duele reconocerlo porque vengo de ahí pero hay un ambiente muy tóxico en el deporte, construido en torno a una masculinidad muy tóxica también. Es un camino que evidentemente deshacerlo es muy complicado porque no se le puede cerrar las puertas del deporte a nadie.
Hay un ambiente muy tóxico en el deporte, construido en torno a una masculinidad muy tóxica también
P.- ¿Cuál es tu propuesta entonces? ¿Castigar el insulto?
R.- Evidentemente no es lo mismo cierto tipo de insulto que otro. No podemos poner al mismo nivel un comentario racista o LGTBIfóbico o uno absolutamente al azar. Hay unas ciertas sensibilidades y realidades que ciertas personas de minorías, como pueden ser el colectivo LGTBI o personas racializadas, viven y hay que darles una protección especial. ¿Esto quiere decir que solamente hay que perseguir ese tipo de insultos? No, lo que hay que buscar es que en el deporte no haya ningún tipo de comportamiento violento. La manera de cambiarlo es, en primer lugar, reconocer que estas realidades necesitan de esta protección especial, incorporarlas a la ley del deporte, y la educación. A lo largo de mi carrera académica y deportiva me han venido a dar mil charlas y hablar de todo, desde hábitos alimenticios a dopaje o prevención de drogas pero nunca me vinieron a hablar de diversidad sexual y eso es muy importante. Entonces, si educamos desde la base del deporte base, desde los colegios, en ese tipo de valores de respeto, tolerancia y diversidad, estos niños y estas niñas van a ver la diversidad como algo normal y como algo a lo que no señalar como diferente, y les va a ser mucho más fácil, pues en el caso de que sean personas LGTBI, visibilizarse y luego llegar a una edad adulta siendo completamente visibles.
P.- ¿Mejoraría la situación el gesto público de ciertos responsables de clubes?
R.- Habría un sinfín de gestos que podrían ayudarnos a avanzar en la visibilidad del colectivo LGTBI. No veo ninguna campaña contra la homofobia en los grandes equipos.
Que Florentino o Laporta salieran en público a reconocer los derechos LGTBI sería un punto de inflexión
P.- ¿Cambiaría algo si Florentino o Laporta apostaran públicamente por romper el silencio de la homosexualidad en el deporte?
R.- Eso sería un punto de inflexión no solamente para el deporte sino también para la sociedad en general. Porque al final el deporte, y más concretamente en España, el fútbol, es un espejo en el que mirarse. Genera opinión. Y sería fantástico que desde el deporte rey en España hubiese campañas como la hay en otras grandes empresas. Pero no nos olvidemos de que al final el deporte es un negocio. Y el Real Madrid o el Barcelona no solamente son equipos de España, sino que son marcas que venden en Arabia Saudí, China o África. Entonces no les interesa. Yo estoy seguro de que tanto Florentino como Laporta no tienen absolutamente ningún inconveniente con que haya algún jugador homosexual en sus plantillas, pero dicen para qué voy a hacer una campaña si luego miro la camiseta y tengo FlyEmirates, publicidad de un país como Emiratos Árabes Unidos en el que la homosexualidad está castigada y perseguida. Lo ponen en la balanza y terminan diciendo: "haz lo que quieras en tu casa, pero puertas para adentro".
P.- ¿Tienes el propósito de acercarte a los grandes clubes?
R.- El deporte va a ser, sin duda, uno de los tres focos en los que vamos a basar el trabajo de esta secretaría. Antes de estar en este cargo, intentamos desde la Asociación Deportiva Ibérica hacer campañas con el Real Madrid y el Barcelona para que llevaran el brazalete Arcoíris, que los colores de los jugadores sean arcoíris. cosas muy básicas y ha sido imposible. O no nos contestaron o decían que no era el momento. Entrar en el fútbol es muy complicado. En otras grandes ligas, como la Premier League, hay citas en las que los estadios se tiñen de arcoíris y es fútbol también. Una liga probablemente más potente en estos momentos que la española. Lanzan un mensaje contundente de que en el fútbol cabe todo el mundo, independientemente de su orientación sexual. En España no tienen que ser pioneros sino simplemente reproducir lo que ya se está haciendo en otras ligas.
El deporte es machista y la LGTBIfobia es una forma de machismo
P.- No sé si podemos considerar el deporte un reducto de viejas costumbres...
R.- Totalmente. Así lo es. El deporte es machista y no solamente por la poca visibilidad que tienen las mujeres, que va desde el vestuario de las chicas del voleibol hasta el tema salarial. La LGTBIfobia es también una forma de machismo. Yo me meto contigo porque eres maricón, porque eres menos hombre que yo. Como eres menos hombre no eres apto ni vas a ser tan bueno como yo para hacer deporte. Son dos luchas que van de la mano. Hay que erradicar primero el machismo y si conseguimos eso la LGTBIfobia va a ir detrás porque son primos hermanos.
P.- Hace unos días Josh Cavallo, un futbolista australiano que reconoció recientemente su homosexualidad, confesó que sentiría temor de jugar el Mundial de fútbol que se celebra el próximo año en Qatar por las condiciones de la comunidad en aquel país. Eres deportista profesional. Si tuvieras un campeonato en Qatar, ¿acudirías?
R.- Hacemos mal esa pregunta porque ponemos siempre el foco en el deportista y creo que el foco no tiene que estar en el deportista. No tiene que ser responsabilidad del deportista como individuo cambiar las cosas, porque las carreras deportivas son muy cortas y no todo el mundo tiene la suerte de poder disputar de este tipo de campeonatos a lo largo de toda su carrera deportiva. Hay gente que está luchando y peleando toda la vida por ir a un campeonato y resulta que se organizan en uno de esos países. ¿Van a renunciar a tu sueño porque se celebra en un país así? Me parece un acto súper valiente el decir no voy pero es responsabilidad de las federaciones de no elegir ese tipo de sedes en las que se pisotean los derechos humanos y luego, si la sede internacional se decide allí, pues que sea la propia federación española o la de turno la que diga: "nosotros como federación hemos decidido no ir". Yo iría a competir y, además, allí intentaría hacer activismo, sacar la bandera donde fuese.
P.- Has calificado al de Qatar como "el mundial de la vergüenza". ¿Lo reafirmas?
R.- Totalmente. Es un Mundial que cambia todo el panorama del fútbol. Se va a celebrar a finales de año del 2022 por las condiciones climatológicas. Han muerto miles de personas en las obras de las infraestructuras. Es un país en el que se pisotean diariamente los derechos humanos. No todo vale en el deporte y creo que hay otras sedes que estarían encantadas de recibir un Mundial.
Que hagan un Mundial en Qatar y digan que a los homosexuales les vamos a proteger y van a venir a los partidos es humo. Un clarísimo acto de postureo
P.- El presidente de comité organizador de Qatar 2022 ha insistido esta semana que, a pesar de que la homosexualidad está oficialmente prohibida, se permitirá la entrada del colectivo siempre que no exista demostración de afectos en público, un veto que también se extiende a las parejas heterosexuales...
R.- Leí el titular y era un poco engañoso porque parecía que exclusivamente lo decía de las parejas homosexuales. Allí está prohibida cualquier muestra de afecto en público, ya sea una pareja heterosexual u homosexual. Referido al tema del colectivo LGTBI, dicen que van a estar protegidos durante esos días. Es que me parece absurdo. Es lo mismo que, cuando en Arabia Saudí se celebró la Supercopa de España, que permitieron entrar a las mujeres a los estadios. Semanas después, vimos imágenes de esos mismos estadios con partidos de la liga local en los que no había ninguna mujer. Que hagan un Mundial y que digan a los LGTBI les vamos a proteger y van a venir a los partidos es humo. Es una tapadera durante lo que dure el Mundial para blanquearse y, cuando acabe el campeonato, van a volver a los mismos malos hábitos y al atraso en cuanto a derechos humanos que viven. Si ese tipo de medidas van acompañadas de leyes que protejan a esas personas y que se vayan a mantener en el tiempo sería un avance, pero al final esto es un clarísimo acto de postureo.
"Qatar es un país en el que se pisotean diariamente los derechos humanos. Han muerto miles de personas en las obras de las infraestructuras"
P.- Dices que es una cultura, la de países como Qatar o Emiratos, que pisotea los derechos humanos...
R.- Es un país en el que la homosexualidad está castigada hasta con siete años de cárcel y hay latigazos por adulterio a las mujeres. Creo que eso se aleja mucho de la idea que tenemos de una democracia y de lo que es respetar los derechos humanos.
P.- La Supercopa de España retorna a Arabia Saudí en enero. ¿Qué le pides a la federación?
R.- Que fuese responsable y pensase que el fútbol español es muy seguido en todo el mundo. Tiene millones de fans a lo largo de todo el planeta y creo que el deporte, y más concretamente el fútbol español, es capaz de cambiar las cosas con sus gestos, actos y campañas. Sería un acto de absoluta responsabilidad decir: "nosotros estamos comprometidos con las personas LGTBI y con las mujeres, con la igualdad de derechos de todas las personas y vamos a llevar nuestro fútbol a sitios donde eso se respete".
P.- Tu percepción es que no todo vale por unos cuantos millones...
R.- No todo vale y más en el fútbol. En Estados Unidos estarían encantados de recibirnos o en Argentina. Hay sitios en los que seguramente también haya altas cantidades de dinero donde estarían encantados de recibir a nuestro nuestro fútbol.
P.- Esta semana Pedro Sánchez ha visitado Egipto, un país donde los gays son cazados por la policía en las aplicaciones de citas; juzgados y sometidos a exámenes anales. ¿España debe introducir la reivindicación de los derechos gay en su diplomacia?
R.- Hay muchas situaciones muy complicadas en la política y por supuesto, yo como persona LGTBI, qué esperas que diga de un país en el que ocurren ese tipo de barbaridades. Pero bueno, el Gobierno de España tiene también otras relaciones y una agenda política, pero en la medida de lo posible sí es importante que, aparte de tratar esas otras cuestiones políticas, se ponga encima de la mesa los derechos y las libertades de las personas porque desgraciadamente el colectivo LGTBI en más de la mitad del mundo vive ese tipo de situaciones en las que se nos persigue.
El punto de inflexión llegará cuando un futbolista salga del armario. Eso va a ser un antes y un después
P.- Volvamos al tema de la falta de visibilidad de jugadores homosexuales. ¿Han acudido algunos a ti para compartir el miedo a hacerlo público?
R.- Sí. Algunos deportistas se han puesto en contacto conmigo para contarme su situación. Cada persona tiene su contexto y no se puede generalizar porque hay quien lo lleva mejor y peor. Pero lo que todos comparten es el miedo a visibilizarse y que eso les perjudique en su práctica deportiva, que en la mayor parte de los casos es su trabajo. Hay gente que ha tenido que dejar el deporte por este motivo, por la presión que sufrían y que sufren. Intento entender sus circunstancias e intentar emponderarles para que pierdan el miedo que muchas veces está más en nuestra cabeza que en lo que realmente luego ocurre. Pero es cuando tú. Muchas veces pensamos a lo grande y no, pero es que si saliese un futbolista en España no pasaría nada, no se iría a ninguna marca.
P.- ¿Una de las razones de esconderse es la exigencia del club?
R.- En el fútbol, estoy casi convencido de que es así. Se mantienen al margen de la política, de la religión y de temas que desgraciadamente son controvertidos para muchos países. Creo que los contratos reflejan eso. La mayor parte de los deportistas son de disciplinas pequeñas que viven de patrocinadores. Entonces si yo hago esgrima y tengo dos patrocinadores para poder hacer deporte y salgo del armario y, pongamos por ejemplo, que Toldos Manoli es homófoba y me quita la subvención eso no va a tener ninguna trascendencia mediática y puede significar que yo me quede sin competir porque no tengo financiación. Entonces la situación de los deportistas minoritarios es muy particular y muy especial y por eso sigue habiendo tanto miedo.
Sería fantástico que los deportistas salieran del armario en bloque. Tendría más fuerza
P.- ¿Asistiremos algún día a una campaña como la de MeToo en la que los deportistas en cascada salgan del armario?
R.- Sería sería fantástico, porque así también quitaríamos el foco o el dedo acusador que seguramente muchas personas pongan en una sola persona. Haciéndolo en bloque tiene mucha más fuerza y además que sea transversal en diferentes disciplinas. Vamos viendo como deportistas de disciplinas minoritarias van dando esos pasos y van mostrando que hay que perder el miedo y que se puede llegar a la élite siendo homosexual. En cuanto a mi opinión personal, también creo que el punto de inflexión va venir cuando lo haga un futbolista. Eso va a ser un antes y un después.
"Es verdad que sobre la ley Trans ha habido un debate intenso interno y externo en el PSOE pero se ha impuesto la lógica"
P.- La ley Trans está siendo tramitada en el Congreso de los Diputados. ¿Te gusta la ley tal y como está?
R.- Sí. Es una ley que va a ayudar a muchísimas personas que llevan un largo camino en nuestra sociedad. Con tanto debate se ha perdido lo que se tiene que estar diciendo: Los derechos humanos de esas personas. Esta ley lo que les va a dotar es de dignidad, que es lo que llevan buscando tantísimo tiempo.
P.- Suscitó mucha polémica en el ala feminista del PSOE, especialmente en los apartados de la autodeterminación de género y los menores de edad...
R.- He escuchado a ambas partes, pero creo que se ha impuesto la lógica. En el 40 Congreso del PSOE se tomó un camino que es el que es el que vamos a seguir respetando, el de sacar adelante esta ley Trans que, como te digo, va a ayudar a muchísimas personas en España a que tengan sus derechos, libertades y su dignidad reconocidos como el resto de ciudadanos.
P.- ¿Habrá modificaciones en el trámite parlamentario?
R.- Seguramente habrá alguna pequeña modificación pero la base importante de la ley está muy decidido. [¿Es la autodeterminación de género una de las modificaciones?] En ningún caso.
Ha habido un consenso entre la parte feminista y LGTBI del PSOE para la ley Trans
P.- Cuando dices que se impone la lógica me pregunto si te refieres a que se ha impuesto el área LGTBI del PSOE a la feminista...
R.- Es que no son dos bandos enfrentados. [En público hubo dirigentes históricas del PSOE que censuraron la ley] Es verdad que ha habido un debate intenso interno y externo. Y esto no es una victoria de la parte de LGTBI y una derrota de las feministas. Para nada. Para sacar adelante esta ley ha habido consenso entre la parte feminista del partido y la LGTBI. Entiendo que cada uno tenga su propia opinión, pero el partido tiene que avanzar igual que avanza la sociedad e igual que las reclamaciones de las personas evolucionan y no nos podemos quedar atrás.
P.- Pedro Zerolo es una persona muy querida y simbólica en el PSOE. ¿Le podemos bautizar como el nuevo Pedro Zerolo?
R.- Eso me va fatal. En el deporte lo vemos muy a menudo. El nuevo Messi, dicen, y al final todos acaban estrellándose. Me siento muy orgulloso, en primer lugar, de poder ser el primer secretario LGTBI del PSOE y tener un referente en la casa como Pedro Zerolo, que que por supuesto ha puesto el listón muy alto. Todo lo que consiguió Pedro es insuperable. Constantemente estoy viendo intervenciones suyas y me inspiro mucho en él.
P.- ¿Cuál querrías que fuera tu legado en el PSOE?
R.- Me contentaré con hacer bien mi trabajo en tres focos. En primer lugar, combatir los delitos de odio y el brutal incremento de delitos de odio que se está viendo en España. Queremos rebajar drásticamente esas cifras. [¿A través de una reforma legal?] Como se pueda. No puede seguir ocurriendo que este tipo de delitos sigan incrementándose y además con una brutalidad asombrosa. El segundo ámbito es el deporte para hay muchísima más visibilidad. Y el tercer punto es el medio rural. Ser personas LGTBI en una gran ciudad no es fácil, pero es mucho más fácil que serlo en un lugar pequeño, en un pueblo de 500 habitantes, 600 habitantes o 1.000 habitantes.
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