La tensión con Rusia por la crisis de Ucrania supone un riesgo para las relaciones comerciales con la Unión Europea. En el caso español, nuestra economía podría llevarse un varapalo de más de 2.000 millones de euros, que son las exportaciones que España hizo al país dirigido por Vladimir Putin hasta noviembre de 2021, último dato actualizado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX).

La Federación de Rusia es un mercado de 146 millones de consumidores y España fue su 35º cliente y el 19º suministrador, mientras que Rusia fue el 26º mercado para España y el 24º suministrador. La balanza comercial arroja un déficit tradicional para España por la adquisición de hidrocarburos (-1.002 millones en 2018, -1.426 millones en 2019 y -698M€ en 2020).

Entre los principales productos exportados desde España a Rusia en 2020 (último año completo) están la maquinaria y aparatos mecánicos (17,1%); las prendas de vestir (16,7%); los vehículos automóviles (9,1%); las conservas verdura o fruta, zumos (3,9%); las materias plásticas y manufacturas de estas (3,7%); los productos cerámicos (3,6%) y el caucho y sus manufacturas (3,4%).

En cuanto a las partidas, la única que no cayó fue la de aparatos mecánicos y maquinaria, que subió un 39,19% y la exportación de otros productos químicos (12% de más).

Por otro lado, la caída de los precios del petróleo y gas (principales partidas de importación) redujeron un 26% el valor de las importaciones españolas de 2020 en hasta los 2.571,8 millones de euros por culpa del confinamiento. Durante los últimos años se había producido un fuerte descenso de nuestras exportaciones como consecuencia de la debilidad del rublo, así como del embargo ruso sobre productos agroalimentarios de la Unión Europea tras la crisis de Crimea. Esto afectó al 12% de nuestra cifra de exportación, si se toma como referencia el año 2013.

Desde 2016 comenzó a darse una cierta recuperación de nuestras exportaciones y en 2017 alcanzaron los 1.914,87 millones de euros. En 2018 crecieron un 5,9% y, en 2019, continuaron con una ligera subida del 1,9% hasta los 2.054 millones.

Las importaciones españolas tienden a crecer desde que en 2019 se iniciaran las compras de GNL ruso. El valor de las importaciones depende del precio internacional de los hidrocarburos, que representan entre el 70% 80% de nuestras compras, dependiendo de los años. En concreto, en 2020 los combustibles representaron el 75,5% del total, seguidos de Fundición de hierro y acero (5,9%) y los productos químicos (2,2%).

La importancia energética

España, dependiente de gas y petróleo, tiene importantes negocios con Rusia para poder dotar de suficiente cantidad de dichas materias primas a la población española. Tal y como explica el ICEX, nuestro país tiene una balanza comercial negativa, principalmente, por la adquisición de hidrocarburos. 

Según los datos extraídos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), en noviembre el 9,8 % de las importaciones de gas natural a España proceden de Rusia. Durante 2021, el país dirigido por Vladimir Putin envió hasta nuestras costas un total de 32.832 gigavatios hora (GWh) de gas natural. 

Hace casi diez años, Naturgy firmó un acuerdo con Yamal LNG (participada mayoritariamente por Novatek junto a la francesa Total y las chinas CNPC y Silk Road Fund) para importar gas hasta nuestro país. El primer barco atracó en 2018 y lo harán hasta 2041, tal y como rezan las condiciones del contrato firmado. Así, la empresa española transporta un total de 3 bcm anuales (miles de millones de metros cúbicos) durante 24 años, lo que supone el 8% del consumo anual de gas en el país.

El petróleo, a pesar de su importancia, es más relativa. De acuerdo a los últimos datos de I Cores pertenecientes a noviembre, Rusia exportó hasta nuestro país el 4,6% del total de crudo que llegó hasta nuestras fronteras. Desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolífero se remarca que “España tiene un suministro muy diversificado por lo que no habría problemas de suministro”. 

En cuanto a servicios, España exportó a Rusia servicios (excluidos los servicios turísticos) por valor de 411,047 millones de euros, en 2020 y según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de un 14% más que el año anterior, y el número de empresas exportadoras aumentó en un 43,6% y constituye un colectivo de 2204 compañías.

Preocupación en el campo

La organización agraria COAG ha pedido a la Unión Europea medidas compensatorias para el sector agroalimentario ante las pérdidas registradas tras el veto impuesto en 2013 por parte de Rusia a las importaciones de productos agroalimentarios europeos. Asimismo, ha alertado del incremento de costes en el sector ganadero por la dependencia de importaciones de alimentación animal procedentes de Ucrania.

En 2013, antes del veto ruso a importaciones agroalimentarias de la Unión Europea, la exportación directa de frutas y hortalizas españolas a Rusia totalizó 230.729 toneladas, abarcando una amplia gama de productos.

En ganadería, el responsable de Ganadería de COAG, Jaume Bernis, ha resaltado la dependencia de importaciones de alimentación animal de Rusia. "La crisis entre Ucrania y Rusia nos preocupa a los sectores ganaderos porque todo lo que sea una crisis en esta zona, donde necesitamos estas importaciones, puede trasladarse en un incremento de costes más importante del que padecemos y perjudicar la viabilidad de explotaciones ganaderas", ha asegurado.

En concreto, el 27,6% de las importaciones de maíz que realiza España proceden de Ucrania, así como casi el 60% de las compras en el exterior de aceite de girasol, el 13% del trigo, el 31% de las tortas de aceites vegetales y el 15,4% de las leguminosas grano.

Por su parte, el director general de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIA), Mauricio García de Quevedo, aseguraba este miércoles que el sector debería prepararse "para cualquier escenario posible". "Tendremos que adaptarnos a la situación para que la industria siga siendo una potencia exportadora. Esperemos que no suceda, se pueda llegar a un acuerdo y todo quede normalizado", apuntaba durante la presentación del informe 'La contribución de la industria de alimentación y bebidas a la España Vaciada'.

Por su parte, el secretario general del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Fernando Miranda, reconocía la "preocupación" del departamento que dirige Luis Planas por la escalada de tensión. En este sentido, Miranda se mostraba partidario de generar "condiciones estables, sin alteraciones" para el comercio internacional y decía confiar en que todo se pueda resolver por la vía diplomática, "estableciendo unas reglas de juego claras y que no se vaya más allá del veto ruso".