Ya han pasado cuatro días desde la inédita jornada de referéndum del 1-O y mientras el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se prepara para declarar la independencia el próximo lunes, el Gobierno espera cada movimiento del secesionismo para actuar pero sin decidirse aún de qué manera. El presidente catalán sigue "abierto al diálogo", aunque sin ceder en su postura, y el Estado lo rechaza de plano mientras se mantengan fuera de ley. La mediación, una de las palabras más repetidas desde el pasado domingo, puede ser la solución al conflicto y ya se busca en distintos ámbitos, incluido la Iglesia y los Colegios Profesionales.

Europa

Fue el propio Puigdemont quien solicitó por primera vez la mediación internacional señalando directamente a Europa que, si bien ha reiterado su apoyo a Mariano Rajoy, ha rechazado la violencia y ha instado a las dos partes al diálogo. "Es evidente que la Unión Europea debe apadrinar este proceso, porque tiene que dejar de mirar hacia otro lado ante las violaciones de la carta de derechos fundamentales", señalaba el presidente catalán.

En su primera referencia a la situación catalana, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha pedido esta semana al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, impedir una "mayor intensificación de la violencia" en Cataluña. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha reiterado también en conversación telefónica con Rajoy el apoyo al orden constitucional.

El pleno del Parlamento Europeo celebrado este miércoles un debate sobre Cataluña bajo el título "Estado de Derecho, Constitución y Derechos Fundamentales en España, a la vista de los acontecimientos en Cataluña". Más allá del diálogo, lo que se escenificó fue un espectáculo con flores, esteladas y gritos de "golpistas" entre los eurodiputados seguido de un debate con apoyo mayoritario a España.

La Iglesia

Tanto Rajoy como Puigdemont apelaron a la mediación de la Iglesia con sendas reuniones de ambos dirigentes con arzobispos de Madrid y Barcelona. El presidente del Gobierno ha mantenido este martes un encuentro con los cardenales arzobispos de Madrid y Barcelona, Carlos Osoro y Juan José Omella, para pedir su apoyo, mientras que el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, se reunió el miércoles con Josep Maria Solé, Abad de Montserrat, y el Arzobispo de Barcelona.

La Iglesia no se ha quedado al margen del conflicto catalán. Sólo un día después de que la Conferencia Episcopal emitiese un comunicado apelando al diálogo por las dos partes, trescientos sacerdotes catalanes firmaron un manifiesto en favor del 1-O en el primer apoyo explícito a la celebración de la consulta independentista. No obstante, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, "en ningún caso" se ha comprometido a mediar entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Carles Puigdemont, sino que "se ha reiterado el mensaje lanzado la semana pasada por los obispos españoles en comunión", aseguran en el Arzobispado de Madrid.

Partidos y sindicatos

Podemos ha celebrado este miércoles una "mesa de partidos" en Zaragoza con representantes de los grupos nacionalistas como el PDeCAT, ERC y PNV para abordar vías de solución al conflicto político en Cataluña. Una reunión a la que rechazó participar el PSOE, pero a la que sí asistieron los sindicatos UGT y CCOO como observadores, así como dirigentes políticos de izquierda del ámbito internacional, también como observadores.

Tras este acto, en el que diversos asistentes advirtieron a los secesionistas de los riesgos políticos que puede comportar para Cataluña una proclamación unilateral de independencia en el Parlament el próximo lunes, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se puso en contacto con Rajoy, quien rechazó cualquier tipo de diálogo con quien plantea "un chantaje tan brutal".

En la misma línea que el presidente del Gobierno se ha expresado este jueves el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. "Una cosa es intentar convencer a Puigdemont de que pare el golpe", y en ese caso "yo también medio", y "otra cosa es mediar con el que da el golpe", ha declarado. Rivera no sólo ha rechazado cualquier tipo de "chantaje" sino que ha descartado la intervención de la Iglesia, a la que ha pedido que "deje la política, las instituciones y la democracia para los que tenemos la obligación de actuar".

Colegios profesionales

Los dos principales colegios de abogados de España, el de Madrid y el de Barcelona, han tomado partido en el asunto catalán e impulsarán vías de mediación entre los gobiernos de Rajoy y Puigdemont, así como entre las formaciones políticas. Estas entidades han acordado constituir una Comisión Independiente para el Diálogo, la Mediación y la Conciliación, cuya primera reunión ha tenido lugar este miércoles. La iniciativa parte de la decana del Colegio de Abogados de Barcelona, María Eugenia Gay.

El FC Barcelona, que la pasada semana condenó las actuaciones policiales del 1-O, se ha adherido a esta iniciativa como mediador entre el Gobierno y la Generalitat. Así lo han confirmado a través de un comunicado, en el que el club que preside Josep Maria Bartomeu, "como entidad deportiva referente de Cataluña, comprometida con los valores del respeto, el diálogo y la convivencia" se suma a la comisión que tiene como objetivo encontrar "una solución política pactada a la situación política actual".