Sacó la sangre y llenó el camión de niños. Norman Bethune salió de Almería camino de Málaga junto con su ayudante Hazen Sise. Su destino era el frente e iban cargados con un banco de sangre para realizar transfusiones a heridos. En el sur de la península se libraba un frente clave para el desarrollo de la contienda. Bethune, médico de origen canadiense, se sumó a la Unidad Médica de Canadá, el Batallón Mackenzie-Papineau de las Brigadas Internacionales.
A los 15 kilómetros de salir empezaron a ver una “extraña procesión”. Eran refugiados. Caminaban lenta y pesadamente, agotados, con los pies rozando el duro asfalto, sus espaldas caídas como si las empujaran hacia delante, sus bocas colgando abiertas, la mirada en blanco, síntoma inconsciente del agotamiento absoluto, así escribió Bethune en unos textos que después se compilaron como un volumen con todos sus escritos. Un volumen que se ha vuelto a editar, con más textos de Bethune, en La desbandá (Editorial Pepitas).
Eso era lo se habían encontrado: La desbandá. Los primeros días de febrero de 1937 Málaga caía tras una organizada ofensiva militar de las fuerzas rebeldes apoyadas por el Cuerpo de Tropas Voluntarias fascistas italianas que contaban con unidades de tanques. Los malagueños afines a la República temiendo represalias de los franquistas escaparon por la única vía libre, la carretera que unía Málaga con Almería formando un gran desplazamiento de refugiados.
Una crisis humanitaria a la que los militares golpistas no dieron tregua y persiguieron por tierra, mar y aire. No se sabe con precisión cuántas personas murieron, se calcula que unas 5.000 vidas se quedaron en el camino. La ofensiva dirigida por el general rebelde Gonzalo Queipo de Llano empujaba a cada vez más refugiados que salían de los pueblos y hostigó con los aviones heinkel nazis desde el aire y con la artillería de los buques Canarias, Baleares y Almirante Cervera que bombardeaban el éxodo de civiles desde el mar. El Baleares todavía hoy es protagonista de la actualidad porque el Ayuntamiento de Madrid le ha restituido una calle que le homenajea en la capital.
“Es como si le hubieran puesto una calle al Enola Gay”, compara Natalia Fernández Díaz. Esta historiadora es la responsable de la reedición de La desbandá, en la que se pone de relieve la figura de Norman Bethune.
“El texto de Bethune es un texto en primera persona dónde va contando los conflictos internos que él vive en esa situación de no dar abasto de tener que seleccionar a quien salva y a quien no salva el lo escribe porque estaba muy impactado”, afirma Fernández Díaz. El testimonio de Bethune acompañado de las imágenes de Hazen Sise “ha revelado con los años su valor documental”, señala la historiadora. Robert Capa y Gerda Taro llegaron a Almería en torno al 14 de febrero de 1937 para documentar periodísticamente la crisis humanitaria. Llegaron cuando ya había pasado y fotografiaron a los brigadistas y republicanos que lograron contener el avance de las tropas nacionales hacia Almería.
Heart of Spain
Norman Bethune protagoniza este documental estadounidense, en cuya edición participa Paul Strand (1890-1976) - uno de los maestros de la fotografía documental y social- en el que siguen a voluntarios americanos en el conflicto. En este breve documental prorepublicano se ven imágenes del bombardeo de Madrid y se hace una analogía entre el corazón de la resistencia de los republicanos y la sangre compartida de los bancos de sangre creados por Bethune.
Cuando Sise y Bethune, desbordados por la riada humana, fueron conscientes de que no había ningún frente al que llegar porque ya no había más batalla que la retirada masiva de soldados y, sobre todo, civiles desde Málaga y las poblaciones que caían rendidas, empezaron a trasladar refugiados a Almería. Hicieron cuantos viajes pudieron, según relata Bethune, y Sise fue haciendo fotos en los diferentes viajes. Tras llevarse el camión lleno de niños empezaron a llevarse a familias enteras porque, como relata el médico, no podían soportar ver a más padres rotos por el dolor.
Norman Bethune murió en 1939 en la segunda guerra chino-japonesa a causa de una sepsis, tras hacerse una herida mientras operaba de urgencias. Hazen Sise (o Size, como también se puede encontrar) vivió hasta 1974, se hizo arquitecto, pasó por destacados estudios, como el de Le Corbusier y firmó importantes proyectos en Canadá. Sus fotos del éxodo de Málaga se conservan en la Biblioteca Nacional de España y en el Centro Andaluz de Fotografía, ubicado en la ciudad de Málaga. Gonzalo Queipo de Llano, el general nacionalcatólico, está enterrado en el templo cristiano de la Macarena en Sevilla.
Desde hace seis años la Asociación La desbandá hace una marcha conmemorativa de la matanza del 37. Este año saldrá el 3 de febrero de Málaga para recorrer a pie durante 10 días los 240 kilómetros que le separan de Almería. Reivindican la reparación de la memoria.
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